Capítulo 15

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Daemon

Estaba hablando con Dylan el cual parecía un poco ido y distraído, solo miraba por donde se fueron Abby y Alana la cual iba un poco alterada, no sé que le abra pasado, pero espero que Dy no tenga nada que ver, cuando de repente se va la luz en todo el lugar y esto no me huele nada bien.

-¿Qué cojo.... Está pasando aqu?- dice Dy alterado.

-hay dos guardias inconscientes en la puerta trasera y cuatro agentes heridos en los alrededores, al parecer alguien traspasó el perímetro de seguridad -escuchamos por el intercomunicador.

-mierda, mierda y más mierda -grita Dylan eufórico. Nunca lo había visto así.

-que no sea lo que estoy pensando.
-Digo y salimos corriendo junto con cuatro agentes hasta la oficina de Abigaíl la cual está completamente vacía, ni rastro de las chicas.

-joder es mi culpa si yo no...... Ellas no hubieran... - balbucea Dy, pero no dice nada en concreto y ya me está preocupando.

-¿si tú no que Dy? -le pregunto, pero cuando me va a contestar entra el señor Alfonso.

-¿Dónde están mis hijas?.-pregunta el señor Alfonso alterado.

-burlaron a nuestros guardias, señor, y al parecer se las llevaron por la puerta traerá cuando cortaron la electricidad . -dice uno de los agentes y Alfonso lo coge por el cuello de la camisa.

-su trabajo era que nada de esto, pasara.

Dylan y yo la tratamos de calmar y que suelte al pobre chico que solo estaba haciendo su trabajo.

-Papá,¿ Que pasa? ¿Donde están mis hermanas?

Llega Aleria luego de que ya han restablecido la electricidad junto a mi hermano. El cual nos mira a Dy y a mí con mirada interrogante.

-las han secuestrado mi niña, menos mal que por lo menos tú estas a salvo, no sé que sería de mí si se las hubiesen llevado a las tres.

Y dicho esto Aleria se desmaya en los brazos de mi hermano el cual la sostiene fuertemente contra él.

-alguien que traiga alcohol y sus medicamentos, deben de estar en su bolso, mi hija se ha desmayado -dice el señor y mi hermano la acuesta en uno de los sofás de la oficina, no sabía que Aleria padecía de alguna enfermedad.

-Ale despierta... - escucho a mi hermano susurrarle cosas, pero yo solo puedo pensar en cómo encontrar a mi hermosa princesa, la cual debe de estar muy asustada. De solo imaginarme el miedo que debe de sentir se me parte el corazón.
Aunque se que ella es fuerte y podrá con lo que sea que esté viviendo.

-Revisen las cámaras de seguridad, hay que hacer algo para encontrarlas, joder -habló, pero me tiembla un poco la voz.

-No hace falta, mis hijas tienen un rastreado en el cuello, llamen al especialista en tecnología.

Y dicho esto mando a llamar a Lucas por el intercomunicador, el cual es un crack en localizar y rastrear mediante aparatos tecnológicos. Este llega y en cuestión de segundos se pone a hacer quinientas mil murumacas en su ordenador escribiendo códigos y chimbas que no entiendo muy bien y de repente aparece una ubicación en el mapa de su computadora.

-listo ya di con su ubicación.-dice emocionado-están en movimiento, pero al parecer se dirigen a uno de los almacenes abandonados a las afueras de la ciudad. De todos modos a donde sea que vallan lo sabremos, ya que mediante esta aplicación -señala su ordenador -podemos ver su ruta en tiempo real.

Y no hizo falta que dijera nada más, ya que en cuestión de segundo teníamos organizado un operativo para ir a salvar a mi princesa y a su hermana.



ABBY

- Su padre se dedica a... No me vean así joder que me causan gracia con esas caras de niñas tontas-yo lo miro con el ceño fruncido y suelto todo el aire en un suspiro frustrado

-su padre es el líder en Madrid de The Alpha, que es una agencia de agentes encubiertos, aunque no tan encubiertos, ya que yo di con ustedes.
Donde él y sus estúpidos espías se quieren hacer los valientes y salvar a el mundo de personas como yo, pero lamento informarles que el mundo no necesita de héroes tontos.

-eso es mentira mi papá es un simple empresario y tú eres un imbécil, resentido, envidioso y poco hombre que lo único que quiere es divertirse un rato -dice Ana y este le da una cachetada que le hace sangrar el labio inferior.

-Déjala en paz-me remuevo en mí haciendo tratando de liberarme, las sogas me aprietan en las muñecas y sé que eso va a dejar unas marcas horribles

-Eres tan poco hombre que le pegas a una chica indefensa, que además está amarrada.-le grito, pero este solo me ignora.

-si es verdad lo que dices. ¿Qué es eso que papá te quitó? - le preguntó tratando de sacarle un poco más de información.

-Tu padre y sus estúpidos espías de pacotilla no dejan de meterse en mis asuntos, pero esta vez me robaron un chip muy importante y lo voy a recuperar cueste lo que cueste, así sea por encima de la vida de ustedes princesas hermosas -dice y se acerca a mí intentando acariciar mi rostro, pero yo echo la cabeza hacia atrás con asco.

Este iba a decir algo cuando de repente se empiezan a escuchar disparos por fuera del lugar donde nos encontramos y por la puerta entras unos tipos ensangrentados, uno de ellos al parecer tiene un balazo en el pie, ya que este le sangra mucho. Y cojea. -Señor, tenemos que salir de aquí, nos tienen rodeados han matado a la mayoría de los guardias y los otros están muy mal heridos entrarán en cualquier momento.-cuando escucho esto mi corazón se llena de una alegría inigualable.

-¿Cómo jodida mierda nos encontraron? -Grita el secuestrador.

-al parecer las chicas tiene un rastreador -dice el del disparo en la pierna -es la una manera de que nos hayan localizado.

-joder, joder, joder -grita el desgraciado pateando todo a su paso.
-Esto es tu culpa, imbécil, no si es para nada, tenías que percatarte de eso-le dice a uno de los hombres y luego saca su arma y le da un disparo en la cabeza y el hombre cae muerto en el suelo frente a nosotros.
No puedo evitar ponerme a llorar de puro horror, en mi vida había visto algo así y en mi corta existencia jamás había tenido tanto miedo.

-Señor no hay tiempo, tenemos que salir de aquí.-le dice el otro tipo como si nada.

-Por hoy se salvaron, pero muy pronto nos veremos las caras de nuevo.

Y dicho esto sale por una puerta junto a sus dos secuaces dejándonos en compañía de los disparos, de la soledad de ese sombrío lugar y con una cruda verdad. MI PADRE NO ES QUIEN DICE SER, MI VIDA NO ES LO QUE CREÍA, NADA ES Y NADA SERÁ COMO ANTES ... Vivo en un mundo de CLANDESTINOS, Mentirosos, que prefieren ocultar y fallar antes de decir la verdad. A las personas que dicen amar.

Amores Clandestinos. (NUEVA EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora