CAPÍTULO 2

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El vapor del agua muy caliente abundaba en todo el cuarto de baño. Ya terminé de ducharme así que sólo cierro la llave de la regadera y salgo de esta. Tome la toalla roja que estaba colgada justo al lado de la puerta de entrada al baño y me comencé a secar. Me vestí con un pantalón de mezclilla, una camisa naranja y después de los calcetines blancos me puse unos Vans negros. No me peine, nunca lo hago. Me observe en el espejo y observé mi cabello castaño muy claro. Después vi mis ojos color café, y mi piel pálida y de algunos ángulos la piel se veía a perlada. Rápidamente tome mi ropa sucia y la coloqué en el canasto de la ropa sucia, el cual ya estaba hasta el limite, y fui directo a la cocina, tenía hambre.

Abrí el refrigerador y vi que había una gran variedad de comida, así que hice iba a arriesgarme a cocinar yo mismo mi propia pizza con pepperonni. Saqué harina, que pronto seria la masa, saqué el tomate, el queso y el trozo de pepperonni que partiré.

Después de arriesgarme a crear una horrenda pizza, la coloque en el horno y me fui a esperar en el balcón, donde comencé a reproducir música en mi teléfono a travez de mis audífonos.

Escuchaba Earned it, según yo esta es una canción muy sexy, digo, según mi parecer. Aunque también debo admitir que es muy tranquilizante, así que poco a poco conforme el aire fresco rozaba mi piel y mientes mis músculos se comenzaban a relajar, yo comenzaba a quedarme dormido. Disfrutaba mucho los fines de semana, aunque no me gustaba quedarme mucho tiempo sólo me gustaba estar tranquilo, siempre estaba DEMASIADO tenso. Trabajar no era como yo imaginaba, yo solo quería salir de la escuela y ya. Sin embargo al ver las recompensas que consigo, buenas, me alegro y continuó, es como una motivación.

No se nada de mis "amigos". Los abandoné y ellos a mi. Lo último que supe de ellos fue que ya no vivían en California, igual que yo, fueron a otro estado. ¿Porqué los abandoné? Ya no quería estudiar. Había estado mucho tiempo en la escuela. Quería salirme del estudio. Fue entonces cuando descubrí que tenía que sustentarme a mi mismo. Tenía que trabajar. Mis estudios, buenas y excelentes calificaciones, y mi "gran" desempeño, me ayudaron a conseguir un empleo. Comencé desde muy abajo. Pero me servía para comer una o dos veces al día y para vivir en un apartamento cabizbajo. Sin embargo, según Adolf, mi empeño mejoro y me comenzaron a ascender poco a poco. Ahora tengo un puesto muy alto y vivo muy buen. Digo, para vivir en un penthouse de Nueva York con una gran vista del agua, el gran puente y la estatua de la libertad... Si a eso no se le llama bien, no se cómo podría mejorar. Pero hay algo en el pasado que al principio me importaba mucho y conforme trabajaba, afortunadamente, se iba. Es un vacío, que por mas dinero o buena vida que tenga JAMÁS llenaré.

Cuando estaba a punto de quedarme completamente dormido el sonido de música que producían mis audífonos se detuvo y comenzó a sonar un sonido como el de una alarma incendiaria. Era mi teléfono, obviamente. Estaba sonando. Como ya me esperaba, era Adolf. ¿Que quiere ahora?

-¿Hola?-dije mientras acepté la llamada.

-¡Pat! Bueno, un hombre formal llegó y observó como iba todo por aquí. Observó tu expediente y no solo tienes veintisiete días libres. Mas bien tienes dos meses y 9 días. ¡Tienes que decirme para cuando quieres que las aje demos ya! De lo contrario creerán que te estamos explotando. Nos puedes demandar-me dijo Adolf casi gritando. Estaba MUY preocupado y alarmado. Debería tranquilizarse.

-¡Adolf, no te demandaré! Esta bi...

-No lo esta. ¡Dime ahora...!

-Mira, no necesito esos días. No los quiero. Pero solo por ahora dame este lunes y este viernes libre-le dije ya muy molesto y desesperado.

-¡Gracias! Y por favor dame rápido la respuesta.

-Esta bien-le dije un tanto cortante. Y antes de que hablara de nuevo, colgué. Justo entonces otra alarma sonó en mi teléfono. "No otra vez" pensé. Sin embargo no era Adolf. Era la alarma que advertía que sacara la pizza del horno.

Estrellas ColapsandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora