Finalmente no pudo soportar más y tomó las llaves de su auto para conducir hacia la mansión, importándole poco que sean las nueve de la noche y que ese traidor esté durmiendo porque tiene que confirmar si efectivamente le mintió. Es más, necesita que le vea a los ojos y le admita haber roto su corazón, o quizá anhela que niegue todo y que le abrace porque esto realmente le quema el pecho y no entiende porque.
Solo que al momento de tenerlo cerca cuando este baja de su habitación, seguramente no comprendiendo porque le busca, no sabe como actuar, y con los ojitos llenos de lágrimas lo ve, buscando una respuesta a lo que pasó, y quizá buscando un poco de lo que conoció de él en estos últimos meses juntos, y aunque sigue viendo a ese hombre que parece hosco y frío, pero que realmente sonríe como un ángel y le recita los más bonitos suspiros: no puede dejar de dudar sobre el motivo que lo trajo aquí.
—Por Dios Hoseok, ¿Qué sucede?—lo escucha preguntar, con esos finos y delgados labios que a pesar de ser preciosos también le llegaron a mentir.—Ven conmigo, ¿Quieres un té?.
Niega furioso, no creyendo como es que está tan tranquilo después de mentirle a la cara y sobre todo cuando seguramente ya contestó la llamada de su novio.
—¿Por qué me mentiste?—pide como única explicación, con la voz quebrándose a su paso, sin importar si pierde la dignidad al exponer sus sentimientos de tal manera.
Y la mirada que Yoongi le dirige solo le produce más enojo.
—¿De que hablas? ¿Qué sucede, ángel?.
—¡No me llames así!—le grita perdiendo la razón, y le da un manotazo cuando se quiere acercar.
—Pero..—Yoongi no entiende que carajos está pasando, sin embargo detesta verlo así.—¿Qué está mal, amor?—insiste con suavidad, volviendo a acercarse a él pero el chiquillo niega una vez más, ofreciendo al fin una explicación.
—Sé quien te llamó—lo acusa con rencor y su corazón se hunde cuando nota que el mayor comprende de que habla.—Él se contactó conmigo y me dijo todo, Dios Yoongi, no puedo creer que me hayas mentido como si fuera un idiota.
El señor Min niega, sabiendo perfectamente de que habla, totalmente nervioso por saber que le ha dañado.
—Déjame explicar..
—¿Y que me vas a explicar?—se limpia las mejillas con rabia.—Es claro que estás con alguien más y fuiste tan cínico como para meterte conmigo.
—No es así Hobi, escucha. Edward y yo..
—No me digas su nombre—cierra los ojos, suplicando que se calle, que no mencione con su hermosa voz ese nombre extranjero que solo le lastima.—No me hagas esto.
Yoongi niega otra vez, intentando acercarse a él sin éxito porque el menor retrocede no deseando su calor, lo cual le pone más nervioso.
—Escúchame ángel, te prometo que has entendido mal, y que no te miento. Créeme él y yo terminamos antes de que me mudé.
El más bajo se ríe, casi histérico porque no puede creer su cinismo.
—No soy tonto, señor Min, y estoy seguro de que él asegura que están juntos.
El empresario se cabrea, molesto de que no sea de su confianza como para que por más que le explique Hoseok no le crea, sobre todo porque nunca le ha mentido y le duele que piense que es capaz de hacerle una salvajada así.
—No me jodas, Hoseok, ¿me estás reclamando por algo que pasó meses atrás?. ¿Acaso no te he demostrado quien soy?.
Este gimotea, sintiéndose un tonto que es motivo de burla por parte del hombre al que si respeta.—Es que no has terminado con él, y yo no soy un puto barato para que me tengas de amante en Seúl.
—¡Mierda.. Claro que terminé con él! ¿Qué te hace creer que no?.
Hoseok está ya llorando de rabia, porque no puede creer lo descarado que es.
—¡No te atrevas a hacer parecer que exagero, ya te lo advertí la primera vez!.
—Entonces no actúes como si te ocultara algo porque no es así—el chiquillo se da la vuelta para que no lo vea derrumbarse, lo cual le cabrea más.—¡Y no me des la maldita espalda. Joder! —Yoongi exige porque puede soportar todo menos que Jung Hoseok le de la espalda y se aleje de él, pero este ahora mismo no le quiere cerca como para complacerle o darse cuenta que también lo está lastimando.
—¡Entonces deja de ser un idiota y déjame en paz!.
Yoongi le toma del brazo para girarlo pero se libra de su agarre, dándole un manotazo una vez más, sintiendo que si permite que lo toque; se derrumbará.
—Maldita sea, solo escúchame.
—¡Que te vayas al infierno!. ¡No me toques otra vez!—el mayor obedece, simplemente porque no desea lastimarlo más, sin embargo tiene que aclarar las cosas.
—Nada es cierto, Hoseok. Te prometo que antes de volver a Corea rompí la relación con él.
El chiquillo niega pese a su evidente sinceridad, no dispuesto a seguir escuchándolo un minuto más.
—No me importa, así que déjame en paz porque no deseo verte por ahora—y por su bien sale del lugar, aprovechando que no están en horario laboral y no se tiene que quedar a fuerzas con él.
***
¡NO OLVIDES VOTAR!.
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Intransigente. © [YOONSEOK.]
أدب الهواةDonde Yoongi hereda una de las mayores empresas en Seúl, y Hoseok es el único aleado que tiene en un ambiente lleno de enemigos, no pudiendo evitar dejarse llevar por el deseo en medio de esa alianza, hasta terminar prendidos en llamas cargadas de l...