Estrellas Colapsando

CAPÍTULO 1

Comencé a parpadear tratando de enfocar la luz que tenía justo arriba de mi, todo estaba blanco, tuve que seguir parpadeando por varios segundo hasta que por fin enfoque el foco. No puedo creer que un simple foco ocasionó muchos problemas. Me levante enseguida de la cama. Logre escuchar el sonido de varios huesos de mi cuerpo crujir. Estaba usando una camisa cualquiera azul marino de manga corta, un pantalón para dormir de cuadros color azul y un par de calcetines negros. Antes de ir hacia el interruptor para apagar el foco del cuarto observé que mi habitación era un desastre total. La sabana y la colcha de mi cama estaba por toda la habitación, había varios bóxers tirados junto con ropa sucia, ni estaba sucia pero ya la había usado, y había basura por sin ningún lado. No me quedaba más opción que recoger la habitación. Comencé por la cama. Recogí y acomode la la colcha y la sabana y mi cama quedó como si nunca me hubiera acostado. La ropa sucia la puse en el canasto que llevaría a la lavandería hoy y lo que estaba tirado lo divido en basura y cosas que utilizaré luego. La basura la tire a un bote de basura, obviamente, y las cosas que utilizaré luego lo acomodé en una caja donde van cosas como esa.
Después de que mi habitación quedara como nueva apague el foco. Ya no necesitaba que estuviera oscuro, el sueño se me había pasado, ya estaba muy despierto.
Me dirigí a la cocina, esta si estaba limpia al igual que todo el apartamento. Me dirigí a la cafetera y me comencé a preparar café. Con el dinero que he ganado trabajando he comprado varias cosas útiles y de muy BUENA calidad, un ejemplo de ello es esta cafetera, que es una de las profesionales y, si sabes, puedes hacer que en la cima del café aparezca algo parecido a una hoja de árbol.
Varios minutos después el café ya estaba preparado y le di un sorbo. Estaba muy caliente, pero no se notaba por el exquisito sabor, por la tranquilidad que transfería, el delicioso sabor que tenía. Este café sabe de lo mejor, y lo mejor es que cada mañana de todos los días me tomo uno de estos. Estar aquí encerrado mucho tiempo no me gustaba. Hoy no iba a trabajar, solo voy de lunes a viernes, así que no había a donde ir. Quería tomar aire fresco. Salí a la balcón, al gran balcón. Es un apartamento en el que vivo y no una casa. Pero tengo un gran balcón porque con las ganancias que tengo decidí vivir en el penthouse de este lugar, y al parecer valió la pena. Aquí afuera logro observar la estatua de la libertad de Nueva York, aunque creo que los únicos lugares en los que hay una estatua de la libertad es en Nueva York, la auténtica, o en Las Vegas, la copia a menor escala.
El aire que comienzo a respirar es muy fresco... y helado. En estos momentos me estoy arrepintiendo de usar solo una camisa de manga corta, el aire entra a mi y hace que me estremezca. No solo eso, este aire helado hace que mi capacidad de moverme sea menor. Y esto la verdad no me gusta. Cuando apenas voy a recostarme en una de las sillas reclina les del balcón comienzo a escuchar un sonido que conforme me acerco a la mesa de la cocina aumenta. Es mi teléfono, esta sonando. Alguien me llama. Es Adolf, mi jefe del trabajo.
-¿Si?-le pregunto a Adolf para saber las que me necesita o para que llama.
El sólo me dice que debido a que he sido uno de los mejores que ha tenido y que por como he trabajado me regalara veintisiete días de descanso, solo que quiere saber para cuando los quiero para que el los pueda agendas y para poder acomodar las cosas en el trabajo y que algo no salga mal.
Sinceramente no se que días tomar de descanso. No quiero quedarme aquí encerrado mucho tiempo. Y la verdad con las únicas personas que hablo son mis compañeros de trabajo. Estos últimos años no he sido tan sociable. Antes era sociable, tengo amigos del jardín de niños, de la primaria, de la secundaria, de la preparatoria y de la universidad. Sin embargo no se que fue de ellos después de medio año de universidad. Los abandoné y ellos a mi. Creo que nos hemos borrado de la lista, creo que ya nadie está en contacto con nadie. Entonces una pregunta vino a mi mente:
¿Que fue de ellos?
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-¡Espero que ya estés listo! Cuando me suba al carro me iré y si no estas te dejaré solo en casa-gritó mamá desde la puerta principal de la casa. Cualquiera diría que esta genial quedarse en casa y no ir a la secundaria, pero me dijo a mi mismo que en la casa no hay nada que hacer. Y cuando me he quedado en casa por algunas de estas cosas mamá quiere que cuando ella regrese del trabajo la mitad de la casa debe estar lista. Así que no, no me quedaré en la casa.
Agarro mi mochila, desayuno de una mordida, voy al baño y me cepillo los dientes y me dirijo rápidamente a la puerta principal. Cierro la puerta. Me subo al carro y mamá comienza a conducir, dejando atrás mi no tan pequeña casa.
Hoy es el primer día de clases en la secundaria, no soy tan bueno en días como éstos. Soy algo...tímido. Me cuesta tener confianza hacia los demás, pero cuando la consigo no paro de hablar NUNCA. Si, es algo raro. Trato de evitarlo. Pero aunque a veces no paro de hablar son tortura los primeros días de clase, quiero hablar con gente y ser social, peor algo extraño me lo impide. Así que no tengo mas remedio que quedarme en una orilla sin hablar, alejado de la sociedad. Sólo. Sin embargo este año es diferente. Este año estaré en el salón junto con mis mejores amigos de la primaria. Los conozco de hace ocho años. Son como mis hermanos. Uno tiene el pelo algo raro y muy despeinado, pero no se le ve tan mal. Se llama George. El otro tiene un estilo Prince Royce. Se llama Elliot. Y la otra, si, es mujer, se llama Melanny. Podrías compararla con Rapunzel, su cabello es muy largo y lindo, de hecho le llega poco mas abajo de los glúteos. Así que esto me sacará del apuro de estar solo. Al menos los por los primeros días.
Llegué a la escuela temprano. Ahí vi que los tres ya habían llegado, al parecer no tenían nada que hacer. Al verme me saludaron y justo dos segundos después sonó el timbre que anunciaba el inicio de clases.
En seguida nos dirigimos a nuestro salón. Creo que llegamos algo tarde, ya que al llegar ya había varios alumnos. No solo eso, no alcanzamos ni lugar junto con otros. Pero poco después un profesor, el de física, llegó y dijo que los de primer año de secundaria se fueran al salón de clases de al lado y que los de segundo año de secundaria se quedaran. Como nosotros éramos de segundo grado nos quedamos sin más y nos sentamos uno al lado del otro. Excepto George. El se sentó atrás de Elliot, quien estaba en medio de Melanny y de mi.
Física. Una materia que esperé desde los primeros años de primaria. Y ahora, después de mucho tiempo, ya tengo esa materia. Se que no es una materia sencilla. Pero es como matemáticas, no es sencillo pero con la práctica lo obtienes. Sin embargo creo que todo depende del profesor.
El profesor de física, se llama Humbert, comenzó la clase muy dinámica. Decía palabras para que nosotros completáramos el concepto de palabras como: ciencia, física, masa, etcétera. Por hacer la clase así se nos fue la hora de clase muy rápido. Sin embargo creo que las clases serán buenas si el se queda como nuestro profesor.
Después siguió la clase de energía solar, la cual me llamó la atención. Sólo fue la introducción, pero me gustó. El profesor dijo que a final de año podríamos hacer un panel solar didáctico, y vaya que quiero hacer uno.
Todo iba muy bien, después de todas las demás clases que tuvimos y del recreo, hasta que llego el profesor de química. La materia es genial y es una de las que he esperado mucho tiempo. He querido combinar químicos, hacer explosiones, usar bata, lentes y todo. Pero como creí antes, todo depende del profesor. Y este profesor, que por cierto es ya de una edad MUY avanzada, arruinó toda la materia, y el día que me había ilusionado en la escuela. Lo cual era extraño e increíble.
Y al final llegó el profesor de inglés y ortografía, pero el decía que era el profesor de literatura. Ese profesor reanimó el día. Quería que nos presentáramos y para ello trajo una pequeña pelota. ¿Que iba a hacer con eso? Lanzarla a un alumno aleatorio del salón de clases este diría su nombre y la lanzaría despacio a un alumno que este cerca para que este haga lo mismo. Lamentablemente la segunda parte no se cumplió y varios alumnos estuvieron a punto de obtener una pelota en su cráneo.
Fue un muy buen día, para ser el primer día de clases, o para ser de escuela.
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Días después nos dividieron en dos salones ya que éramos muchos alumnos concentrados y amontonados, de hecho algunos se habían quejado. Ese día buscaban cinco voluntarios para que fueran parte del otro grupo de segundo grado de secundaria. Melanny nos dijo que nos fuéramos para ser parte del otro grupo, y sin dudar un momento le hicimos caso. ¿Por qué? Por que los únicos que quedaban eran muy raros. Ese mismo día llego una niña nueva. Era buena onda. De hecho todo el salón se veía así, creí que me llevaría bien con todos. Y la verdad todos caían bien.
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Un mes después, creo que se atrasó, llego una niña nueva. Esta niña usaba un par de cúpulas de cristal para ver mejor...