No importaba a dónde fuera, siempre podía sentir la presencia de su padre, aunque no literalmente. Sino era él, eran otros cuidando de cada paso que daba. Peter ya sabía identificar perfectamente cuando estaba en esa situación. Al principio no era tan obvio, pero con el paso del tiempo se había sentido acosado, así que, de pronto, era normal mirarlo escaparse de ciertas clases, de algunas personas e incluso de la misma escuela.
Ciertamente, Peter Parker estaba entre la espada y la pared, entre la libertad y esa delgada línea de lo correcto y lo incorrecto.
No iba a mentir, se sentía totalmente atosigado por Tony Stark. Sí, el genio millonario con un traje llamativo que salvaba el mundo a diario, era su padre. Y el hombre rayaba en lo paranoico cuando se trataba de su seguridad. Por mucho tiempo, Peter trató de convencerse de que era por su propio bien, que el hombre había pasado por tanto y que sus miedos eran totalmente fundados. Vamos, se trataba de Iron Man, seguramente tenía cientos de enemigos potenciales que podrían hacerle daño... Pero en los últimos días, Peter ya no estaba tan seguro.
***
Cuando Peter salió del elevador, lo primero que vio fue el rostro de Steve Rogers. Después, se dio cuenta que los vengadores estaban en su casa. Solo fueron unos segundos, Peter no los saludó, solo siguió de paso, ignorando el llamado de su padre. Al menos podía poner de pretexto que no lo escuchó por la música en sus auriculares.
Tony sintió una punzada de tristeza en su pecho, que ignoró olímpicamente, regalando una sonrisa a sus compañeros, antes de seguir en el asunto que estaban tratando. Sabía perfectamente que no fue convincente, pues la mirada de ellos se lo decía todo. Tony no deseaba oír ese temible "te lo dije", pues cuando adoptó al chico cuando solo tenía 4 años, ellos bien le dijeron que era una mala idea.
***
Peter estaba en problemas. La lluvia le daba una gran ventaja a su oponente. Su piel ardía debido a las descargas de energía que había recibido y su traje estaba roto en diferentes partes. Peter no quería reconocerlo, pero no sabía cómo ganar, se sentía molesto e impotente y le era imposible concentrarse.
—El pequeño Stark es la venganza perfecta.
Peter escuchó el siseo en la voz del otro como una sentencia de muerte. Estaba jodido.
Arremetió una vez más, con rabia.
Pequeño Stark, no era un pequeño y tampoco...
Hulk apareció de pronto y "aplastó" a electro. La lluvia se intensificó, los golpes iban y venían. Los rugidos de Hulk se sobreponían al ruido de la lluvia. Minutos más tarde, la armadura roja apareció con un dispositivo extraño en manos, el cuál uso junto a su compañero para neutralizar la amenaza. Al parecer Hulk solo fue usado para ganar tiempo.
Peter no esperó demasiado. Una vez que electro dejó de ser un problema, se dio la vuelta y estuvo a punto de irse, cuando en su visión se atravesó algo rojo.
—¿A dónde vas jovencito?
Peter bufó fastidiado. No quería hablar, solo quería largarse a su casa y tirarse como un animal en invierno para dormir durante meses.
—¿Qué demonios es esa expresión?—replicó Tony, sintiendo la molestia crecer dentro de él.
Los vengadores y SHIELD fueron apareciendo poco a poco para hacerse cargo de los daños y de electro. Aunque parecían no saber lo que pasaba, todos estaban con un ojo sobre ambos Stark.
Peter trató de esquivar a Tony, pero una mano apretando su brazo se lo impidió.
—¿No vas a decir nada? ¿Después de la idiotez de ponerte en peligro y no avisar a nadie para que te ayudara? ¿Es que a caso quieres morir?