¿Que estamos haciendo?.

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Logra evitarlo, siendo profesional al menos una semana más, con el corazón latiendole a mil cuando lo tiene cerca, pero siendo lo suficientemente valiente como para no dejarse cegar pues comprende que ahí no hay nada por lo que pueda luchar y debe mantenerse profesional a menos hasta que deje de sentir una atracción real hacia quien jamás le correspondrá.

Y no es que dude de que Yoongi sienta deseo por él, sino que comprende que no puede haber nada ahí, no cuando les es fácil perder la cordura y terminar haciendo una estupidez.

El ambiente entre ambos es tenso, Yoongi ya no lo soporta, han pasado días desde lo sucedido y aunque Hoseok le sigue apoyando y es increíblemente profesional ante la situación manteniendo sus deberes impecables; no desea estar así, no con él, y peor cuando tiene tantos problemas encima, y el chiquillo le vuelve loco.

—¿Namjoon ya envió lo que le pedí?—pregunta molesto porque esos claros ojos como las perlas no le miran, sino que están escondidos bajo una máscara de atención hacia una estúpida carpeta.

—Está en su escritorio señor, y también tiene una llamada pendiente desde Inglaterra—lo ve asentir y maldita sea, ya no lo soporta, no puede estar así.

—¿Qué?—lo reta, más molesto que antes, deseando parar esta situación de una vez.—¿Ya no vas a molestar con lo del otro día?.

Hoseok se encoge, evidentemente sorprendido sin embargo mantiene la compostura, sonriendo apenas pues sabe que están fuera de la realidad, y no desea dejarse afectar más por ello.

—Yo solo quería decirle que lamento lo que tuvo que escuchar pero esos temas no se pueden tocar en la oficina, somos jefe y empleado—es su turno de marcar indiferencia, lo que cabrea de inmediato al empresario.

—Y una mierda con eso, te quieres casar conmigo ¿si o no?

Las mejillas del más chico podrían estallar, sin embargo se contiene y toma la carpeta que se encontraba en la mesa frente a él.

—Descarado—bufa  molesto.—Primero invítame a cenar—y le da la espalda sintiendo el corazón latirle de manera anormal por lo que acaba de pasar, pero Yoongi a decidido ponerle fin a este asunto.

—Agenda una cita para cenar en Reynols, y reserva tu noche Hoseok, vamos a hablar de esto—ordena segundos después pues a la mierda, no tiene tiempo para torturarse con ese fuego que entre el menor y él existe así que planea hacer algo para detenerlo.

🍷🍷🍷

Hoseok apenas pudo pasar al baño a arreglarse cuando su jefe salió de la oficina y le ordenó que lo siguiera, dejando como resultado que ambos subieran al auto del magnate dónde les esperaba el chofer que había contratado hace unos meses, y no sabe si realmente están llendo al restaurante donde confirmó la reservación o si Yoongi lo aventará de un puente por lo que sucedió entre ambos estas últimas semanas pero espera ansioso que no le eche problemas ya que fue un error que aunque disfrutó está dispuesto a aceptar.

Además no comprende como el hombre puede ser tan bipolar, primero evadiendo verlo y ahora deseando estar con él.

—No quiero hablar de trabajo ya—lo escucha ordenar, mientras se sube a su lado en la parte trasera del gran audi color negro que pronto serpentea por la ciudad.—Tuvimos un día de mierda.

Asiente pues con todo lo sucedido, apenas pueden hablar, ambos ocupados en miles de asuntos, con Yoongi dándole órdenes cada dos minutos y él intentando mantener todo acorde mientras la jornada terminaba y ellos ponían paz a sus pensamientos.

—Lamento lo que pasó señor..—prosigue a hablar, nervioso, sabiendo que debe afrontar esta situación ya, pero el mayor le detiene.

—Por favor hablame de tú, me hace sentir más cómodo, y no seas cínico que me coqueteaste todo el tiempo.

El de cabellos oscuros abre la boca ofendido, ya que aunque tiene razón no cree que deba ser el único culpable.

—No creí que me hicieras caso, tengo un crush inocente por.. tí—asiente no dispuesto a mentir, sin embargo le cuesta porque aunque desea a su jefe, sabe que no puede permitirlo.—Y lo de hace unos días, realmente estaba molesto, me sentía apenado de que me hayas escuchado.

El rubio asiente, atento a su mirada y con evidentes ganas de hablar.

—Me gustas..—no está para juegos y prosigue a hablar.—Y si tú deseas podemos cenar esta noche.

A Hoseok se le va el color del rostro y maldita sea, también la valentía, ya no da para más bromas y apenas puede creer que Yoongi le esté correspondiendo.

—¿De verdad?—el auto avanza por la avenida y ellos apenas pueden creer lo que están haciendo.

—¿Por qué no? Aparte de lo obvio.

Hoseok se ríe bajito, con las mejillas pálidas, y el corazón latiendole frenético.

—Pues eso, eres mi jefe y tenemos tantas responsabilidades encima..

—He visto como me miras.—Yoongi le interrumpe serio.—Y yo también estoy interesado en tí. Somos adultos, deberíamos poder hacer esto.

—Soy un bebé, no tengo madurez para ello—Hoseok niega, haciéndolo bufar.—¿Y si lo arruinamos?.

El mayor se encoge de hombros demostrando que le importa una mierda.

—Siempre puedo despedirte y tú puedes arruinar mi empresa. Realmente no me importa..

Se acerca un poco y le toma de las mejillas.—Estas semanas han sido una mierda, cuando llegué tú fuiste una luz y yo un imbécil que te lastimé.

—Yo lo arruiné también—le justifica bajito, incapaz de echarle bronca aunque le merezca, y eso solo derrite al mayor.

—No debí tratarte así, aún cuando ambos perdimos el control no debí dejar todo sobre ti, ni mucho menos hacerte ver que no ocurrió.

—¿Que es lo que quieres decir?.

Hoseok está perdido ante esos ojos imposiblemente oscuros que le ven tan profundo, y le dejan helado de pies a cabeza. Sobre todo se derrite cuando ese hombre capaz de todo se doblega y decide que vale realmente la pena como para mandar todo al carajo y enredarse con él.

—Es una tortura tenerte lejos cuando te deseo tanto y tú a mí—abre los ojitos bien atento, sin creer que eso esté sucediendo.—No deseo reprimirme más ni que tú lo hagas también.

—¿No?.

—No—le repite, rozando apenas sus alientos y deseando besarlo ya.—Y si me permites quiero luchar para que tú lo hagas también.

Santa mierda, Hoseok no piensa negarse, no cuando tiene a su hasta ahora crush frente a él, con esa frialdad inexplicable ofreciendo un momento a su lado, así que aún sabiendo las consecuencias se acerca, dejandose besar como tanto anheló desde el momento tan desenfrenado en la oficina, y que arda lo que tenga que arder, porque una oportunidad así no aparece dos veces en la vida, no cuando no sabe si pueda de nuevo tenerla.

El beso es cálido, y hace que Yoongi le apriete a su cuerpo mientras le mete la lengua en la boca, dando suaves caricias a su cavidad, mientras las manos del menor se aferran a su rubio cabello, dejandose tocar como el mayor demanda, creando un momento increíblemente fuera de la realidad que no pensaron jamás necesitar y poder disfrutar.

—¿Que estamos haciendo?—suspira, bajito, dejandose estrechar en esos brazos que lo sostienen fuerte sin importar que el chofer está delante.

—No pienses por favor—Yoongi le pide, perdido en mil y un sensaciones.—No en esto.

Porque no sabe realmente que es lo que está haciendo, solo sabe que lo necesita ya.

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Intransigente. © [YOONSEOK.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora