CAPÍTULO 16

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La puerta estaba algo atascada cuando intenté abrirla.
Después de algunos intentos, y de la fuerza al empujar de Mary Lynn, la puerta logró abrirse. El apartamento seguía igual que como lo había visto la última vez. Traté de olvidar como fue la última vez que estuve ahí, la vez en la que Mary Lynn se fue y no volvió. Hasta ese momento. Hice todo lo posible por eliminar cualquier tipo de pensamiento negativo de mi mente, no iba a dejar que esos pensamientos arruinarán aquellos maravillosos momentos.
Había polvo para cualquier lugar al que mirara y más se notó cuando prendimos la bombilla de la sala, había polvo flotando en el aire. Bueno, ya eran pasadas la una de la mañana, así que prácticamente ya era domingo. Domingo de limpieza. Cerca de la cocina, al lado de la sala de proyecciones, había un cuarto MUY pequeño cuarto en el que guardábamos cosas como escobas, trampeadores y más cosas de limpieza. Apenas abrí la pequeña puerta del cuarto y Mary Lynn se aproximó a tomar la escoba.
Tardamos al menos una hora y media en quitar todo el polvo y lograr que todo quedara casi reluciente. Prendí el televisor y Mary Lynn se ofreció a hacer unas palomitas.
-Y ¿qué has hecho? Ya sabes, en estos dos últimos años-dijo Mary Lynn sonriente, pero algo nerviosa, sacando las palomitas del microondas.
-No mucho, en realidad. ¿Sabes? Todo lo interesante que ha ocurrido desde que...bueno, ya sabes, después de estos dos años, fue desde que...-estaba a punto de mencionar el reencuentro. Pero no lo hice, tenía que encontrar una forma de ocultar lo que casi decía. Mary Lynn solo volteó a verme algo extrañada.-...desde la semana en la que tu y yo nos reencontramos. Si, tu y yo, nadie mas. Sólo me reencontré contigo.
-Pat, lamentó que me haya tenido que ir, pero cuando pasé el examen, el trabajo mas seguro era el hospital de Boston en el que había presentado. Aun así, entiendo si estas algo molesto-me explicó Mary Lynn.
Lo bueno fue que no sospechó nada de mi, algo inútil, cambio de realidad. Lo malo fue que creyó que estaba molesto con ella. Debo admitir que la noche que la encontré si estaba algo molesto, pero creo que era por la falta de sueño y porque lo primero que me vino a la mente fue que había vuelto desde que me había abandonado. Lo cual fue un gran error. Ella tenía todo el derecho de haber estado en Boston haciendo lo que ella quería, de no ser por mi ella hubiera estudiado dignamente en una universidad. Fui egoísta, en lo único que pensaba era en estar con Mary Lynn y no me puse en su lugar antes. Fui un mal amigo, ella siempre pensó por ambos cuando yo solo pensé en mi y eso era algo que ella no debía hacer; ella sólo debía preocuparse por ella. Pero yo jamás lo vi de ese modo. Estaba cegado al sentirme herido y triste porque Mary Lynn estaba con quien ella en realidad quería estar, y, gracias a mi, ella lo perdió.
Comencé a sentirme culpable. Tal vez no era justo que no le dijera a Mary Lynn acerca del reencuentro o que Elliot estaba en la ciudad o ambos. Entonces la voz de Melanny comenzó a sonar en mi cabeza. Tenía razón y no era el único que opinaba lo mismo, si Flower, que era cercana a Mary Lynn, también me recomendó que siguiera el consejo de Melanny, lo mas seguro era que eso fuera lo correcto o, al menos, lo mejor. Aún así, en el fondo, sabía que lo que estaba haciendo seguía siendo egoísta. ¿Cómo saber lo que Mary Lynn sentía en realidad si no tenía oportunidad de estar con Elliot? Y ¿cómo habría yo de saber que Elliot se iría con Mary Lynn si no le daba la oportunidad de mostrarme? En realidad, la segunda pregunta tenía una obvia respuesta.
-No estoy molesto-reí un poco.-Sabes deberíamos ver una película, descansar y hacer que mañana sea un día increíble-ofrecí mientras estiraba mis brazos y bostezaba. Había olvidado que no había dormido casi nada desde el reencuentro.
-Estaría genial-dijo emocionada Mary Lynn acercándose con las palomitas.-Y ¿qué fue lo interesante que te pasó esta semana?-preguntó y yo sonreí antes de comenzar a explicarle todo.
Le dije lo primero que ocurrió, en realidad lo segundo, ya que lo primero fueron los mensajes para el reencuentro. Acerca de Monique, su hija y su inesperado esposo. Sobre como me encontré con tres amigos de antes y cuando invité a mi familia a comer pero no asistieron. Mencioné el GRAN concierto de Flower y Fred y el encuentro con Kayla. Kayla no le agradó tanto que digamos, pero vaya que se rió cuando le conté que se había vuelto loca, no lo dije porque.
Ya habíamos acabado la mitad de las palomitas cuando terminé de contarle toda mi "gran" semana. Decidimos ver una película romántica de comedia. Comenzó algo graciosa, después comenzó lo romántico. Le metieron demasiado romanticismo, me llegué a empalagar, sin embargo Mary Lynn estaba muy adentrada en la película. Al final descubrí porque le habían metido DEMASIADO amor, ambos, la pareja, murieron en el avión de su luna de miel.
Finalizó la película y Mary Lynn transformó el sillón cama y yo acomodé los almohadones para acostarme. Me sentía cómodo. Tal vez pareciera que los almohadones fueran igual de sólidos que el piso o que la almohada que tenía en la cabeza sólo me dejaban el cuello torcido o tal vez cuando movía salía polvo que no se había limpiado y me ocasionaba problemas para respirar y dormir, pero estaba con Mary Lynn. Y eso lo compensaba todo, ese día completo, desde que la encontré después del concierto, lo valía. Estaba seguro de algo, todo eso no lo cambiaría por nada del mundo. No dejé de pensar en aquello hasta que caí en un muy profundo sueño.

Estrellas ColapsandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora