Epílogo

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Principios de Julio, 1985

Billy Hargrove pasó la noche del cuatro de julio en la feria del pueblo con unos chicos del equipo de baloncesto. Se persiguieron en la casa de los espejos; tomaron cerveza; Hargrove le ganó a todos sus amigos en la prueba del martillazo; tomaron cerveza y comieron palomitas; jugaron en los distintos puestos; Billy se ganó un gato de felpa rosa disparando a unos patos de lata; tomaron cerveza; subieron a las atracciones; vomitaron al bajar de la montaña rusa; y tomaron más cerveza. 

Hargrove tuvo que defender con furia su premio cuando uno de los chicos se quiso hacer el gracioso e intentó robárselo. Ese gato era para Harrington, lo había decidido desde el principio.

Había planeado encontrarse con el chico lindo "por casualidad" para ver juntos los fuegos artificiales. Pero, para su desilusión, Harrington no apareció. Extrañamente, tampoco había visto a ninguno de sus amigos, ni a los mayores ni a los pequeños, para interrogarlos sobre su paradero. Resignado, Hargrove dejó su decepción a un lado y continuó con lo suyo. 

El muchacho y sus amigos estaban pasándola de maravilla, pero su diversión fue interrumpida de repente. De un momento a otro, les ordenaron desalojar el lugar. Obedecieron a regañadientes. Se mezclaron entre la multitud que dejaba la feria y ahí, escuchando los murmullos nerviosos a su alrededor, se enteraron de que a un tipo le habían disparado hacía unos momentos. Hargrove y sus amigos se olvidaron rápidamente del asunto, y siguieron la diversión un rato más en el bar local.

Horas después, Hargrove volvió a casa, con su gato rosa bajo el brazo. Por fortuna, Neil y Susan habían decidido pasar un fin de semana romántico en Indianápolis, durante el feriado, y no volverían antes del domingo; si no, se hubiera visto en problemas por llegar tan tarde en la madrugada.

Se dejó caer en su cama sin desvestirse. Empezaba a dormitar, cuando escuchó unos movimientos en el cuarto de junto. Se incorporó a medias, alarmado, y prestó atención. Escuchó un golpe, un quejido bajo, y los susurros de Max riñéndose a sí misma por su torpeza.

—Joder... —masculló. Esos eran los sonidos que haría Max colándose por la ventana de su cuarto. Volvió a echarse. Ya la regañaría en la mañana.

—¿Hargrove...? —Ya debía estar dormido y soñando porque ésa era la voz de Steve Harrington. Abriendo un solo ojo, miró hacia la entrada y distinguió en la oscuridad la silueta inconfundible enmarcada por la puerta—. Max me dijo que me puedo quedar en el sofá, pero... no quiero estar solo... ¿Puedo quedarme contigo...?

—Claro... —balbució Hargrove, corriéndose hacia la orilla para hacer espacio, y en seguida, percibió un nuevo peso sobre el colchón, y sintió un beso en la comisura de los labios.

—Buenas noches...

—Mmmmh... —replicó Hargrove, medio dormido.

Se despertó muy tarde, cerca del mediodía, con resaca. Harrington dormía apaciblemente a su lado. Tenía cortes y moretones en la cara y su lindo disfraz de marinero, con el que vendía helado en el centro comercial, estaba salpicado de sangre.

—Carajo, Harrington —murmuró—. ¿A quién mierda hiciste enojar esta vez? —preguntó entre dientes. Molesto, pensó que podía adivinar lo que diría el chico: "No puedo contarte...". Joder, cómo lo odiaba a veces.

Bueno. Ya lo averiguaría, y quién sea que le hubiera hecho eso, ya se las vería con él.

Se levantó con cuidado para no despertar a Harrington, y colocó el gato de felpa en la almohada, para que su regalo fuera lo primero que atrapara su mirada al despertar. 

Luego de una visita rápida al cuarto de baño, donde se lavó la cara y tragó un par de aspirinas, fue a la cocina y se dispuso a preparar el desayuno mientras escuchaba la radio. Oyó la noticia de que el flamante y recién inaugurado StarCourt había explotado durante la noche. 

Lo primero que pensó fue que era una lástima no volver a ver al niño bonito en su lindo uniforme... Se preguntó qué iba a hacer ahora, si iba a tomarse un tiempo para descansar o si buscaría un nuevo empleo de inmediato... Suspiró. Esperaba poder convencerlo de que se uniera a él en la piscina pública. Mierda, eso sería grandioso...

*Fin*

***










Gracias por leer hasta acá, y por sus estrellitas y comentarios 💓
¿Qué les pareció? Pueden dejarme todas sus opiniones. Si sienten que algo sobró o faltó. Si odiaron o amaron algo. Lo que sea. Prometo tomar todos sus comentarios de la mejor manera posible 😳

Y aquí les dejo un poquito de spam jeje

Tengo otro fic de Harringrove que se llama Cosas raras
Y uno del ship de Chad Danforth x Ryan Evans de High School Musical llamado Inesperado
Y uno del ship de Miguel Rivera x Hiro Hamada llamado El músico y el nerd
Y uno del ship de Danny Fenton x Dash Baxter llamado Teddy Ghost

Todos los anteriores están terminados y acabo de empezar otro de Harringrove llamado Amores Extraños porque nunca aprendí a poner títulos :)

M*erdas normales (Steve x Billy - Harringrove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora