Capítulo Final

128 34 44
                                    


DAEMON

Estoy muy molesto realmente, no quería que el señor Monterrubio se enterara esta manera que Abby y tenemos algo. Pero bueno por lo menos me alegro que no alla puesto una mancha en mi expediente.

Aunque si estoy un poco preocupado porque Abby se quiere ir de la casa conmigo. Yo no quiero que ella renuncie al cariño de su familia por seguir mis pasos, para mi es mas importante que sea feliz, pero tampoco puedo obligarla a quedarse, así que esta tarde cuando regresemos de la Casa de Modas nos marcharemos de la mansión y comenzaremos nuestra nueva vida. Yo me encargaré de que ella sea la mujer más feliz del mundo y que nunca le falte amor.

Abigail Monterrubio Mendoza se merece el jodido cielo, quedan muy pocas chicas en el mundo tan nobles y dulces como ella.

Nos bajamos en la entrada de la Casa de Modas y algo me llama la atención, no veo a ninguno de los guardias que están encargados de vijilar el perímetro. Así que me pongo alerta y rápidamente le marco a Dylan, el aun está en lo de Andrea pero debe saber algo sobre este asunto.

-Dy, sabes si el jefe ha dado alguna orden de que se le retire la vigilancia a la casa de Modas de Abigail.

-Hermano, hace menos de media hora los que están encargados de esa zona se tenían que reportar y no lo hicieron.

-estoy parado en la entrada de la Casa de Modas y no están por ningún lado, ni siquiera los seguridad de la puerta.

-por nada del mundo entren a ese jodido sitio Daemon, ya estoy avisando a todos y vamos con refuerzos para allá, estaremos ahí en menos de diez minutos.

-OK, hermano no tarden.

Me volteo para decirle a Abigail que no entre a la Casa de Modas, pero esta ya no está, al parecer estaba tan distraída que ni siguiera presto atención a mi conversación con Dylan.

Miró hacia la puerta de él local y veo su sombra, así que está ahí dentro.

¡MIERDA!

Rápidamente entró corriendo tras ella, las manos me sudán y me zumban los oídos, joder que no le suceda nada a mi princesa.

ABBY

Veo que D saca el teléfono y marca un nomero así que lo dejo ahí en lo suyo y me dispongo a entrar dentro de mi Casa de Modas. Ya la estrañaba, hace un tiempo que no entro aquí y no veo a mis trabajadoras, pero sé que han estado haciendo un buen trabajo gracias a mi Asistente que ha sido más que mi mano derecja en estos días.

Amores Clandestinos. (NUEVA EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora