Capítulo 10.

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NORA PDV.
Ha pasaso un día completo. La última vez que llamé a Patch fue a las 5:30 am, y me atendió una chica diciendo que estaban ocupados, ¿A que se puede referir eso? La verdad no creo que Patch me engañe. La chica sonaba desesperada, asustada y molesta.
Al cortar la última llamada que le hice a Patch, me vestí y me dirigí a mi casa, con mi madre. Recogí un taxi que pasó frente a mi unas calles más adelante.
Me dejó frente a la casa, se veía muy sola y vieja, tal vez ya sea hora de un cambio, al granero le faltaba poco para caer. Normalmente no me gusta ver hacía el granero cuándo llego a casa, me invaden muchos recuerdos. Aquélla vez en que Scott me esperaba dentro, después recuerdo todo lo que pasé con él, cada segundo que compartimos, suelo extrañar su actitud engreída, su sonrisa de triunfador, su voz... Suele parecer un sueño, el que ya no esté aquí.
He visitado a la señora Parnell una vez cada semana, si yo me encuentro mal por lo sucedido, ella no se me compara, está a que pierda su empleo para suicidarse. Por eso es que la visito, para que sienta que me intereso por ella. Cuándo llego a su casa, me ofrece una taza de té, galletas baratas del supermercado y charlamos de diferentes cosas, una lleva a la otra hasta que llegamos a Scott, y es ahí cuándo se derrumba, rompe en llanto. Me acerco y la abrazo, lloro.
Entré a mi casa, dejé las llaves en el platón de vidrio que tenemos sobre una mesa en la entrada. Me dirijo directamente a la cocina, una nota está pegada en la puerta del microondas.
Nora:
Tuve que ir a trabajar, me llamaron de última hora. Llegaré mañana en la noche. Hay comida aquí, dentro del microondas, come todo por favor.
Por cierto, lamento lo que dije ayer sobre Patch, es sólo que estoy algo celosa de él, últimamente pasas más tiempo con Patch que conmigo, sólo... Me dio envidia.
Llámame cuándo veas esto.
Te quiero xx
Tomé el teléfono de la casa, el reloj del microondas marcaba las 03:57 pm. Al tercer tono, mamá atendió.
-Nora..
-Mamá, ya estoy en casa.
-Si, me doy cuenta. Oye, Nora...
-¿Si, mamá?
-¿Estás bien con Patch?
-Mamá, por favor, solo...
-No, me refiero a que, bueno, lo vi hoy, cerca de las seis de la mañana.
-¿Dónde lo viste? - pregunté rápido.
-En un estacionamiento, estaba con otros cuatro chicos, él llevaba a una mujer en sus brazos. Y lo peor de todo, estaba golpeado completamente.
-Mamá, ¿Dónde estás?
-Portland..
-Tengo que irme, nos vemos mañana.
Corté la llamada y salí corriendo a mi habitación. Me cambié mi ropa por una más cómoda, un pantalón deportivo y una simple playera con el logo de el equipo de la universidad de mamá.
Salí de casa verificando que estuviera bien cerrada. Caminé por la calle rocosa aún si pavimentar, no llevaba tres metros de camino cuándo algo me detuvo, un auto. Y no un simple auto, uno rojo último modelo con el capó abajo.
-¡Sexo! - Sky se quitó sus lentes de sol.
-Sky, no me llames así, mi nombre es Nora.
-Lo siento, la costumbre.. ¿A dónde vas?,
-A Portland, y tengo prisa ¿Eh?
-¡Yo igual! Sube, sube, ¡Vaaamos! - me sonrió. Acepté ir sólo por que realmente lo necesitaba. Me incorporé en el asiento del copiloto. Sky pisó el acelerador y el auto aceleró provocando que me impulsara hacia atrás y chocara con el asiento. Pasó unas cuantas luces rojas y no respetaba las señales de transito.
Llegamos a Portland en diez minutos, nos encontrábamos en el centro de la ciudad.
-Y bien, ¿Que hacemos aquí? ¿Una fiesta? - traía puesto muy poco maquillaje y se veía mucho mejor.
-No, busco a Patch.
-Busquemos a Patch entonces, ¿Por dónde empezamos?
-Sky, iré yo sola. ¿Tú a que vienes? - su sonrisa se borró por un segundo, y después apareció mucho más grande.
-¡Busco a Patch! - Me venció.

Llevábamos veinte minutos recorriendo las calles. Sky caminaba junto a mi haciendo que el sonido de sus tacones hicieran eco al tocar el suelo con cada paso.
-Así que... Patch te engaña, ¿Eh?
-Si. ¡No! No lo se...
-No te preocupes, cariño. Se podría decir que tengo experiencia en saber si te engañan o no. ¡No por que me hallan engañado! A unas amigas...
-Si Sky, gracias.
-¿Alguna pista? Ya sabes, estas aquí por algo.
-Mmm, ¿Si? Un museo.
-¿Un museo?, ¿Un museo? Aquí sólo hay dos museos, el primero: A dónde llegan las convenciones a la que asisten todos los nerds. La segunda: Es ese que tiene un tema de miedo..
-¿De miedo?
-Si... Es sobre el infierno, los demonios y el apocalipsis. De miedo, ¿No crees?
-Vamos a ese, ahí está Patch - la tomé del brazo y comencé a caminar a ese museo. Lo vi en el camino cuándo veníamos y quedaba cerca de dónde estábamos.
-¿Que? ¡No! Tan sólo entrar se me pone la piel de gallina, y eso no es nada atractivo, creeme.
Cinco calles al Este estaba el museo.
Entramos y estaba invadido, personas por todos lados admirando los cuadros y las figuras de mármol.
El interior si daba algo de miedo, la luz era baja y una música de fondo con un tema demasiado diabólico.
Sky tomaba mi brazo con tanta fuerza que puedo jurar que dejará marca.
Sé muy bien que es una pérdida de tiempo buscar a Patch aquí, ya que mi madre lo vio a las seis de la mañana, hace doce horas. Caminamos pasando por las personas, algunos chicos nos empujaban al pasar a nuestro lado.

Sky veía cada imagen en la pared haciendo comentarios bastante cómicos, "Que mal gusto tenían las mujeres ángeles para vestir, son
ángeles ¿No? Parecen demonios".
Yo las observaba detenidamente, cada una llamaba mi atención, eran muy interesantes. Pasamos frente a una, al cruzarla me detuve en seco y regresé rápido a ese cuadro.
Tardé unos segundos en estar completamente segura que la persona o lo que fuera que estaba en la imagen era quien yo creía. Si era, estaba ahí, en un cuadro historico.
Con un vestido negro que cubria todo su cuerpo, sus ojos negros y labios rojos. Atrás de ella había un hombre joven, vestido igual, de negro. Los dos tenían una mirada que no emitía ninguna emoción.
Me acerqué al marco del cuadro y en letras doradas se podía leer : "Los primogénitos".
Y si, era ella, realmente era ella. La chica que estaba con Patch en el estadio. Y estoy segura que es la que respondió el móvil.

¿FINAL? (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora