Capítulo 21: Noche especial

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Anna.

—¿Qué te pasó?—fue lo primero que preguntó mamá apenas entré.

No le conteste y deje la pizza en la cocina, tome un pedazo con mi madre siguiendome los pasos mientras se dirigía a mi cuarto. Ultimamente no era la mejor mamá del mundo, como dije antes... parecía evitarme, le escribía y no me contestaba y casi nunca estaba en casa. Me di un baño y cambie mi ropa por algo más cómodo. No tenía ganas de leer, no tenía ganas de ver la televisión, no tenía ganas de pensar en nada.

Nuevo mensaje

Kevin: Anna... ¿Estas ahí?

Anna: Aquí  estoy...

Kevin: Me enteré que no vas a trabajar más en la cafetería. ¿Qué sucedió?

Anna: Pero si es lunes festivo ¿Como te enteraste?—El chisme volaba en esa empresa.

Kevin: Estaba llevando unos papeles a casa de Tania y ella me dijo porque su jefa sabía—la cadena del chisme, debía imaginarme los comentarios.

Anna: No me sorprende. Conoces de mi relación con Lionel, lo decidimos... es lo mejor, no podemos tener una relación en la empresa—Menti, en realidad él lo había decidido.

Kevin: Entiendo... ¿Qué harás ahora?

Anna: Mañana tengo una entrevista con uno de sus amigos.

Kevin: Espero que todo se te dé, igual la cafetería no te merecía, opacaba tu belleza—sonreí.

Anna: ¿Como van tus cosas? ¿Tu novia, todo bien?—pregunté tratando de cambiar el tema, no me molestaban sus cumplidos, siempre los había hecho, hasta llegué a pensar que solo lo hacía para que no me sientiera mal por mi ya que el conocía sobre mi problema de autoestima.

Kevin: Terminamos hace dos semanas.

Anna: ¡Wao! no me esperaba eso, lo siento.

Kevin: No te preocupes...🙃

Una idea se cruzó por mi cabeza y...

Anna: Kevin, hoy se estrena una muy buena película en cine, la he querido ver, pero Lionel últimamente tiene demasiado trabajo, ¿Te gustaría ir conmigo? 😅

Kevin: Si no tendrás ningún problema después, cuenta con eso. Es bueno revivir viejos tiempos. ¿Paso por ti a las siete?

Anna: Sí, te espero a esa hora. Ni un minuto más.

Me vestí rápidamente y espere por Kevin, me habia decidido por un Jean gris y una camiseta blanca sencilla, también llevaba mi chaqueta de cuero, ya que en esta época del año hacia bastante frío. Estaba a punto de salir cuando me encontré con mi madre en la entrada de la habitación.

Me observó tocando sus manos ansiosa y yo me preocupe al ver su cara.

—¿Sucede algo?—Parecia que tenía algo muy importante que decir.

—Necesitamos hablar—dijo y observe el reloj para ver si me daba tiempo, faltaban cinco para las siete.

—Habla rápido, pasarán por mí en aproximadamente cinco minutos—conteste con evidente curiosidad por saber que la tenia así.

—¿Saldrás con Lionel?—Negué y suspiro aliviada.

—Pensé que te caía bien—su gesto fue muy notorio.

El Diario De ANNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora