Problemas

8.3K 622 49
                                    

En el barrio Uchiha, por lo general era muy tranquilo había muchas personas que odiaban lo ruidoso, entonces procuraban tenerlo así, hoy era todo lo contrario, las personas salían de misiones, regresaban, al parecer había reportes de el grupo Akatsuki, y tenían que estar informados, sobre todo porque el hermano mayor su líder estaba ahí, y tenían que informarle de todo, ellos no lo creían traidor, sabían que hizo lo que tenía que hacer por la aldea, al contrario lo creían un héroe. Justo ahora iban a informarle en su casa, con suerte lo encontrarían en pijama, una camisa grande y unos pequeños shorts, no es que fueran pervertidos si no que la pijama de su líder, lo hacía ver sumiso, y nadie era estúpido para no notar la belleza incomparable de su líder azabache.

- ¡Uchiha-sama! ¡Soy Diosuke Uchiha! y ¡Menma Uchiha! Venimos a informarle de Akatsuki, al parecer han intentado atrapar al de ocho colas. - Adentro se escuchaban traqueteos y cosas cayéndose. Al ver la puerta abrirse, inmediatamente se taparon la nariz eran muchas feromonas a la vez. Se sorprendieron al no ver a su líder, si no a un rubio bastante agitado y sudado. Suponían lo que estaba pasando, pero no dijeron nada.

- ¿El viejo Hachibi? - Dijo el rubio apenas salió de la casa, mientras un azabache en iguales condiciones que el rubio salió detrás de él.

- ¿Lo conoces Naruto? - Ovbiamente ya sabía la respuesta, pero debía de actuar. Cuando giro la mirada, vio que sus subordinados sufrían por tantas feromonas. - Lo siento, chicos. Pueden irse, más tarde iré a la estación, y hablaremos a detalle. - Con una reverencia se retiraron sin más.

- Oye, pensaba que te gustaba Uchiha-sama. - Hablo el ojionix caminando por la aldea, al ojiazul.

- Así es, pero desde el principio solo fue una misión, y aunque lo bese, nuestras feromonas no combinan del todo, las suyas son dulces y las mías son dulces y agrias. - Dijo un poco decepcionado. - Además, nos tuvimos que cubrir la nariz porque combinaban perfectamente las feromonas, y... Yo sabía que Sasu... no, Uchiha-sama tenía a alguien de la infancia que amaba, no lo quiero forzar.

- Ya veo, eso no significa que no puedas encontrar a tu destinado. - Sin más le dio unas palmadas de aliento para seguir caminando. Cuando un golpe les llamo la atención.

- Auch. Lo siento - Era una pelirrosa que había chocado con el azabache ojiazul. Cuando bajo la mirada se quedó boquiabierto, eran unos hermosos ojos jade, una refinada cara, y unos labios delgados brillantes. Mientras su amigo lo veía divertido al parecer había sido más rápido de lo que pensaba.

- N-No importa, cuidado para la próxima. - Dijo formalmente, a la chica y a el al otro chico les cayó unas gotas de sudor. Sin más se fue la chica con una hermosa sonrisa y un ademán de despedida.

- ¿Que demonios amigo? - Dijo abrazándolo por los hombros.

- No, no se, solo la vi y me quedé sin palabras... - Si, definitivamente tenía que ayudar a su amigo.

Mientras tanto en la casa del azabache:

- ¿Lo conoces Naruto? - Volvió a preguntar al no obtener respuesta.

- Si... El me ayudo a controlar a Kurama. - Ante esto solo pudo quedar en silencio quería darle su espacio.

- Tranquilo Naru, dicen que lo intentaron no lo lograron, supongo que no eran rivales para el. - Dijo dándole una sonrisa confiada y ojos entre cerrados. - Pero tal vez, también te estén buscando. - Sabía que no lo lograban capturar, pero ahora sabía el terror que le causaba que tratarán de capturar a su rubio.

- Ahora tu eres el que me preocupa, no tienes de que preocuparte, no dejaré que me capturen dattebayo. Además te tengo a ti, uno de los mejores policías aquí. Cuando secuestraron a Gaara, por un momento pensé que podría ser yo el siguiente, por eso entrene aún más, para hacerme más fuerte. - Dijo un poco triste.

- Lo se Naru, pero no importa lo que pase, yo voy a estar aquí, y además eres muy querido ahora por toda la aldea, hemos oído tus hazañas. - Dijo en tono burlón lo último.

- ¡Pero si fueron hazañas dattebayo! - Dijo para luego los dos empezar a reír.

- Bien, nos vemos luego. - El azabache dio un corto beso en los labios del contrario, para luego irse. Después de eso el rubio espero unos minutos para oler más las feromonas del azabache, para luego soltar algunas, y luego irse a caminar por la aldea. En esta, muchas miradas ya no eran de odio si no de admiración o respeto, los más grandes todavía le tenían algo de odio, pero definitivamente no era como antes. Cuando alcanzo a oler cerezos, no era su temporada, así que se acercó más a su olor, y vio a su vieja amiga pelirrosa.

- ¡Sakura-chan! Cuánto tiempo dattebayo. - Dijo acercándose rápidamente, cuando está lo vio, copio sus movimientos y se acercó a abrazar a su amigo.

- ¡Naruto! ¿Hace cuanto regresaste? - Le daba miedo responderle pues su amiga tenía un temperamento muy fuerte.

- Hace como un día. - Susurro lo último, pero no fue suficiente para que no escuchara la pelirrosa.

- ¡¿Cómo que un día?! ¡¿Ya fuiste a ver a Sasuke-kun?! - Juraba que si su amigo decía que no, lo iba a mandar volando por los aires.

- Ya... De hecho pase la noche con el... - Dijo sonrojado hasta las orejas, mientras su amiga estaba igual aunque estaba realmente feliz por sus mejores amigos.

- Q-Que directo, bueno me alegro por ustedes, por fin se dijeron lo que sienten. Valla Naruto, si que hiciste esperar a Sasuke-kun, pero mientras el este feliz lo entiendo. - El rubio asintio felizmente mientras la otra reía divertida. Su amigo si que parecía enamorado.

- ¿Y tú Sakura-chan? ¿Ya encontraste a ese alguien especial? - Ante esto, la pelirrosa se sonrojo, tal vez si había alguien.

- E-Emm, no se, hoy hablé con un chico, era muy atractivo y lindo, choque con el. Y fue como un click en mi cabeza. - Ante esto el rubio la miro pícaramente, la ayudaría a tener a ese chico.

- ¡Hoy estás de suerte Sakura-chan! ¡Te ayudaré a conquistar a ese chico! - Prácticamente el rubio le gritó eso a toda la aldea.

- ¡Cállate idiota! ¡Nunca cambias! - Dijo para salir corriendo de la vergüenza.

- ¡Con esa actitud no vas a conquistarlo Sakura-chan! ¡Que no te de pena seguir tu corazón! - Dijo el rubio corriendo tras de ella, aún gritando por toda la aldea lo mismo una y otra vez. Mientras un azabache ojiazul los veía divertidamente, esperaría con ansias la conquista de esa linda pelirrosa, que estremeció su corazón.






¡Esta vez no!   (OMEGAVERSE) •Narusasu•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora