La irá me cegó y mis voluntades estaban a merced de los humanos que tenían la cabeza hecha un caos.
Si tan sólo se hubieran podido calmar tan siquiera un poco, todo aquello no hubiera sucedido.
Bebí más odió del que puede tolerar y consumí más miedo del que mi ser podía procesar, mi conciencia se apagó y mi cuerpo muto por sí solo. Mi deber era tomar cualquier forma imaginable y mi deber era servir a quien tuviera una imaginación, mi voluntad no era del todo mía, dependía de otra cabeza para que el cambio sucediera y de sus emociones como combustible pero en ésos instantes todo era un hervidero de emociones e imágenes inverosímiles que apagaron mi mente y solo me deje llevar.
—¡...ismo! —escuche gritar, cuando en el mismo presiso momento sentí un dólor desgarrador que me saco un enorme bramido y fue cuando desperté con el cuerpo del tamaño de un edificio.
En que me habían convertido ésos humanos no lo sabía. El núcleo de lo que está compuesto mi cuerpo vibraba, debí cambiar muchas veces de forma para que se sintiera así como el caminar de un hormiguero enteró sobré mí. Jadeé, me sentía cansado y aún muy excitado y con la energía aún entrando en mi sistema.
Quise ver qué había sucedido cuando mi sentido visual se volvió a encender todo a mi alrededor era fuego y escombros. ¿Qué había sucedido? ¿Quedó había hecho? o mejor dicho ¿Quedó habían hecho los humanos de mi?.
Me percate de tres adultos a unos metros frente a mi con los mismos disfraces coloridos como los otros tantos que se me aparecieron, éstos en particular eran un gato, una serpiente y un...¿bicho ?.
La mujer con el traje de bicho rojo y negro clavaba sus profundos ojos azules con rabia sobré mi, revelaban un profundo odió que era obvio que estaba dirigido a mi, su rostro se crispaba en una furiosa mueca que translucían sus pensamientos quería matarme. Me pregunté por qué. No estaba conciente de que le había hecho para que me mirará así con tanto odió y desprecio cómo alguna vez el padre de Adrien me miró.
El sujeto con el traje de gato estaba tan molesto cómo la mujer pero él tenía una sonrisa socarróna que me dió ganas de golpearlo en la cara para quitársela.
El que parecía serpiente estaba muy atrás de ellos, parado con los brazos cruzados sobré el pecho; de los tres es quien más estába en calma aún que podía sentir su energía moverse rápidamente como si estuviera corriendo a pesar de que no se movía de su lugar.
—¡Monstruo...! —me grito la mujer hecha una furia.
—¡Ladybug, no! —le grito el hombre serpiente negando con la cabeza.
¿Qué hacían?, me pregunté. Mantenían un lenguaje silencioso con miradas y gestos casi ignorando mi presencia .
Me quise levantar era un especie de lagarto gigante escamas y cola pero ¿Por qué tenía alas? creo que era más bien un dragón, éso era, recordé vagamente la imagen de uno de los libros de cuentos de Adrien. Me sorprendió mucho la altura, nunca fuí más alto de lo que era la habitación de mi niño y ahora era capaz de tocar el cielo podía volar estaba seguro de ello.
Cuándo me iba incorporando el humano-gato me golpeó gritando con fuerza .
—¡Cataclismo!.
Cuando la punta de una barra que traía me tocó, me sacudí con dolor, mi sentidos se apagaron un momento y sólo el dolor me domino, por impulso golpe a ése humano lanzándolo lejos de mi.
Bramé, molestó y dolorido el rugido que solté hizo sacudir la tierra, jamás había hecho tanto ruido en mi existencia y me sentí tan bien de por fin ser yo quien hiciera temblar a los humanos.
Los tres frente a mi lo hicieron y atraves de mis sombras pude sentir a los otros muchos lejos de mi muertos de miedo, por mi poder. Golpe la tierra con mi cola unas tantas veces hasta que derribé a los humanos que bailaron antes de caer sobre sus traceros.
El gato ligeramente golpeado intentó golpearme de nuevo sacudiendo su barra a los lados, se veía ridículo. La mujer bicho también empezó a golpear lanzando algo que se parecía mucho aún juguete, pero no dolía como uno, ambos estaban golpeándome y yo tratando de detenerlos dolía cada bramido era de dólor mezclado con irá.
La cabeza de la mujer era una madeja de pensamientos que no podía desenredar, me odiaba deseaba con desesperación mi destrucción y como lo imaginaba me daba miedo. Y entre las horribles imágenes de mi destrucción, se colaba la imagen de un niño de ojos verdes y cabello café que no sabía quién era pero me recordó mucho a Adrien.
Los ataques cesaron, cuando el hombre de disfraz de serpiente calló de rodillas soltando un escupitajo de sangre que llamó la atención de los otros dos que se olvidaron de mí para mirarlo, se veía extraño enfermó o eso parecía.
La mujer bicho preguntó algo raro.
—¿Cuántas veces fueron?.
La serpiente jadeando con sangre en los labios contesto.
—Lo llevé al límite.
Lo que fuera que significaría hizo sacudir los hombros del bicho y el gato que los ojos llenos de miedo me vieron, fue cuando rugí, lanzándoles una llamarada de la que no se como fue que la evadieron pero no salieron totalmente ilesos, se veían no se cómo decirlos: tostados tal vez, como los malvaviscos al fuego.
—¿Quien eres?.
Me preguntó la serpiente tambaleándose.
No sabía si podía hablar, algunos dragones en los cuentos lo hacen pero lo intenté.
—¡Emir...!.
Mi voz resonó de un modo extraño, los tres humanos se sacudieron como si les hubiera hecho algún tipo de dañó.
El hombre con el traje de serpiente me volvió a hablar lo hacía calmado y de algún modo era amable, me preguntó que era lo que quería y solo pude responder con todo mi anhelo.
—Adrien Agreste...
El bicho y el gato se miraron de un modo que me pareció interesante, era lindo, como mamá solía mirarme sus ojos reflejaban lo que creo era amor.
Entonces el gato se acercó a mi con su aire fanfarrón y su fastidiosa sonrisa parecía que se burlaba de mi y grito como si estuviera diciendo un chiste.
—Quieres a Agreste. Pues aquí lo tienes.
Y pronto brillo con una luz de color verde que de inmediato desapareció junto con él y quedó un humano de cabello castaño y ojos verdes aceitunados, como el niño de los pensamientos de la mujer bicho. Él burlonamente dijo ser Adrien Agreste y verlo sonreír me volvió a cegar de la irá.
¡Que clase de broma era aquella!. Él por supuesto que no era Agreste, los humanos mienten, los humanos lastiman: pude leer los pensamientos de la mujer bicho que tenía algo entre sus manos con lo que pensaba matarme.
Ya no lo soporté más y me fuí contra ellos, al ver que habían desatado mi irá su cabeza se llenó de su peor miedo el gato mentiroso creyó que lo acabaría con mis llamas y lo hice.
La mujer bicho grito con tanta irá que se lanzó contra mi ignorando el grito de la serpiente que grito algo que no entendí.
—¡Segunda oportunidad!.
O algo así, mi atención estaba en la mujer y en sus ojos que se tornaron negros, me odiaba y yo a ella ¿Qué había hecho para merecer tanto odió de su parte?, no lo sabía ni me importaba, dejé que mis instintos salvajes salieran y todo aquello de lo que me creían capaz probé mi poder contar la mujer hasta que la hice desaparecer en el instante que alguien la llamaba.
Ladybug...
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~AU MLB~ El Poder De la Luz
FanficMarinette se siente sobre pasada de responsabilidades es la super heroina Ladybug y guardiana de las joyas Miraculous, debe intentar seguir siendo una adolescente normal, sin dejar de lado sus sueños y el amor el cual ya no cree poder alcanzar. A Pa...