GATE 1878 "asi el imperio britanico fue a lucha a alli" [traduccion]

CAPITULO 9

Jack buscó a tientas con su revólver, tratando de cargar nuevas balas en él.  Aunque no era tan aterrador como un dragón, su nuevo enemigo ciertamente era amenazador.  Dudaba que, si llegara el momento, sería capaz de derribarlos a todos a la vez.

Treinta mujeres a caballo, todas vestidas con armaduras y portando espadas, acababan de derrotar a los bandidos que habitaban Sevso.  Jack había estado bastante seguro de que podía vencer a los bandidos, pero contra esta nueva amenaza, no tenía ninguna posibilidad.  Trató de controlar su pánico y continuó cargando balas en su arma.

A diferencia de los bandidos a los que se enfrentó anteriormente, estas mujeres claramente no eran una banda de desertores de mala calidad.  Usando una armadura de placas completa, con la excepción de los cascos por alguna extraña razón, serían esencialmente invulnerables contra el sable de Jack.  Ni siquiera estaba seguro de si su pistola funcionaría.  Además, llevaban espadas y lanzas;  su propio uso de las armas le había enseñado cuán efectivas eran a caballo.

Armado sólo con una pistola y un sable, Jack no pensó en sus posibilidades contra ellos.  Incluso si pudiera usar la pistola con su mayor efecto, algo que probablemente nunca sucedería, todavía solo derrotaría a seis de las treinta mujeres.  No podía luchar, tendría que correr o esconderse.

Habiendo terminado de recargar su revólver, Jack trató de escabullirse de las mujeres acorazadas.  Caminó lo más silenciosamente posible y trató de encontrar un mejor escondite.  La casa detrás de la que se estaba escondiendo era una buena opción, Jack abrió lentamente la puerta.

"¡Tú, detrás de la casa!"  Jack se congeló ante la voz.  "Sal y te daremos una muerte rápida; ¡mucho mejor que los desertores como tú mereces!"

Jurando en voz baja, Jack se aseguró de que sus armas estuvieran envainadas antes de caminar al aire libre con las manos en alto.  Ahora podía ver a la persona que había hablado, una mujer pelirroja con mucha menos armadura que las demás.

Jack disimuló su miedo con una amplia sonrisa y la voz más segura que pudo reunir respondió: "¡Gracias por la ayuda! Temí que estaba acabado cuando esos bandidos me atacaron".

Otra mujer, esta de cabello rubio a pie, se acercó a él y le puso una espada cerca del cuello.  Jack hizo todo lo posible por continuar con su acto de confianza, a pesar de la clara amenaza en su cuello.

"¿Quién eres tú?"  Preguntó la mujer pelirroja.  Jack vaciló, lo que provocó que la rubia acercara su espada a su garganta.  Habla o haré que Bozes te corte la cabeza.

Jack sabía que no podría evitar la verdad, su experiencia con los bandidos lo dejó claro, así que decidió que ser sincero funcionaría mejor.  "Capitán Jack Campbell, 17º Regimiento de Lanceros, al servicio de Su Majestad la Reina".

"¿Qué reina?"

"Reina Victoria del Reino Unido".  Podía decir que estaban confundidos, no que los culpara;  ninguno de ellos había oído nunca de lo que estaba hablando.  "Desde más allá de la puerta", explicó.

Todas las mujeres con armadura se tensaron de inmediato, técnicamente eran sus enemigas después de todo.  Algunas de las mujeres que no habían estado prestando atención a su situación ahora cabalgaban cerca de él, con las espadas desenvainadas.  Si Jack no hacía algo, probablemente se enfrentaría a una ejecución.

"Como oficial, me gustaría entregar mis armas y pedirle que me lleve a Sadera, donde los diplomáticos británicos están negociando actualmente con su emperador, para que pueda hablar con ellos".  Jack no estaba en posición de hacer peticiones, pero muchas veces los soldados no sabían eso y simplemente cumplían por costumbre.