La perilla de la puerta tuvo movimiento, estaban probando si llevaba puesto el candado, por suerte, al entrar se lo puse.
Scott seguía con su mano cubriendo mi boca, estabamos en el rincón de la habitación ya que éste estaba más obscuro que todo.
-Cuándo entre, si nos ve, iré tras él y tú saldrás corriendo - me dijo en un susurro Scott. La puerta se abrió lentamente, un hombre de gran estatura entró, los músculos de sus brazos se marcaban aún sobre la camisa del uniforme de guardia.
En su mano derecha llevaba un arma y en la izquierda una linterna. Atrás de él apareció otro hombre, se veían jovenes, tal vez de la edad de Jev. El hombre que llegó después tocó el hombro de el que llevaba la linterna y éste volteó rápidamente, la luz de la linterna iluminó el rostro del segundo chico, y fue ahí cuándo lo vi, de píe frente a mi. Aún con la mano de Scott sobre mi boca expulsé en gemido, que claro, escucharon ellos.
El chico de la linterna apuntó hacia dónde estábamos nosotros. Scott cubrió mi rostro para que no me vieran.
-Corre cuándo esté sobre ellos - me susurró Scott poniéndose de pié. Se dirigió a el chico de la linterna.
-¡Retrocede, retrocede! - la mano dónde llevaba el arma estaba temblando.
-Dejame esto a mi Charly, ve a llamar a la policía - Charly salió corriendo.
Scott se quedó de pié un segundo hasta que el otro chico se acercó con señal de golpearlo. Scott fue rápido, con su mano detuvo el brazo que iba directo a su rostro.
Me puse de píe y salí corriendo, dejando atrás de mi a Scott. Fui por dónde habíamos llegado, a lo lejos vi a Charly correr. Para ser tan fuerte es muy cobarde. Se detuvo en la pared que estaba frente a él, rompió una pequeña ventana de vidrio y oprimió un botón rojo. La alarma.
Las lámparas de las mesas se apagaron y todo quedó a obscuras. Di unos pasos hacia atrás chocando con la pared y me quedé allí de píe.
Saqué mi movil y marqué el número de Jev. Ocupado. ¿Con quien va a estar hablando a las cuatro de la mañana?
Caminé hacía mi lado derecho, guiandome con la pared. A lo lejos podía escuchar gemidos de dolor y golpes. No me preocupaba ya qué Scott es bueno peleando y bueno, él no muere. Pero escuché algo que me preocupó y mucho. Algo que nunca en mi vida había escuchado: Un grito de Scott de dolor. Un verdadero grito.
Me detuve y giré aún sin poder ver nada, traté de escuchar y sólo podía escuchar susurros, después silencio.
Caminé en dirección a dónde Scott, lentamente. Las luces volvieron a encenderse y la alarma dejó de sonar. A lo lejos lo vi, salió de la habitación con un tubo de metal en su mano, éste, estaba cubierto de sangre.
«¡Scott!»
Cuándo él ya no estaba cerca, salí corriendo. Entré a la habitación y me sorprendí con lo que vi, nada. Estaba vacía, el vidrio que había roto estaba intacto, no había rastro de sangre ni de Scott. Me quedé de píe un momento, en shock. Hasta que unas manos cubrieron mi boca y me pegaron a su cuerpo con brusquedad.
Me sacaron de la habitación caminado de espaldad. Es él, si me reconoce, ahora si, estoy perdida.
Me giraron y quedé frente a a la persona. Me tomó de los hombros y bajó su rostro para quedar cerca del mio.
-Jeanne, ¿Estás bien? Dime que si.. - Los ojos se Jev se veían invadidos por la furia. Estaban de un obscuro profundo, su pupila no se veía.
Asenti, Jev me tomó del brazo y me condujo a un sitio. Llegamos a una salida de emergencia.
-Toma - me entregó unas llaves -. Ve al auto y quedate ahí. Noah y yo nos encargaremos de éstos dos -Tomé las llaves y crucé la puerta, sólo di unos cuántos pasos cuándo me llamó -. Jeanne. No salgas por nada del mundo, por favor.
Dicho eso entro de nuevo al edificio y lo perdí en la obscuridad.
Con un paso rápido llegué al auto, entré y puse el seguro. El reloj de el auto marcaba las 4:57 am. El sol estaba por salir y seríamos descubiertos.
Mi movil comenzó a sonar, lo tomé rápidamente con la esperanza de fuera Scott.
-¿Si? - contesté rápido.
-¿Patch? - preguntó una voz femenina.
-¿Patch? - fue entonces cuándo me di cuenta que el movil era el de Jev. Y la chica de la otra línea era Nora. Y no creo que esté feliz al escuchar a una mujer responder el movil de su novio a las cinco de la mañana.N/A: ¡Capitulo siete! Me emociona mucho esta historia, cuándo la escribo hasta yo me emociono y me pongo nerviosa.
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