Por si tienes hambre
y quieres mi amor
Luna:
- ¿Qué haces? - Me preguntó Dalton.
Levanté el cigarro para no tener que responderle y se sentó a mi lado.
El 31 de diciembre había venido con mi hermano a una fiesta más de su compañero. Había subido a la terraza de su habitación sin ninguna otra intención que fumar y estar sola, pero me había pillado.
- ¿Estás bien?
Sacó un cigarro y se lo encendió, fumando conmigo.
- Claro. ¿Y tú?
- Bueno... No has respondido a mis mensajes.
- No los he visto.
- Ya.
Me quedé mirando las vistas que me ofrecía la terraza de mi ex crush casi olvidándome de su presencia.
- Me ha dicho Jake que estás saliendo con una chica.
- No estoy saliendo con nadie.
- Ah.
Me terminé el cigarro y lo apagué en su cenicero. Sin decirle nada, bajé las escaleras sólo queriendo emborracharme y olvidarme de absolutamente todo.
Unas horas más tarde logré mi cometido y bailaba completamente borracha junto algunas amigas y amigos de Jake a las que conocía de antes. Sobre todo a Sam, quien ya había llegado de sus vacaciones para pasar con nosotros el fin de año. Bailaba con él y me divertía, bailando como queríamos y perreando cuando la situación lo ameritaba. Mi hermano nos miraba divertido a la distancia y a veces se unía.
Me tira besos
Me pongo bazooka
Tremendo culazo
Ay que calor
- Bajo hasta el suelo y no pido perdón ¡papi! - Cantábamos.
Sentí que Sam se alejó bruscamente de mi espalda y otra persona lo reemplazó. Puso sus manos sobre mi cadera y no dijo nada, simplemente me alejó de aquella multitud sin mediar palabra.
Estaba tan borracha que todo me daba vueltas y cuando me quise dar cuenta estaba dentro de un coche que reconocía muy bien.
- ¡Eh, bájame ahora mismo de aquí!
- Cállate.
- ¡NO ME VOY A IR CONTIGO!
Intenté abrir la puerta pero estaban todas cerradas.
- ¡Ayuda! ¡Me quiere matar! - Chillé.
Puso su mano sobre mi boca intentando callar mi grito a pesar de que era imposible que alguien me escuchara gracias al volumen de la música y que estábamos dentro de su vehículo.
- ¿Te quieres callar?
- Suéltame.
- Ponte el cinturón y hazme caso.
Me quedé de brazos cruzados, resopló y me puso mi cinturón. Cuando se acercó vi que tenía los ojos algo hinchados y mi primera reacción fue agarrarle la cara con ambas manos y mirarle preocupada.
- ¿Qué te ha pasado?
La cercanía no pareció molestarle, de hecho, probablemente le agradó tanto que puso sus manos a los lados de mi asiento.
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VÉRTIGO
RomanceLuna es la protagonista de dos vidas completamentes distintas: Por la mañana es una buena estudiante, una buena chica a ojos de todos. Sus padres, estrictos, controlan hasta el último detalle de su vida. Pero por la noche, es una sexy bailarina de p...