A la mierda.

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Finalmente Hoseok regresa a su asiento, no evitando sonrosarse de vergüenza pues una vez más se ha dejado llevar por el momento sin importarle que el chofer estaba delante, lo cual es de muy mala educación y además lo deja ver como un fácil que a tan solo semanas se ha metido con su jefe, pero honestamente la moral no le estorba después de haber llevado a cabo tan maravillosa experiencia, aún si esta trae consigo algunas consecuencias.

Ignora que es el más vulnerable si de perder se trata pues no solo está poniendo en riesgo su trabajo sino también su reputación y su paz mental al aceptar tener una aventura con el frío hombre a su lado, sobre todo cuando no tiene nada claro aún.

—¿Vienes?—este le invita a bajar del auto para entrar al restaurante donde Hoseok reservó la noche y afortunadamente el lugar es cálido, y no está tan lleno de gente, lo cual aporta a que las miradas no caigan demasiado sobre ellos, sobre todo porque Yoongi a puesto una mano en su espalda y lo guía hacia delante, haciéndolo sentir cerca.

—Señor Min.. quiero decir Yoongi—se corrije, bastante nervioso, aún con miles de pensamientos en la mente.—¿A que venimos?.

—¿No es obvio?—el rubio está serio, mientras toma su lugar frente a él, como si no hubiese pasado algo increíblemente grande entre ambos.—Vamos a cenar.

—Me refiero a sus intenciones de traerme aquí.

Por fin le mira, y mierda, Hoseok debió pensarlo dos veces antes de enredarse con un hombre tan frío e inexpresivo como el magnate, ya que no puede leer ni un poco de lo que este siente, a menos no a simple vista.

—Bueno, estarás de acuerdo en que perdimos el control despues del incidente en la oficina—este comienza, sin quitarle la mirada de encima, haciéndolo sentir pequeño pese a la poca diferencia entre ambos.—Lo más sensato es por supuesto evitar volver a hacerlo, y concentrarnos en ser profesionales, pero no deseo fingir que no me gustas y peor que no me afecta lo que pasó entre nosotros.

Hoseok traga con dificultad, sintiendo las palmas sudar por tan nítido acontecimiento.

—¿Entonces?.

Yoongi no tiene tiempo para perderlo cuando puede estar besando esos dulces labios.

Le sonríe un poco.

—Podemos disfrutar de esta conexión si tú lo deseas o podemos marcar distancia desde este momento. Estoy dispuesto a hacer lo que desees, aunque ya bastante he jodido el asunto pero si me permites puedo arreglarlo.

Al menor se le congelan los pensamientos, no creyendo tener una oportunidad como esta en sus manos y sin siquiera comprender como es que llegaron aquí a tan solo pocas semanas de conocerse, y de al principio haberse tratado con cordialidad. Deseando a su vez disfrutarlo aunque por supuesto sabe que existen miles de consecuencias que arruinarían su vida si cede a tan vago placer, pero poco le importa, ya que no cree tener opción a negarse pese a que al parecer tiene la última palabra.

—¿Eso le dices a todos tus amantes?—sonríe de lado, acomodando uno de sus cabellos tras la oreja, logrando que Yoongi le devuelva la sonrisa.

—Pidamos algo de cenar y luego te diré que le digo y hago a mis amantes.

Madre mía, a Hoseok se le seca la boca pero puede pedir su cena sin arruinar el momento y después se concentra en llevar la charla a terrenos quizá no más tranquilos pero que si sacian su curiosidad.

—¿Por qué me ignoraste tanto tiempo?—no sabe que más decir pero la mirada atenta de Yoongi le enfoca y afortunadamente le tiene una respuesta que lo deja satisfecho a menos de momento.

—Porque asustas como el infierno. Eres un hombre que tiene presencia y puede acabar conmigo fácilmente y aunque eso me fascina estamos trabajando juntos y creí que eso podría ser un problema.

Intransigente. © [YOONSEOK.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora