Capítulo 21

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Ella tiró de mí hacia su casa, sosteniendo mi mano, y sonriendo con entusiasmo.

Juls: ― ¿Mamá? ¿Papá? ¿Están en casa? ―gritó buscando en el salón vacío. Podía oír voces en la cocina.

Lupita: ―Sí, cariño. Estamos aquí ―llamó.

Juliana sonrió feliz y me arrastró a la cocina. Lupita estaba horneando galletas y Panchito estaba ocupado tratando de comer la mezcla de la galleta directamente del tazón, haciéndola reír y ella le golpeó la mano con la cuchara de madera. Me reí entre dientes de la escena. Ellos siempre eran así, ella era la perfecta ama de casa y madre, y él la adoraba a ella y a Juliana, lo cual era muy dulce.

Panchito: ―Hey, Valentina. Cuánto tiempo sin vernos ―dijo agarrándome en un abrazo, lo que hizo que mi corazón se acelerara.

Val: ―Hey, Panchito. Hola, Lupita. ¿Cómo están? ―pregunté alegremente.

Lupita: ― ¡Estamos muy bien! Valentina, te abrazaría pero estoy cubierta de galletas, cariño. ― frunció el ceño, levantando sus manos en evidencia.

Val: ― ¡Sí, puedo ver eso! Huelen tan bien ―le dije, mirando las ya cocidas en el plato sobre el mostrador. Me pasó el plato y felizmente tomé una, sonriendo―. Gracias.

Panchito: ― ¡Hey! Dijiste que no podía tomar una porque se estaban enfriando ―se quejó, haciendo pucheros, haciéndome reír; ella cogió una galleta y la lanzó hacia él con un guiño.

Juls: ―Um chicos, me preguntaba si querían conocer a mi novia. ¿Tal vez ella pudiera cenar con nosotros esta noche? ―Sugirió poniendo su mano en la parte baja de mi espalda.

Una sonrisa se extendió a través del rostro de Lupita. Se veía tan contenta que realmente pensé que en realidad estaba conteniendo las lágrimas.

Lupita: ― ¡Oh, Juliana! ¡Me encantaría conocerla! Todavía no puedo creer que tengas una novia. ¡Pasaste todo este tiempo diciendo que sólo había una chica para ti y ahora finalmente eres capaz de seguir adelante y salir con alguien! ―arrulló, prácticamente rebosante de emoción y orgullo.

Juls: ―Si bien, mamá, baja el tono un poco, ¿eh? ―murmuró poniendo los ojos en blanco.

Lupita: ―Entonces, ¿a qué hora viene? ¿La has conocido Valentina? ¿Es bonita? ―preguntó sonriendo hacia mí. Miré a Juliana sin saber qué decir.

Toda esta situación era ridícula. ¿Y dijo ella que Juliana siempre había dicho que sólo había una chica para ella?

Juls: ―En realidad, mamá, ella está aquí ahora mismo ―dijo con orgullo, frotando mi espalda suavemente y sonriendo hacia mí. Sus ojos fijos en los míos, haciendo que todo mi cuerpo se sintiera un poco más caliente. 

Lupita saltó y se limpió las manos en un paño, de forma rápida arreglándose el pelo frenéticamente, antes de que ella prácticamente corriera hacia el pasillo. Bueno, ¡raro!

Juls: ―Mamá, ¿qué estás haciendo? ―preguntó riendo; me di cuenta de que Panchito estaba mirando la mano de Juliana en mi espalda, con una amplia sonrisa en su rostro.

Lupita: ―Bueno, ¿está ella estacionando el automóvil o algo así? ―preguntó mirando hacia atrás a Juliana antes de mirar a la puerta otra vez. Ella se echó a reír más fuerte, Panchito y yo reímos también.

Juls: ―Mamá, esta es mi novia. Su nombre es Valentina Carvajal― sonrió con orgullo hacia mí mientras me presionaba a mí misma más cerca de ella.

La cara de Lupita reaccionó para mirarme, sorprendida. Poco a poco, su cara volvió a la felicidad, luego dicha completa, mientras reía y corría hacia mí, agarrando a ambas en un gran abrazo.

LA CHICA QUE SE ESCAPA POR MI VENTANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora