"Aquello que tuvo un comienzo pero que no contará con un final. Lo sempiterno, por lo tanto, es perpetuo ya que se extenderá por siempre".
[Edmun x Female]✓
@Chica0indiscreta
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°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°° Después de aquello, las cosas fueron mucho mejor para Lucy. Amelia se encargó de que Edmund dejara de burlarse de ella, y ni ella ni nadie tuvo ganas de hablar del armario, que se había convertido en un tema bastante incómodo. Así pues, durante un tiempo pareció como si todas las aventuras fueran a terminarse; pero no iba a ser así.
Justo hoy estaban todos en el patio trasero tratando de matar tiempo, Lucy le estaba aplicando la ley del hielo a Edmun y jugaba con el cabello de su amiga que estaba recostada en el césped, le ponía flores entra las delgadas trenzas que ya le había hecho. Susan, leía una novela romantica que había encontrado por ahí. Amelia recostada con la cabeza en las piernas de la menor, leía un libro sobre poesía, sus ojos se peleaban por cerrarse ya que el sol le golpeaba en la cara. Su vestido delgado volaba con el aire molestando a la chica que a cada rato lo alisaba.
-¡Peter se prepara! ¡Listo para mandarlo a la banca con una curva!- anunció emocionado el rubio para después tirarle la pelota a su hermano que estaba bastante distraído con la mirada en la castaña que disfrutaba del sol; hasta que sintió un golpe fuerte en su brazo.
-¡Ay!- se quejó tocando su brazo.
-Despierta bella durmiente- le regaño con tono molesto el rubio sabiendo cuál era la distracción de su hermano, mejor dicho, quien lo era.
-¿Por qué no jugamos a las escondidas?- sugirió ignorando a su hermano mayor, Lucy y Amelia le lanzaron una mirada molesta, tenían que ser las escondidas ¿No?
-Tu dijiste que era un juego aburrido- le dijo Peter.
-Ademas- hablo Susan -Aquí afuera podemos tomar aire-
-Es el mismo aire que adentro- hablo sarcastico Ed, el comentario hizo que Amelia soltara una pequeña risa mandandole una mirada divertida al castaño.
-Cállate y batea- le regaño el rubio a su hermano cuando noto que se volvía a distraer con la castaña -¿Listo?-
-Siempre lo estoy- le respondió soberbio preparándose para batear. Amelia presenció como Peter lanzaba con fuerza la pelota y Edmun impulsó para batear fuertemente lanzando la pelota por todo el jardín y chocó con la ventana de la mansión provocando el ruido de algo romperse.
Todos compartieron una mirada asustados comenzaron a correr para ver de que se trataba.
Cuando llegaron a la habitación donde estaba la ventana rota vieron una armadura medieval completamente destrozada por todo el piso. Amelia miraba aterrada todo, ella sabía que les esperaban un buen castigo de parte de Macready.
-¡Ay no! Macready va a matarnos- hablo nerviosa mordiendose las uñas. Peter la vio con preocupación para después girarse molesto hacia su hermano.
-Bien hecho Edmun-
-¿Yo? Tu la lanzaste asi- le gritó molesto el castaño. Pero en eso escucharon un ruido en las escaleras, supieron que se trataba de la ama de llaves.
-Corran- anunció el mayor para salir de la habitación de prisa, todos le siguieron excepto por Amelia que aún estaba algo asustada por que Macready la castigue, ella suele ser muy severa en esos temas. Salió del trance cuando sintió a alguien tomarla de la muñeca y hacerla correr lejos de la habitación, cuando reaccionó vio a Edmun correr junto a ella para alcanzar a sus hermanos. En un momento estaban en el mismo pasillo de la habitación donde estaba el armario. Pensaron que ya se habían salvado pero volvieron a escuchar pasos detrás de ellos así que Edmun los dirigió directo a la habitación donde estaba aquel armario y cerró lentamente la puerta tratando de no hacer ruido.
-¿Qué esperan? Entren- señaló el armario mientras caminaba a el para abrir la puerta.
-Debes estar bromeando Ed- hablo Susan pero en eso los pasos de Macready se volvieron más audibles, así que no tuvieron más remedio que ocultarse en el armario, siendo Peter el último en entrar cerró lentamente la puerta traes el, sin pensar en la tontería que era meterse cinco personas en un armario.
-Muevanse- se quejó Amelia siendo aplastada por la espalda de Susan, Edmun que estaba a su lado la volvió a tomar de la mano para que ella estuviera más comoda; Amelia no imaginaba que pudiera dar más de dos pasos en ese viejo armario pero ahí estaba de pie, entre un montón de abrigos con olor a naftalina, caminando de la mano con Edmun y sus demás hermanos detrás de ella.
De un momento a otro Lia sintió como sus pies se hundían en nieve y ramas de pinos rozaban sus brazos de repente sus ojos se cegaron por la blanca luz de un bosque nevado. De repente detrás de ella escucho dos golpes y giro para encontrarse a Peter y Susan en el suelo habian tropezado con una rama de pino y estaba segura que ella pudo haber caído también si no hubieras sido por la mano de Edmun que la mantenia cerca.
-Es imposible- dijo con asombro la mayor mirando a su alrededor la mayor.
-Es cierto- apenas pudo pronunciar Lía mirando como la nieve caía sobre ella. Se había estado pellizcando en el brazo para asegurarse que eso no fuera un sueño, pero aún que eso llegará a ser un sueño ella preferiría seguir soñando.
-Supongo que un perdón no es suficiente ¿cierto?- le dijo Peter a su hermana menor.
-No, no lo es- respondió ella, pero rápidamente tomó una bola de nieve -Pero esto si- le tiró la bola de nieve a la cara riendo.
Así comenzaron todos una guerra de nieve excepto Edmun que se debatía si había sido una buena idea traerlos a todos aqui, conforme el plan que tenía con la reyna. Pero sus pensamientos pararon cuando sintió una bola de nieve cayendo en su cara.
-¡Ey! Ya basta- se quejó malhumorado tratando de encontrar a la persona que le había tirado la bola de nieve. Amelia miro asombrada al chico por como se molestó tan de repente, oculto sus manos en su espalda para que el castaño no notará que había sido ella la que le lanzó la bola de nieve. Cada día le parecía terriblemente difícil descifrar la actitud de Edmun.
-Eres un mentiroso- le acusó su hermano mayor.
-Tu tampoco le creiste- se defendió el castaño
-Ed, sólo disculpate con Lucy- hablo Amelia tratando de evitar una pelea, Edmun la miro inseguro, odiaba admitir que se había equivocado aún con la chica ahí delante, pensará que es un tarado.
-¡Di que lo sientes!- le insistió su hermano.
-Si, ya oí, lo lamento- dijo simple con tono molesto mirando a su hermana menor.
-Tranquilo, los niños pequeños no saben cuando dejar de mentir- se burló la menor de todos.
Amelia estuvo de acuerdo con Susan cuando dijo que lo mejor sería irse de ese desconocido lugar. Pero Edmun opinó que deberíamos explorar un poco más allá del faro, Amelia obvservo el nerviosismo del chico que trataba de evitar su mirada.
-Creo que Lucy merece decidir a donde ir- hablo el mayor de todos.
-Vamos con el señor Tumnus- dijo emocionada la menor; Amelia sonrio entusiasmada y tomó la mano de Lucy para comenzar a seguirla, al fin estaba viviendo su gran aventura, sintió la adrenalina en su cuerpo rogandole por correr por la nieve y perderse en ese blanco y frío bosque en aquel mundo desconocido.
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