En llamas.

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A la mañana siguiente no se siente mejor, y es que sabe que ha sido un idiota, tanto que planea enmendarlo aún cuando no es un hombre de disculpas, sin embargo desde que ve a Hoseok sus pensamientos dejan de funcionar y se queda paralizado sin poder hacer nada. Notando como el chiquillo apenas alza la mirada, con sus ojitos brillando enternecidos, y las mejillas sonrosadas debido a lo tímido que la situación supone; le provoca, haciendo que se sienta peor por hacerle pasar un mal rato, aún cuando él no la está pasando mejor.

Y aunque planeaba disculparse, las palabras correctas no le brotan, muerde el interior de la mejilla con furia, no creyendo haber perdido la cabeza tan pronto y de la peor manera. Furioso con él mismo por haber sido un idiota, y furioso con Hoseok por hacerlo desearle tanto al modo de atormentarlo.

—Buenos días..—dice finalmente, abriendo y cerrando las palmas, antes de entrar a su oficina sin esperar una respuesta, y llendo directamente a su escritorio para sentarse decepcionado.

No pasa mucho cuando Hoseok ingresa también al lugar, con una carpeta en manos y un café cargado en la otra, que pronto le entrega aún evitando su mirada, haciendo que se sienta un desagradecido pues el chico siempre trabaja impecable y Yoongi solo le da problemas.

—Buenos días señor, aquí está la agenda del día. Tiene una reunión con Kim Namjoon a las nueve y..—por varios segundos lo escucha, atento a los pendientes que tendrán durante el día y admirando lo bien que se ve en ese traje oscuro que solo a él podría resaltar de tal manera. Además admira lo exelente preparado que es en el trabajo y como puede manejar lo que le pida en cuestión de horas sin replicar o renunciar colapsado.

—Por favor prepara un registro del historial de exportaciones a china. Es todo, gracias..—lo despide, con pesar, increíblemente agradecido con su eficiencia pero deseando tenerlo de otras maneras que no son de ninguna manera legal, y tiene que aguantar como también él se limita a lo profesional.

No es idiota para no notar como sus ojitos se apagan, y asiente desganado. Luciendo impecable en ese traje exquisito pero no ocultando la molestia en su semblante, sin embargo no dice nada y procede a retirarse, dejándole solo.

Y no tiene ni puta idea de porque no va tras él y le suplica perdón por ser un imbecil, pero negando mejor se dispone a trabajar de inmediato ya que no solo su asistente debe ser eficiente y cree que es el jefe quien tiene que seguirle el ritmo y no al revés pues Hoseok puede perfectamente liderar esa empresa si se lo permiten, y esa es quizá una de las cosas que más le atraen y no puede decir por más que quisiera hacerlo.

🍷🍷🍷

Una hora después está regresando de la reunión con Namjoon en la que solamente hablaron de un negocio cuando encuentra a Hoseok en su oficina; parado de puntillas intentando alcanzar algo de la estantería tras su escritorio, pero que por el ruido de la puerta se ha sobresaltado y está por caer así que reacciona rápido y corre hacia él intentando que no se lastime, lo cual no es en vano ya que puede tener pronto ese delgado cuerpo sobre sus brazos; dejándoles idiotizados de inmediato, con las respiraciones aceleradas y el pulso casi saliendo de sus pechos.

Es un momento mágico donde el pequeño apenas abre los párpados, dándose cuenta del gran bochorno que supone haber montado este espectáculo.

—Yo..—se intenta poner de pie, y retrocede cuando Yoongi le sigue en lentos movimientos.—Estaba intentando tomar un archivo de arriba.—señala con su dedito hacia el estante dónde se supone hacia su cometido.

—Ya veo..—el mayor apenas puede comprender tenerlo cerca y ve escapar toda cordura cuando da dos pasos hacia él, arrinconandolo contra el escritorio.—Pudiste subirte a una silla—coloca ambos brazos al rededor de Hoseok, totalmente poseído por apresarlo.—Nos hubiesemos evitado esto.

Al chiquillo le estallan los pensamientos, viéndose apresado y es esa imagen tan erótica de verlo asustado, mordiendo apenas sus labios, dejando con ello un tono rojizo que le hacen perder la cordura.

—Lo siento..—es tarde cuando se disculpa, Yoongi ya no puede evitarlo.

—Estoy harto de tí, maldita sea..—le mete una mano en el cabello dónde tira él y le acerca con otra mano en la cintura.—Lárgate antes de que te bese.

Cómo la mierda si Hoseok no se lo permite, de hecho es él mismo quien lo empuja hacia la silla tras el escritorio en un movimiento rápido y se le sube encima sin poder evitarlo, logrando que ambos cuerpos colisiónen en una embestida que les roba el aliento, mientras Yoongi pierde el control y le toma del cabello para acercarlo y darle un beso, metiéndole la lengua dentro y siendo tan intenso como alguna vez el menor soñó el momento.

Es un beso carnal y dominado por un deseo inexplicable de chocar labios como si fuese un último momento. Su tacto es cálido y tan suave que sienten lágrimas en sus ojos del simple placer que provoca. Tanto que, es tarde cuando por fin reaccionan y Hoseok se da cuenta de que tan jodido se encuentra.

—Mierda..—no puede creer como ha perdido la cordura pero esas gruesas manos le aprietan fuerte de la cintura haciéndole sentir que ha valido la pena.

Aún así es un error que maldita sea, no debió cometer aún cuando ambos desearon hacerlo desde el primer momento.

—Yo..lo siento—se baja rápido de su regazo notando como Yoongi aún no ha puesto los pies en el suelo y se encuentra destrozado debido al encuentro.

—Ven aquí..—lo ve suplicar con los ojitos cristalizados de deseo, totalmente perdido ante la situación pero el menor niega.

—No, señor.. hemos cometido un error que no debió pasar así que le pido que no vuelva hablar de ello.

Y sale de oficina sin mirar atrás dejándolo sin querer puesto en su lugar, pues fue su turno de fingir que nada pasó, aún cuando ardieron en llamas en esa maldita oficina que será desde ahora su perdición.

***

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Intransigente. © [YOONSEOK.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora