Aliado.

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El empresario entra molesto a la que de ahora en adelante es su oficina, sintiendo una desagradable sensación en la garganta porque maldita sea, le duele la cabeza de lidiar con esos idiotas que durante todo momento dejaron en claro a menos con miradas que no estaban de acuerdo con que tomara el mando, y aunque poco le importa: sabe que no es favorable estar rodeado de tantos enemigos, mucho peor si estos solo desean su inmediato fracaso, caso que no se dará pues aunque en sus planes no estaba liderar ese imperio; no significa que no pueda hacerlo ni mucho menos que se dejará pisotear.

En Inglaterra tuvo oportunidad no solo de estudiar finanzas sino de aprender mucho de negocios y relaciones públicas, hazañas que le llevaron a sostener grandes trabajos en administración, mismos que aunque mucho menores de lo que ahora tiene; le permitieron abrir su mente a lo que ahora le espera, por ende tomar este reto es quizá lo más apasionado que ha hecho en su vida.

Porque puede evidentemente vender todo y volver a su vida normal, pero es tan terco y está tan metido en su orgullo que tener en manos todo lo que alguna vez fue de su padre le llena de ambición, y inmensas ganas de no solo conservarlo sino hacerlo crecer a su manera, con sus principios y ideas. Tomando todo lo que le ofrecen y formar de nuevo un hogar ahora en la ciudad que lo vió nacer y no redeado de extraños que nunca fueron lo ideal pese a que vivió muy bien allá.

—Los cuadros han sido retirados, el ventanal está abierto para más ventilación a la oficina, y estos son los reportes de personal—Hoseok entra a la oficina cinco minutos después con papeles en mano para entregárselos y ofrecerle una discreta sonrisa, haciendo que agradezca verdaderamente tener un chico tan profesional como asistente y no un inepto que estuviese en todo menos lo que debe.

—Necesito informes de la planta B de infraestructura—asiente, verdaderamente agradecido con que todas las pertenencias de su padre hayan sido sacadas del lugar que ahora ocupará y que el pelinegro haya obedecido antes de que él llegara.—Es todo, gracias.

Hoseok asiente antes de ponerse a trabajar y volver a su oficina que no es para nada modesta pues hace unos años empezó a trabajar para el fallecido señor Min y gracias a ello tiene un puesto importante en la empresa que ahora Yoongi lidera, así que no se intimida a que este le pida respuestas e informes de asuntos que desde hace mucho no toca y otros recientes, sin embargo debe admitir que es intimidante verle gruñir y maldecir ante alguna anomalía o cuando algo no va como desea.

Y quizá, solo quizá, observando fugazmente como llena sus pantalones con un par de increíbles piernas que le hacen lucir espectacular aún cuando va vestido formal, sin embargo se concentra en lo importante.

Es una mañana agotadora en la que tiene más trabajo de lo usual y además se encuentra nervioso bajo esa mirada oscura que lo observa cada que entra o sale de la oficina.

—Muchas gracias..—siente un escalofrío cuando Yoongi le agradece que el servicio de cafetería le haya llevado su almuerzo pero asiente antes de desear volver a abandonar la oficina, hasta que este lo detiene.—Eres muy joven para controlar tanto a tu alrededor.

Yoongi no está siendo grosero, simplemente le intriga haber trabajado tanto en tan pocas horas y que el pequeño de traje celeste le haya seguido el ritmo, sin embargo este aún le dedica una sonrisa pese a saber que el día está todavía siendo pesado.

—Solo llevo dos años en la empresa pero si admito que este es uno de los días más intensos que he tenido—se atreve a opinar, no perdiendo detalle de como el mayor asiente, agradeciendo su honesta respuesta.

—Sé que todo es una mierda ahora mismo pero pondré orden y luego volverás a tu ritmo.

Es una simple frase, una opinión que el mayor ha dicho pero su gruesa voz y seguridad hacen que a Hoseok le tiemblen las piernas porque maldita sea, está frente a un hombre demasiado poderoso, y quizá este le agrade más de lo que a una alianza debería interesar.

—De acuerdo, señor. Buen provecho.

Está tan nervioso que, opta por retirarse y continuar el día como debe de ser, y no intentando ver de más a su nuevo jefe que efectivamente está muy lejos de la realidad para él.

***

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Intransigente. © [YOONSEOK.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora