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Edmun moría de hambre en aquella pequeña y helada celda, su pie ya ardía de frío por las cadenas que lo rodeaban. Vio el pedazo de pan duro con la taza de agua que obviamente estaba fría, le dio un mordisco al pan pero sabía rancio y tan duro como roca.

Lo escupió y tiro al piso, se abrazó a sí mismo, triste y decepcionado de sí mismo, desde un principio supo que era una mala idea y aun así siguió con ese estúpido plan sólo por aquel pequeño capricho y adicción repentina a las delicias turcas al igual por su egocentrismo y avaricia al querer ser rey, en ese momento pensó que nunca hubiera sido un buen rey de todos modos, al fin y al cabo ya se debió haber ganado el odio y repudio de todo aquel que haya sabido lo que hizo contra sus hermanos y contra Amelia...

Lía, era todo lo que pensaba mientras las horas transcurrían en aquel pequeño lugar. Si tan sólo se hubiera quedado con ella, cuidándola, si tan sólo hubiera hablado con ella sobre la idea de unirse a la bruja blanca, sabía que ella lo hubiera hecho entrar en razón, era su poder sobre él, hacerlo darse cuenta que estaba mal y aunque odie que otras personas recalquen sus errores, ella tenía algo, un brillo que hacía no poder odiarla.

Se sentía tremendamente arrepentido de no haberle podido decir lo que sentía, de no haber podido tomar su mano por más tiempo, de no haberla besado cuando tuvo la oportunidad.

Y ahora moriría en aquella celda siendo lo último que hizo fue ponerla en peligro. Incluso llegó a pensar que se merecía morir por haber traicionado a sus hermanos, darles la espalda al igual que a Amelia... su Amelia.

Por otro lado una castaña tenía sus pensamientos tan revueltos como Edmun, la angustia de que algo malo le haya pasado le carcomía la cabeza

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Por otro lado una castaña tenía sus pensamientos tan revueltos como Edmun, la angustia de que algo malo le haya pasado le carcomía la cabeza.

Al menos ahora se encontraban a salvo de los lobos que seguían un falso rastro al norte al contrario de su verdadero camino, gracias al zorro que aún que salió mal herido logró desviar a la manada lejos.

Ahora estaban en una cueva con una pequeña fogata, todos estaban durmiendo pero Amelia no lo lograba, pensar que si hubiera sostenido la mano de Edmun unos minutos más tal vez el seguiría ahí o al menos se hubiera ido con el pero de esa forma así sabría si estuviera bien o no.

El castaño no salía de su mente, él y su mirada que desearía sentir como momentos antes de su desaparición. Quería volver a tenerlo junto a ella. Quería volver a sentir aquel remolino que sólo se describía en los libros con un romance tan dramático de novelas. Quería saber si él se sentía igual y si no fuera así lo aceptaría con todo el dolor de su corazón, pero quería que estuviera a salvo. Miro a la luna deseando volver a verlo.

Se sentía desdichada, al fin estaba viviendo una aventura, estaba cumpliendo su sueño de ser toda una aventurera en un mundo extraño y conocer criaturas mágicas; todo lo que alguna vez imagino.

Pero su corazón estaba desecho, desmotivado y todo sentido de aventura parecía tener sin sentido sin "El" a su lado y no encontraba razón para estar feliz si uno de sus amigos estaba en peligro, peor aún si ese amigo era Edmun... su Edmun.

Sempiterno─《𝐓𝐡𝐞 𝐂𝐡𝐫𝐨𝐧𝐢𝐜𝐥𝐞𝐬 𝐨𝐟 𝐍𝐚𝐫𝐧𝐢𝐚》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora