"Aquello que tuvo un comienzo pero que no contará con un final. Lo sempiterno, por lo tanto, es perpetuo ya que se extenderá por siempre".
[Edmun x Female]✓
@Chica0indiscreta
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Maratón °°°°°°°°°°°°°°°°°°5/5°°°°°°°°°°°°°°°°°
Las chicas conversaron emocionadas por lo susedido sobre Edmun y Amelia aquella noche. Las hermanas Pevensie ya se esperaban que eso pasaría pero no podían negar que les emocionó enterarse. La charla comenzó a guiarse hasta lo sucedido con Aslan y como su actitud había cambiado tan de repente después de la charla con la bruja. Eso preocupo a las tres jóvenes que aunque lo intentarán Susan y Lucy no lograban conciliar el sueño.
Tras haber permanecido acostadas contando ovejas y dando vueltas y más vueltas, solo Amelia pudo caer en los brazos de morfeo durmiendo placidamente, pero Susan escucho como Lucy soltaba un largo suspiro y se removía justo a su lado, en la oscuridad.
-¿Susan?- le hablo la pequeña a su hermana.
-¿Tampoco puedes dormir?- le preguntó la mayor a su hermana menor girando a ella.
-No, ¿No sientes que algo más pasará? Algo grande- añadió en susurró, ambas sabían que Amelia si había consiliado el sueño en ese momento.
-Exactamente así me siento, luego de la actitud de Aslan está tarde- hablo decaída la chica -Hay que salir para no despertar a Lia- le susurró la mayor saliendo de la tienda junto con Lucy.
Al amanecer Amelia despertó con un roce suave por su mejilla cuando abrió los ojos y no vio a nadie frente a ella tomó una de sus dagas de debajo de su cama y apuntó hacia la entrada de su carpa donde una druida le esperaba, rápidamente la chica bajo el arma apenada.
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-Majestad le tengo terribles noticias de las reynas Lucy y Susan- dijo con voz solemne.
Cuando se enteró de todo y la druida la dejo sola en la carpa, Amelia se vistió rápidamente y salió viendo a su al rededor a todos alarmados.
-¡Edmun, Peter!- les llamo cuando los vio junto al jefe de cuadrilla. Estos dos la miraron con preocupación, ella esperaba que todo fuera una mentira. Que sea una broma. Pero no fue así, la preocupación se reflejaba en los ojos de los hermanos Pevensie. A paso lento y con los ojos ardiendo de tristeza se acercó a ellos.
