~AU MLB~ El Poder De la Luz

Identidades al descubierto

Adrien tuvo la impresión de encontrarse frente a alguno de sus abuelos, aunque ambos habían muerto antes de que él naciera, fue hasta fijo sus ojos con atención en ese hombre que se dió cuenta que en realidad se trataba de su padre. Se veía raro, más viejo tenía la cara marcada llenas de arrugas y su cabello estába en su totalidad blanco, había perdido el rubio platinado, era blanco como la nieve se le veía delgado al extremo su habitual ropa se le veía grande; Adrien miró a Nathalie suplicando con sus ojos una explicación de qué estaba sucediendo.

El chico sintió sus entrañas contraerse en un incómodo y nauseabundo nudo, al entrar en aquella habitación, que al igual que restó de su hogar estába iluminado por las luces eléctricas de su planta de energía privada, parte de la ciudad estába teniendo problemas en el suministro de energía por el exceso de uso que estaban teniendo en ésos momentos.

Su padre estaba sentado al otro lado de ese nuevo escritorio instalado ahí, bebiendo de una copa un líquido púrpura que no se le era familiar, pues él en las pocas ocasiones que bebía algo de licor prefería beber vinos claros, alguno blanco o rosado. El hombre dibujo una escalofriante sonrisa frunciendo sus mejillas colgadas, era una sonrisa amistosa pero su rostro envejecido no lo demostraba.

—Adrien, hijo...—dijo con alegría, dejando con cuidado su copa vacía. La poción mágica que bebía ya no tenía ningún efecto en él, sólo la bebía porque se le había hecho agradable el sabor.

Adrien se quedó pasmado un momento hubiera querido gritarle muchas cosas un momento antes, pero al verlo y no reconocerlo quedó desarmado y mudó. Gabriel adivino por el gestó de su hijo, que verlo como estaba ahora había sidó un shock para él.

—No tengas miedo Adrien, aunque no lo creas soy yo...¡El gran Gabriel Agreste...!—dijo con mofa su título y luego soltó una risa triste y lastímera.

Toda la energía maligna que había manejado y hacer circular por su sistema había llevado al fin su cuerpo al límite y solo había tomado la figura y apariencia del resultado de todo aquello, vivió mucho antes las amarguras de toda una vida había envejecido veinte años en sólo una noche de cierto modo tuvo un poco de suerte de no a ver muerto.

Su hijo estaba por preguntarle qué le había sucedido, cuando él volvió a hablar.

—Me alegra mucho que estés aquí, hay algo que quiero mostrarte y me digas que te parece.

Nathalie se apresuró para extenderle un folder con algunos documentos a Adrien antes de que esté pudiera decir algo, el rubio los hubiera arrojado lejos los documentos, no era el momento para hablar de trabajo o contratos, se detuvo de no ser por el breve vistazo que le dió a la primera página y reconocer en ella el apellido Couffaine, lo que llamó la atención del chico que leyó rápidamente el documento dejándolo boquiabierto.

—Es un fideicomiso para tu compañera Juleka, apartir de hoy tiene garantizados sus estudios hasta terminar sus estudios profesionales, no tendrá por qué preocuparse están cubiertos sus gastos de alimentación, salud hospedaje, movilización, materiales didácticos y cuando necesite, inclusive, añadí una cuenta especial para otros gastos vacaciones, cenas, bailes y ésas actividades recreativas. Y su madre la señora Anarka Couffaine ahora mismo debe estar recibiendo la notificación de que sus deudas están saldadas, además de que también e preparado un bono especial para ella por los próximos diez años, haciéndome responsable de todas sus necesidades durante ese periodo de tiempo —dijo Gabriel dejando a su hijo casí sin aliento, el cual movió un poco los labios para preguntar sin emitir sonido ¿Por qué?.

—Es lo mínimo que puedo hacer por Luka... —respondió Gabriel conmoviendo a su hijo que sólo veía un acto desinteresado de buena voluntad y no el cumplimiento de una promesa hecha previamente. En el poco tiempo que Gabriel y Luka compartieron fue lo que acordaron, Demon king se encargaría de poner a salvó a su hijo y el otro velaría por el bienestar de su familia si llegaba a pasarle algo malo, ahora su promesas estaba cumplida.