Peter se dejó caer al suelo después de lo que acababa de hacer. Sus manos temblaban y sus oídos zumbaban, el suelo parecía moverse en ondas que lo hacían querer vomitar. Su corazón aleteaba fuertemente como si fuera a romper su pecho. Debía huir, debía esconderse.
***
Tony estaba en su taller, sentado, simplemente observando un punto lejano. Desde que había anulado el certificado de adopción de Peter, no dejaba de sentirse perdido, de sentirse un terrible ser humano, sin embargo, no podía echarse para atrás en su decisión. Tony no era apto, no era un adulto responsable que pudiera figurar como el padre de alguien. Era un vengador, un empresario billonario y... Todo eso le impedía ser lo que su hijo necesitaba... O necesitó, más bien.
Tony había tenido mucha curiosidad de como le estaba yendo al chico en SHIELD, si realmente había aceptado ser reclutado sin chistar o prefirió que servicios sociales se hiciera cargo. Pensándolo bien, Tony dudaba que no estuviera en SHIELD, dado que ellos sabían su identidad y sus poderes, así que, quisiera o no, debía estar en un lugar donde pudiera ser atendido de forma correcta acorde a sus habilidades.
Soltó un suspiro y se llevó las manos al rostro. Debía dejar de pensar en el mocoso, no tenía caso estarse lamentando, lo hecho, hecho estaba y no había forma de regresar el tiempo para evitarlo. En ese momento, fue que se percató que una torrencial lluvia estaba azotando la ciudad. Desde el piso donde estaba de la Torre Stark, podia ver las luces titilantes de la ciudad debido a las gotas de agua que golpeaban el vidrio. El clima parecía estar sincronizado con su estado de ánimo en ese momento.
De pronto, un estruendo se escuchó y la luz relampagueante del rayo, hizo que Tony soltara un jadeo al ver la silueta de una figura humana pegada al vidrio de su taller, que parecía observarlo fijamente.
Tony casi sintió que el corazón se le salía del pecho, en primera por el susto, y después al confirmar que se trataba de Peter en su traje del hombre araña. Sin pensarlo demasiado, Tony se levantó a prisa e indicó a VIERNES que abriera las pequeñas ventanas en la parte posterior para que el menor entrara. Tony vio con inquietud al chico, mientras se movía de esa peculiar forma por el vidrio y entraba a su taller.
-¿Peter?-murmuró con cautela, no sabiendo si debía acercarse a él o no.
El joven arácnido se quedó de pie a unos metros de distancia, en silencio y sin moverse ni un milímetro.
Después de la sorpresa inicial, Tony comenzó a reparar en el estado actual del chico. Su traje estaba sucio, roto en algunas partes, evidentemente había terminado de patrullar. Quizás había tenido un percance y necesitaba ayuda.
-¿Pet?
-Yo-su voz tembló-. Puedo... ¿Puedo quedarme... Aquí esta noche?-preguntó el menor con dificultad y en voz baja.
Tony pensó que era extraño y a la vez no tanto. Quizás se estaba escondiendo de SHIELD. ¿Debía llamar a Fury y avisarle sobre el chico? No, no tenía caso, ellos seguramente ya lo sabían. Tony no sabía qué hacer ni como actuar ahora. Se revolvió el cabello con una de sus manos y finalmente asintió.
Peter hizo una ligera inclinación con su cabeza.
-Voy a... Yo...
-Quédate dónde quieras-dijo Tony al verlo dudar-. Puedes... Usar tu vieja habitación si así lo quieres.
La verdad es que Tony había dejado el cuarto tal cual lo había dejado el chico. Solo varias pertenencias del chico se llevaron, dado que en el cuartel, no podía tenerlo todo.