Interesante

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Ambos apenas lograron pasar la noche y dormir unas cuentas horas pues no pararon de pensar en lo que habían hecho y las consecuencias que eso les traería aún cuando lo están gozando como el infierno. Lo cual es interesante, como ese primer romance en la escuela o como cuando te gusta alguien prohibido, logrando que crisis existenciales dominen sus mentes a tal manera de sentir mariposas por dentro, o quizá estampidas de cientos de animales si son honestos.

Aún sin embargo Yoongi ingresa a la empresa ansioso por lo que sucederá y asiente en dirección a ese duende que se coló en sus sueños la noche anterior, notando que como cada día está perfectamente en su lugar, con agenda en manos y usando en esta ocasión ese traje celeste con el que lo conoció. Luciendo hermoso con su cabello desordenado y esos ojitos grandes y vivos brillando para él, y sonriendo solo para él.

—Buenos días Hoseok—inclina la cabeza en su dirección, como siempre llendo directo a su oficina pues sabe que el chiquillo pronto lo seguirá.

Sin embargo se queda a unos pasos de la puerta esperando por él para cuando lo hace tomarlo de la cintura y acercarlo a su cuerpo aún cuando ambos tienen cosas en mano, pues no desea tenerlo lejos ahora que tiene permiso de tocarlo.

—Buenos días señor..—Hoseok está encantado, tiene una brillante sonrisa en el rostro y apenas puede sostenerse de sus hombros; con las carpetas aún entre las manos.—Suerte que aún no traía su café porque nos lo avienta encima..

Yoongi le sonríe mirando hacia abajo ya que es un poquito más alto que él y le queda pequeño.

—Suerte que te pueda tener..—lentamente se acerca a besar sus labios de manera sensual, una vez más probando esas sensaciones que solo él le hace experimentar; notando que; sabe delicioso como la noche anterior.—Estás precioso en ese traje, Hoseok.

El pelinegro le devuelve la sonrisa dándose cuenta de que tan intenso luce su contacto, y como es fácil caer ante sus pies sin que el empresario haga más movimientos.

—Aunque quisiera estar más tiempo aquí debemos trabajar hyung—pone una mano sobre su pecho para empujarle un poco, logrando que Yoongi solo sienta unas ganas inmensas de aventarlo a la pared y probarlo de mil maneras; aún así resiste, sabiendo que tiene razón, pero antes deja un beso más en esos labios jugosos como la miel para tener aunque sea un poco de su sabor con él.

—Muy bien, ángel peligroso. Dime que tenemos para hoy.

Hoseok suspira con normalidad cuando entre ambos hay por fin una distancia considerable y lo ve caminar a su asiento, sin poder evitar sonreír derretido ante las sensaciones tan interesantes que su jefe le provoca, sin embargo teniendo que contenerse y hacer su trabajo como debería y no estar comiéndole la boca.

—Es todo, volveré en un momento con tu café y podemos checar esos contratos.

Yoongi reniega después de haber escuchado su agenda.

—Que aburrido, quería venir a trabajar solo para besarte—lo hace reír de inmediato y aunque el menor también quisiera eso; le regaña una vez más con que deben enfocarse, logrando que su primera interacción después de lo sucedido haya roto el hielo de la incomodidad que deberían estar sintiendo.

🍷🍷🍷

El día es interesante, Yoongi vuelve a estar serio en los momentos en que se habla del trabajo y sobre todo en las reuniones que han tenido: dejándole notar que es un hombre demasiado frío que sabe controlar sus sentimientos para dar una clara imagen de poder ante sus enemigos, mismos que aún están deseando verlo caer con anhelo, pero teniendo que esperar sentados ya que su jefe no es alguien que se rinda fácilmente y al contrario pone mucho esfuerzo en callar bocas y abrir nuevos espacios para inclinar su trono de la manera correcta.

—Llama al ingeniero y dile que necesito discutir sobre el edificio que se construirá para la nueva bodega, por favor.

Hoseok asiente ante quizá la última tarea antes de que llegue la noche, y le mira siendo profesional.

—¿Es todo señor?.

—Es todo, gracias—Yoongi asiente, evidentemente enfocado en el trabajo pero deteniendóle cuando va a dar la vuelta.—Pero ven aquí un momento, quizá necesito un beso—es travieso y caliente como el infierno, y eso es algo que Hoseok apenas puede resistir pues se siente como un adolescente detrás de su primer novio.

—Me gustaría, pero—sonríe, ladeando la cabeza para luego caminar de espaldas hacia la puerta.—¿Que te parece si mejor pido que nos traigan de cenar y me tienes hasta las ocho contigo cuando ya no infrigamos las normas de lo laboral?.

Yoongi quiere tirarlo sobre sus rodillas pero acepta respetar su profesionalidad, simplemente porque eso hace que sea más interesante la manera en que luego lo cazará cual presa.

—Muy bien—pone ambos puños sobre su escritorio, mirando fijamente su dirección.—Entonces trabajemos rápido porque no puedo esperar para tenerte aquí.

Y las mejillas del menor se sonrosan cuando lo ve señalar su regazo con morbosidad.

—Me ocuparé ya mismo para poder ter-minar—tartamudea, sonriendo antes de salir aún caminando hacia atrás, pues se siente torpe ante la situación que ambos les vuelve loco pero no pueden evitar.

Más tarde después de que han cenado, Yoongi lo tiene encima mientras le besa con efusividad, aún en esa oficina que desde ahora ve nacer como pierden la cordura, y se traga entre sus paredes agónicos gemidos, y dulces caricias,  junto a miles de sensaciones cargadas de sensualidad, y aunque son adultos responsables; es fácil perder los límites y actuar cuál adolecentes jugando a lo inmoral.

—Te llevo a casa..—Yoongi tiene que poner fin a esa tortura antes de follarselo ya mismo y no arruinar tan pronto lo que entre ambos se está comenzando a dar.

Y aunque a Hoseok le derrite su caballerosidad; no puede esperar para ver tan rápido le hace perder el control una vez más.

***

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Intransigente. © [YOONSEOK.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora