AbbyYa han pasado tres días desde el incidente y todas las tardes me las he pasado en el Gym entrenando distintas técnicas de defensa personal junto a mi hermoso guardaespaldas el cual hace mis días más alegres.
Ya sé algo de Boxeo y kárate, hasta me está enseñando a disparar aunque eso me da un poco de miedo.
-La verdad estoy sorprendido, al parecer la princesita aprende rápido, casi me derribas.-dice risueño y llamándome por ese apodo cursi que me ha puesto.
-Pero te falta mucho por aprender.
-Una semana más y ya verás cómo te parto esa bonita cara que tienes.-le digo y rápidamente trato de salir huyendo, pero este me toma por el brazo y me acerca a él, el cual está todo sudado y sin camiseta, lo cual complica mi autocontrol así que lo miro descaradamente de arriba abajo.
-¿Te parezco bonito?-me pregunta rozando sus suaves labios en mi oído y eso me eriza toda la piel.-¿Quién lo diría?-me sigue diciendo y yo no sé qué le pasa hoy, pero nada más que ha sabido provocarme.
Le doy un pequeño empujoncito y lo despego de mí.-¿No te han enseñado a respetar el espacio personal?-le digo roja como un tomate y este me mira y se muerde descaradamente el labio inferior, Dios, no sé si lo hace sin darse cuenta, pero eso me pone mucho, dónde dejó al ogro gruñón hoy, al parecer amaneció coqueto y galante, qué raro es que actúe así pero no me desagrada nada.
No sé qué me pasa cuando estoy cerca de él, pero siento una corriente eléctrica que me recorre todo el cuerpo y termina en mi intimidad, yo nunca había sentido algo así.
Ni siquiera con el innombrable.
Bueno y ahora sí me escabullo del ogro galante y me dirijo hacia mi habitación.
Cuando estoy en esta me quito toda la ropa y entro en el baño.
Me meto dentro de la tina y comienzo a pasarme la espuma por todo el cuerpo, viene a mi mente las imágenes de Daemon en el gym, sin camisa, con sus sexys abdominales y mordiéndose su grueso labio inferior, cómo se sintieron estos rozando mi oído, y comienzo imaginar cómo se sentirían esos labios por otras áreas de mi cuerpo y eso me excita mucho, siento de nuevo esa corriente recorrer todo mi cuerpo y terminar en mi ya húmeda intimidad, no puedo evitar hacer algo que nunca se me había ocurrido hacer, coloco mi mano derecha sobre mi húmeda vagina y comienzo a acariciar mi clítoris, al principio de manera torpe e inexperta, pero con el pasar de los segundos siento muchísimo placer así que aumento los movimientos.
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Amores Clandestinos. (NUEVA EDICIÓN)
Novela JuvenilAbigail pensaba que su vida era perfecta. Tenía un hermoso novio que la amaba y una familia increíble. Estaba cursando su último año en la carrera de Diceños de Modas en Francia y la verdad no le podía ir mejor. Hasta que un trágico día cambió su vi...