Milagro

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El abrupto cambio de la energía al rededor de el despertó a Emir de golpe.

Había estado durmiendo todo ese tiempo, flotando en la inmensidad cubierto de sombras y silenció. Se sintió confundido algo estaba cruzando a gran velocidad sus barreras ¿Humanos? se preguntó, no imposible los humanos suelen hacerse hacía atrás cuando ven la oscuridad o perderse inmediatamente cuando se hunden en ella, ¿Qué podría ser? se volvió a preguntar concentrándose para ver qué sucedía sin atreverse a abandonar aún su refugio, quiso percibir que era aquello.

Podía sentir: armonía, un corazón fuerte, un espíritu inquebrantable... amor ¿Qué era aquello? Se sintió confundido y tonto por no saber que había dentro de su territorio.

—¡Emir... Emir...! —ello lo estába llamando con un tono cálido y amistoso, por un instante Emir se sintió atraído por esa voz que no le era familiar. No era como la de su madre o algún otra que haya escuchado antes— Vengó por ti, ven a mi... —le seguía llamando tan suave como un murmullo del viento.

La desconfianza se instalo en él como una sensación fría en el estómago, ya le había hecho mucho daño ya no quería más dolor pero aquella voz lo seguía llamando, se sentía demaciado atraído por ello que resistirse al impulso de responder al llamado dolía ¿Por qué?.

Por que tenía miedo, el monstruo más temible y destructor de mundos tenía miedo, había nacido del amor con sólo intenciones buenas, pero, su naturaleza y aspecto lo hizo ser una criatura incomprendida, herida, abandonada y repudiada hasta el límite de convertirse en el reflejo del odió. Se recibe lo que se da.

No tengas miedo.. —la voz de Emilie de nuevo dentro de él— al fin va a terminar todo, esté ciclo de odió y miedo... al fin terminará... —Emir no comprendió que significaba aquello— El encuentro de la luz y la oscuridad crearán el eclipse que dará final a éste ciclo y nos dará un nuevo comienzo...—Emir se sintió confundido y aun más asustado que era esa tonta poesía que su madre recitaba— Ahora sal y cumple con tu destino.

De repente Emir se sintió empujado de nuevo al mundo de los humanos, el domo creado a su alrededor seguía intacto pero por alguna razón se sentía diferente.

—¡Qué está sucediendo, no comprendo nada! —grito a su madre queriendo encontrar una respuesta sólo en ella podía confiar.

Destino, luz, sombras, eclipse.

Qué tantas tonterías eran aquellas y de pronto la vió, un fugaz destello escarlata e se colaba entré las sombras con el sol atravezando la negrura de la tormenta.

Ladybug aparecía frente a los restó de lo que fue el monumento emblema de Paris dónde Emir regia desde su centro, los ojos del monstruo humanoide y los de la heroína se encontraron.
Los de él se entrecerraron con desconfianza. Con que éso era una trampa otra sucia jugarreta de los humanos para lastimarlo, de nuevo, y los de ella se abrieron grandes donde una chispa se reflejó y una sonrisa adorno su rostro pues al fin lo había encontrado.

Con una mano en su pecho y la otra llena de sus mejores intenciones la heroína se acercó al monstruo extendiendo su mano a él diciendo...

—Ya estoy aquí...

Emir gruñó, aún que no podía sentir ningún tipo de energía maligna venir de ella sentía que no debía confiar, aún que la voz de Emilie lo estába enloqueciendo le decía...¡No!, le exigía que fuera con Ladybug pero no, no de nuevo, no lo iba a engañar pará lastimarlo otra vez tenía que acabar con ella de una vez por todas .

Con un rugido atacó. Ladybug sintio venir el ataque más no hizo nada por detenerlo.

El grito de la heroína se hizo oír más haya del domo.

~AU MLB~ El Poder De la Luz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora