CAPÍTULO 10

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La habitación de hotel estaba reservada. Ahora Mary Lynn podría quedarse a dormir todo el día justo como yo haría de no ser porque tenía planes en mente. Logré que Mary Lynn no molestara al estar preguntando por los chocolates y se preparó unas palomitas y yo le tuve que preparar el café debido a que no le entendía a mi cafetera mientras esperábamos a que los del apartamento llamaran avisando que el taxi que pedí para Mary Lynn había llegado.
Dejé a Mary Lynn comiendo palomitas y tomándose su café en la cocina mientras esta leía una revista que le llamó la atención al verla en uno de los cajones de la cocina. Yo en cambio subí a mi habitación mientas veía la televisión.
Comencé a pasar los canales. Había una película de una pareja que esta en medio del mar esperando que alguien los rescatara, sin pensarlo me fui a la siguiente. Había otra película, esta me gustó y decidí seguir viéndola. Era de una joven que sufre un accidente automovilístico con su familia, sus padres murieron y ella está en coma al igual que su hermano. Sólo que esta joven tiene a su alma fuera del cuerpo logrando así que vea lo que ha a su alrededor. Pronto descubre que ella es la que decide si se queda o no.
Mi cabeza se comenzó a caer de vez en cuando debido a que el cansancio y yo estábamos en una pelea y cada que este comenzaba a ganar mis ojos se cerraban y mi cabeza caía. Por suerte, cuando yo me recuperaba levantaba la cabeza, abría los ojos y me adentraba en la trama de la película.
La batalla no duró mucho antes que cayera al suelo y no recuperará las guerras suficientes para levantarme. Al principio lo intenté, pero era muy complicado. Prácticamente tenía que hacer DEMASIADO esfuerzo en los brazos para lograr levantarme. No podía. Si de por si me costaba mucho abrir los ojos, era obvio que no iba a lograr levantarme del suelo. De ese suelo que de la nada se hizo cómodo y acolchonado, algo cálido y fresco al mismo tiempo.
Mis pensamientos se comenzaron a disolver dentro de mi mente. Era como si mis pensamientos fueran una sólida pared que pronto se destruía en pequeños granos de arena que ahora yacían en un lugar negro sin fondo, sin inicio. Estaba atrapado en el fondo de mis sueños, un lugar tranquilo pero a la vez tedioso. Lo único bueno de este lugar era que todas mis preocupaciones y la cosas que creía "importantes" ahora no se acercaban para nada a mi. Eso era tan confortante. Llevaba esperando esto todo el día.
Entonces los pensamientos comenzaron a volver a mi. Pero no como naturalmente hacen. Llegaban de todos juntos como una bomba nuclear. Era como si un arma de fuego dispara todos mis pensamientos juntos. Pronto quedé atrapado en un tirando d edite entes colores. Lograba vislumbrar formas. Poco a poco fui girando mas hasta que caí en uno de los bordes del tornado y desperté en un restaurante elegante. No era el único ahí. Estaban todos mis "amigos". Pero no como yo me imaginaba, o mas bien,como yo quería que fuera. En lugar de eso, observaba como todos se gritaban el uno al otro y se insultaban y recordaban todo del pasado.
De la nada una ventana, que jamás había visto desde que llegué al restaurante, se abrió y un viento muy fuerte comenzó a entrenar por esta, logrando que todo se comenzara a volar. Lo que no esperaba era que la pared en la que estaba la ventana se comenzaba a destruir por el aire y que yo fuera arrastrado hacia la ventana, la cual ya no existía.
El viento hacia que girara sobre mí mismo, pero en el aire. Esto fue por mucho tiempo que no me sorprendió que cayera. Estaba en una calle de Nueva York. Conocía esa calle. Era de noche y todo estaba oscuro, enfrente de mi había un callejón. Giré, dándole la espalda al callejón, y vi a todos los del restaurante, solo que ahora también estaban Flower, Fred y Zedrick. Estos estaban de pie caminado hacia mi. Tenían una cara enojada y algunos se decían cosas en el oído. Yo caminaba hacia atrás, ya que me sentía amenazado por estos.
Me sentía perdido. Sentía que en algún momento dejarían de caminar lentamente, como estaban haciendo, y que comenzarían a correr, y, como detrás de mi había un callejón sin salida, estaría atrapado y sería presa fácil para estos. Sin embargo tenía muchas preguntas cuando comencé a razonar las cosas poco a poco. ¿Porqué me estaban acorralando? ¿Qué les hice? ¿Que me harán?
Entonces, de la nada, una dulce, aguda y tranquila voz se escuchó detrás de mi. Giré pero enseguida me arrepentí y volví a mirar a quienes me acorralaban, sólo que estos se convirtieron en humo y desaparecieron. Como ya nada me amenazaba me volví a girar, logrando que viera a la persona que produjo esa voz en el callejón.
Era una joven de cabello largo, le llegaba hasta el hombro, este era castaño muy oscuro, era muy liso, tan liso que apenas pasabas la mano por su cabello y rápidamente salía, era como sentir aire. Tenía un vestido rosa pastel que le llegaba por debajo de la rodilla. Unos ojos color maple, como la miel. De la nada la oscuridad comenzó a desaparecer debido a los rayos de sol que venían del callejón. Después razoné, era un callejón sin salida con edificios muy altos y además aún era de noche. Los rayos de sol no venían del sol. De hecho ni siquiera había salido el sol.
Los rayos que iluminaban provenían de Mary Lynn. Entonces entendí todo. No importa todo lo que ella me hizo, por mas MALO que fuera lo hizo sin intención. Ella no podría ser mala ni aunque lo intentará. En el fondo de ambos ella es como el sol de mi vida, mientras ella se acerque a mi camino yo estaré iluminado. Sigo sin saber porque creo esto y mas. Capté algo mas.
Estaba enamorado.
El amor que sentía por Mary Lynn volvió. Nunca se fue, pero nunca fue necesario que estuviera presente porque ella no estaba conmigo. Ahora estaba a mi lado, debía aprovechar esta oportunidad. Tal vez el "destino" la trajo a mi camino para estar juntos. Era una oportunidad que tal vez no podría volver a tener.
Mary Lynn comenzó a decir algo. Decía mi nombre y me pedía que despertara. ¿Que despertara? Ahora todo esto tenía sentido, era muy irreal para ser real.
Todos los colores se desvanecieron y la oscuridad volvió a abundar a mi alrededor. Poco a poco una pequeña luz blanca comenzó a perseguirme hasta que cerré mis ojos. Al abrirlos logré ver la pared que tenía enfrente, la alfombre que tenía debajo de mi y...unos tacones negros. Era Mary Lynn. Me levanté lo más rápido posible que pude y traté de peinarme como pude para no lucir tan indecente frente a Mary Lynn. Esta me dijo que llamaron avisando que el taxi había llegado. Al decirme esto comenzó a bajar las escaleras y yo la seguí.
-¿Estaría bien si nos volvemos a ver?-pregunté a Mary Lynn mientras metía mis manos a los bolsillos del pantalón por lo nervioso que estaba.
-Sería perfecto-dijo mientras abría la puerta del apartamento.
-Esta bien, ¿cuándo sería?-pregunté aún más nervioso y muy lentamente.
-Pues, podría verte aquí hoy a mediodía-dijo mientras salía lentamente del apartamento.
¡No! A mediodía estaría con Kayla. No podía dejarla plantada, pero tampoco podía decirle nada de esto a Mary Lynn.
-No podré a esa hora. Mejor me ves aquí a las tres de la tarde-dije tratando de ocultar lo asustado que estaba.
-Esta bien, pero ¿porqué no puedes a mediodía?
-Tengo planes.
-¿Qué planes?-preguntó Mary Lynn algo extrañada levantando la ceja derecha.
Nada se me ocurría. Era muy difícil mentir. Y era aún más difícil mentirle a ella. No importaba como me sintiera respecto a ella, a veces lograba que me molestara o que me pusiera demasiado triste. Pero al querer "afrontarla" siempre terminaba arrepintiéndome. Con solo ver su cara y oír su voz todo se me pasaba.
Entonces se me ocurrió una excusa muy buena. No puedo creer que le haya mentido.
-Estaré con varios compañeros de trabajo haciendo un proyecto-dije mientras la daba señas disimuladas para que saliera. Esta solo asintió y salió, pero antes de cerrar la puerta habló.
-Esta bien, estaré aquí a las tres de la tarde-dijo mientras cerraba la puerta, pero antes de cerrarla me abrazó, tuvo que pararse de puntillas, pero lo hizo.-Gracias-susurró y cerró la puerta. Escuchaba sus pasos alejarse. La escuchaba a ella alejarse.
Me subí a la habitación. Mientras subía cada escalón de las escaleras me preguntaba si en realidad seguía enamorado de ella. Si era bueno o malo ese amor. Me preguntaba que debía hacer en esa circunstancia. No sabía que hacer. No tenía a nadie para ayudarme. Tenía que encontrar a alguien urgentemente para que me ayudara en esta situación.
Llegué a mi habitación. Abrí la puerta y me metí a la habitación. Comencé a arreglar toda mi habitación. Saqué la colcha y las sabanas de la cama y comencé a poner todo sobre el colchón adecuadamente. Recogí cualquier basura que hubiera tirada. Finalicé de recoger mi cuarto y sin pensármelo dos veces me aventé boca arriba en la cama.
Tenía que encontrar a alguien que comprendiera la situación para así ayudarme. Peor nadie la comprendería a menos que...me conociera. Y esa persona tendría que ser un buen razonamiento. Tendría que ser una buena razón.
Me levanté de la cama de un salto, bajé las escaleras y salí del apartamento al saber que persona podría ayudarme.
Melanny.
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Un par de días después del catorce de febrero Mary Lynn y yo hablamos. Resulta que gente me había dicho que ella creía que estaba siendo cortante con ella. Así que creí que lo mejor era disculparme con ella. Mientras me disculpaba ella dijo que todo estaba bien y que no había problema, pero después, no se de donde salió el tema, ella comenzó a hablar de Elliot.
Por dentro me decía a mi mismo que debía evitar hablar de eso con ella, ya que lo único que pasaría era que me pondría más triste de lo normal. Entonces me dijo que ya no le gustaba NADA Elliot. Al principio, mientras seguíamos hablando, me puse algo triste por ambos. Pero después me puse aún más triste porque podía notar que en realidad aún le gustaba MUCHO. Era muy obvio. Sin embargo, no importa de que hablamos, me encantó poder volver hablar con ella de ese modo. Claro, me gustaría poder hacerlo de otro tema pero lo que sea, en estas circunstancias, es bueno. Me agradaba mucho que Elliot y Mary Lynn estuvieran juntos, felices. En realidad, no mucho, pero yo quería MUCHO a Mary Lynn y Elliot era mi mejor amigo. Ellos me recordaban a una canción de Taylor Swift, ya que no importaba que pasará entre ellos dos, siempre volverían porque nunca pasan de moda.
Sin embargo desde ese día no habíamos hablado. Solo nos saludábamos, nos despedíamos y compartíamos palabras de vez en cuando. Prácticamente no éramos amigos. Lo único que nos mantenía como amigos era que nosotros decíamos que lo éramos. Fuera de eso no había nada mas entre nosotros. Eso me ponía triste. Tal vez yo tenía la culpa pero no me daba cuanta de que era lo que había hecho.

Estrellas ColapsandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora