Anna.Querido y hermoso diario.
Empezamos el día excelente, muy bien, es decir... Nunca me había sentido tan bien en mi vida, no... es el mejor de todos, el sol resplandece con locura, hoy tendré una cita muy importante en el trabajo, hablaremos de cosas muy serias por el bien de la empresa, de mi dependerá que todo vaya bien.
—¡Cariño! Vas a llegar tarde a trabajar— gritó mamá desde el piso de abajo.
La melodiosa voz de la sirena proviniente de las rocas marinas en donde hacen su ritual cada día se colan en mis oídos convenciendome de que está en lo correcto, y sería el mejor día de todos. Mi príncipe viene a recogerme en su carruaje cada día, él es increíble... Es tan... Encantador. La cascada de agua que está detrás suyo combina perfecto con el iris de sus ojos azules. Mi vista es realmente increíble...
—¡Anna! Siempre llegas tarde... ¿Cuando vas a madurar?—cerré mi diario de mala gana y lo metí en mi cartera, me eché un vistazo al espejo antes de salir y verme con la camiseta que me quedaba mejor.
—Detesto esa camiseta—Dijo mi madre apenas me vió con su cara llena de asco.
Es gris, sin casi color, ancha y me esconde. Es perfecta, además me costó un dólar.
—No te la pones tú—le dí un beso en la mejilla—pero para complacerte pasaré por la tienda de segunda mano y compraré bonitas camisetas.
—Ajá— respondió mi mamá con sarcasmo— cada vez que vas vienes con cosas peores, pareces que te escondieras... Eres una mujer hermosa, se pierde toda tu sensualidad en esa fea y vieja camiseta— las mamás siempre viendo a sus hijos hermosos, es una vil mentira. No todos son bonitos e incluso los niños no todos lo son y esa es una verdad que por más cruel que suene, es cierta.
—Te amo mamita—me despedí de ella tomando el porta comida y metiéndolo en el bolso, abrí la puerta y me encontré con Kevin esperándome en su bicicleta.
Lo salude chocando los puños y deseándole buenos días. Tome mi bicicleta y me coloque el casco para irnos juntos al trabajo, le sonreí y el hizo lo mismo haciendo que sus ojos azulados parecieran el cielo mismo.
Kevin y yo fuimos mejores amigos en la secundaria, luego me di cuenta que me gustaba e intentamos ser novios, pero todo acabo exactamente tres semanas después; el confesó que no estaba enamorado de mí y que no quería arruinar nuestra amistad y así fue que nos hicimos de nuevo mejores amigos aunque aún sentia un gusto culposo casi indecente por él. Como contaba... al mes de terminar nuestra muy breve relación Kevin se hizo novio de la chica más guapa y delgada de la secundaria, claro... ella le puso el cuerno con el chico más lindo y guapo a los dos meses juntos. Ahora Kevin vivía con su novia Karina desde hacía dos años y vivian enamorados el uno del otro según su cuenta de Facebook. Mientras tanto yo desde ese momento perdí mucha más confianza en mí, siempre fui la burla en mi clase y la escuela por mis kilos de más, cuando el rechazó mis sentimientos de la forma más amable que pudo ser me recrimine a mi misma mi poca belleza que hizo que él no se enamorara de mi y pensé que yo en su lugar también hubiese hecho ese cambiazo ya que el era demasiado guapo, atento, comprensivo y amable para estar conmigo.
—Anna ¿Cuando será el dia que salgas temprano?—preguntó observando su reloj con el ceño fruncido.
—Mañana saldré temprano Kevin.—le respondí.
Decía diariamente lo mismo por lo que solo dobló los ojos hacía arriba y yo sonreí con malicia. Empezamos la ruta como cada dia, compitiendo uno contra el otro, el que ganara compraba el café del otro y... Gané yo.
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El Diario De ANNA
RomanceAnna es una mujer de veinticinco años, común y corriente, tiene el rostro dulce y la mirada chispeante. Vive encerrada en su pequeño mundo ficticio en el que se traslada una vez escribe en su diario, en él escribe de su día a día, pero no de la man...