Prólogo.

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°2 años después. En las carceles del inframundo°

-¿Te quedó claro? - susurró mi madre, esforzándose por completar cada palabra.

-No te voy a abandonar, por nada del mundo. No seré egoista y pensar sólo en mi salvación.

-No serás egoista, para nada. Pero yo no puedo hacerlo, estoy muy debil..

-Tengo miedo de que te maten si notan mi ausencia.

-No me matarán. Nos quieren muertas a las dos y piensan matarnos juntas, por que si no es así, no funcionará.

-De.. Acuerdo, lo haré. Repiteme lo que tengo que hacer.

-Primero, saldrás de aquí cuidadosa mente. Irás a la puerta negra que se encuentra en el primer pasillo a la derecha. Ahí esta el collar Solva, tomalo y llevalo siempre puesto. Con ese collar, nadie de aqui podra verte ni saber dónde estás, es una muy buena ventaja. Después tendras que ir con nuestro aliado, él te llevará a la tierra. Ahí es dónde trabajaras tu sola, tienes que encontrar la gema dorada.

-¿Sola? ¿Él ya no me ayudará?

-Sabes que no puede ser visto por nadie. Hay alguien que te va a poder ayudar, pensé en él desde un principio, él sabrá que hacer y no dudará en ayudarte.

-¿Quien?

-Jev Cipriano...

-Pero mamá, no podemos meterlo en nuestros problemas, sabes, si los del inframundo se enteran que él está vivo lo matarán. No querrá ayudarme...

-El te ayudará, estoy segura. Tendrás que entregarle ésta carta - me entregó un sobre azul-.

-De acuerdo, ¿como sabré quiénes Jev?

-Tu instinto te guiará, te darás cuenta sola. Él no puede sentir, así qué cuando estes cerca de él tocalo por detrás y si no voltea, es él.

-De acuerdo, ya entiendo todo. Estoy lista.

-Te amo tanto Jean, eres lo más valioso en mi vida.

-Te amo igual mamá, nos veremos muy pronto, te lo prometo.

Salí de la habitación escondiéndome de los custodios. Al llegar a la puerta negra noté que había un custodio vigilándola, ¿Y ahora qué?
Estuve ahí cinco minutos tratando de averiguar como cruzar esa puerta sin ser vista.
La suerte está de mi lado, ya que alguien le mandó llamar y se retiró de la puerta.
Entré rapido y silenciosa mente. El lugar estaba obscuro, salvo por una pequeña linterna de aceite.
Había demasiados estantes de madera con una gran cantidad de objetos sagrados y de gran valor en ellos.
En un sitio más retirado y protegido se encontraba el collar Solva. Lo tomé y coloqué sobre mi cuello, rápido su tono cambió a un blanco de lo negro que realmente era.
Me dirigí a la puerta por dónde entré, lentamente la abrí y noté que el custodio estaba de nuevo en su sitio vigilando, a unos dos metros de mi. Se encontraba dándome la espalda, así que salí y con pasos silenciosos me acerqué a él. De el bolso saqué una jeringa ya lista con el famoso líquido rojo. Con un rápido movimiento, la apliqué en su cuello. Cayó al suelo y quedó inconsciente por unos cortos segundos. Se levantó y se puso frente a mi.
-Necesito salir de aquí sin ser vista.
-Claro.
Obedeciendo a mis palabras, me ayudó a salir de ahi sin problemas.
Llegué a dónde se encontraba Parn. El custodio regresó, en unos minutos pasaría el efecto.
-Tardaste mucho. Estaba preocupado - me dijo Parn.
-Tuve un problema..
-¿Alguien te vio? - negué con la cabeza. - De acuerdo, vámonos de aquí.

• • • • •

-De ahora en adelante estás sola Jean, salvo por Patch, esperemos que coopere.
-¿Patch?
-Jev, es mejor conocido como Patch. Prometeme que no harás nada estúpido Jean, no éstas en casa, no todo saldrá como lo esperas.

Se acercó a mi, me tomó entre sus brazos y me dio un abrazo fuerte. "Todo va a salir bien, sólo confía" susurró cerca de mi oído.

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C. Irw

¿FINAL? (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora