(Pasado VII)Nicolás.
No podía dejar de pensar en Anna y en lo que casi sucedia, aunque habia descubierto que ella era la chica del diario no podía dejarme llevar por mi instinto de tenerla, consolarla y más si el estúpido de Lionel la hacia sufrir.
—¿Dejaras que se vaya sola?—le pregunté entrando a su habitación sin permiso, el me ignoró y empezó a vestirse, sali de la habitación y observe por la ventana como se montaba en su carro haciendo rechinar las llantas para ir tras ella.
Después de que Anna confesara que habia perdido su diario no me detuve y seguí leyendo, necesitaba confirmar que estaba en lo correcto y no me pasara como Renata, que no me equivocara esta vez.
Así que empecé a releer y leer colocando su rostro en cada palabra, al final del diario me di cuenta que a su tía y a mi no nos habia cambiado el nombre, si tan solo hubiese leído un poco más había descubierto de quién se trataba, sino le hubiese hecho caso a Barbara, hubiese sabido quién era.
"Lastima que no me gustó lo suficiente. No puedo decir que no era agradable a la vista porque estaría mintiendo cuando se me acercó y dijo ¡Oh R! Eres tan hermosa que haces que mi corazón lata tan rapido como el galope de un caballo salvaje en medio de una pradera. Me gustó lo que dijo, pero igual no tenía mente para él, mi asistente Tomasito me había dicho que prefería tener autismo a fijarse en él ya que era un ser grosero y tosco y que yo merecia algo mejor, mi belleza lo opacaria por completo..."
Estaba seguro que habia sucedió lo contrario y Anna se sintío ofendida, la había empezado a comprender, aunque algunos párrafos eran subidos de tonos, quizás si me hubiese fijado mejor en ella y esos detalles que ahora notaba ahora mismo sería yo quien estaría con ella porque al parecer se sintió levemente atraída por mi hasta que conoció a Lionel, lo entendí cuando leí la siguiente página del diario.
"Jamas pude imaginar que un par de tacones y un vestido ajustado lograrían tanto embrollo y harían que dos hombres se pelearan por mi atención, de un lado Nicolás y del otro mi nuevo pretendiente. Estaban dándose de golpes y tuve que irme y dejarlos ahí..."
Y habían otros que simplemente me hacian reír, como por ejemplo esta conversación que no recordaba haber tenido nunca con ella, pero me causaba gracia su forma de escribirla.
"—Estas hermosas hoy—Al decirme esas palabras casi quise gritar, pero solo me sonroje un poco y me dió un casto beso en los labios sin siquiera verlo venir, sus labios eran como plumas, suaves y delicados. ¡Dios! Este hombre es hermoso ya quisiera cabalgarlo..."
Dulce, bella, sucia y pervertida Anna.
¿Qué otros secretos ocultabas?
Había acabado con su diario, pero no era suficiente porque sin importar qué hiciera para alejarla de mi mente ella siempre se metía y aunque Lionel era un estúpido yo no podría decirle nada por más que quisiera, no sería leal hacerle esa jugada, por lo menos eso pensaba hasta que descubrí su infidelidad hacia An, desde entonces solo quería que la apartara para yo poder estar con ella como su amigo o lo que ella deseara después, para mi sería más conveniente que dejara de verme como su amigo y empezara a verme como el hombre que se había enamorado tonta e inesperadamente de ella.
"Espero que te enamores y no te correspondan" sus palabras aún retumbaban en mi mente cada vez que pensaba en Anna
*****
Un mes después.
Lionel habia invitado a todos a celebrar sus seis meses con Anna, buscaba una forma de reivindicarse después de que habían estado teniendo una serie de discusiones por su falta de atención, la relación con Lionel no era la misma desde que le había confesado mi interés en Anna y no me sentía mal, sentí que hacía lo correcto, por lo menos estaba jugando de frente. Si yo hubiera estado seguro que él la amaba jamás me hubiera atrevido a decirle nada...a confesar mi interés por ella aunque para Anna solo fuera su amigo y su confidente yo la habia visto llena de dudas y confusión cuando se trataba de Lionel.
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El Diario De ANNA
RomansaAnna es una mujer de veinticinco años, común y corriente, tiene el rostro dulce y la mirada chispeante. Vive encerrada en su pequeño mundo ficticio en el que se traslada una vez escribe en su diario, en él escribe de su día a día, pero no de la man...