Dualidad (YiZhan)

10.

Capítulo 10. - Rebeldía.

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Yibo miró a sus pecesitos nadando juntos y felices, quizá sería bueno remplazar la pecera por una más grande, ahora eran dos y debían necesitar más espacio, quizá al día siguiente debería visitar la tienda de mascotas cerca de su local, ya que ese día tenía una cita con Zhan al salir del trabajo.

Al llegar a su tienda, fue visitado por Dil quien parecía nunca tener demasiado que hacer, tenía mucho tiempo libre siempre debido a su buena situación económica.

Claro que ella tenia carrera pero no le gustó demasiado ya que odiaba recibir órdenes, ahora se la pasaba por ahí de un lado a otro disfrutando la vida, debía hacerlo ya que el próximo año debía casarse o su padre le retiraría la ayuda económica y la herencia.

Estaba molesta porque aunque su prometido era algo atractivo, era demasiado serio, el tiempo que estuvo fuera del país fue para que conociera al alfa que la desposaría, no estaba muy animada, su prometido era ruso y creía que era demasiado frío e intimidante, aun así prefería las comodidades aunque extrañaría demasiado su libertad.

- Basta Dil, tienes prometido y yo tengo...

- Vamos Yibo, solo un poco. - Lo interrumpió y le metió un trozo de melón a la boca. - Déjame alimentarte... además mi prometido no está aquí.

Yibo no pudo escupir el melón porque sería grosero y desagradable con la beta pero ciertamente no quería comerlo.

- Ahora házmelo a mí. - Dijo Ziyi animado.

- Vete niño, estamos ocupados. - Tomó otro trozo y lo empujó en la boca aún llena del alfa metiendo su dedo, Yibo apartó la cabeza y el trozo cayó se su boca.

- ¡Yibo! Eso fue muy grosero.

Ziyi se burlaba por detrás, eso le pasaba a la beta coqueta e insistente.

- Ya déjalo, a mi primo no le gusta el melón. - Lo dijo en doble sentido causando que la beta lo mirara con ojos asesinos.

- Lo siento, es que... - Tragó lo que tenía en la boca. - Desayuné mucho... - Dijo Yibo.

La beta frunció el ceño, tomó su recipiente con fruta que había llevado para Yibo y salió ofendida del lugar.

- Tienes problemas... - Se burló el adolescente.

- Cierra la boca... no quería herirla pero... a veces es demasiado... - Resopló.

- Lo sé, nunca te dejaste con ella y ahora lo harás menos, ya tienes a un precioso omeguita con piernas uuuf, largas y...

Yibo lo miró furioso, no quería que su primo recalcara el bonito cuerpo de su novio.

- Ya basta Ziyi o no te pagará el día. - Dijo molesto.

- Está bien, está bien... no te enojes... - Levantó lo brazos. No quería que su lobo saliera nuevamente, quizá ahora le daba un poco de miedo su primo, pero solo un poco.

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No estaba considerando contarles a sus abuelas sobre la repentina visita de su madre, sabía que era impensable que aquella mujer pusiera un pie en la casa de las ancianas, sobretodo porque llevaba a su feo alfa a donde sea.

Xiao Zhan creía que era un amor tan extraño el que tenía su madre con el alfa, si es que a eso se le podía llamar amor. Zhan sabía que él la había engañado con omegas en el poco tiempo en que vivió con la pareja en su adolescencia, eran discusiones constantes que al final de la noche, la madre de Zhan se tragaba su dignidad para no ser abandonada por su alfa aunque esta ni siquiera estuviese marcada por él debido a su condición de beta.