Olivia es una chica de 18 años con una vida normal, nada de fama ni escándalos. -Cosas de las que ella no era muy fan-
Hasta que lo conoció a el, nada mas y nada menos que Louis Tomlinson. Integrante de la banda mas famosa del momento. Conoce los...
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—¡Hey! —me quejo—. ¿sabes lo difícil que es hacer una palmera? nunca vamos a terminar si sigo borrando.
—Lou, tu palmera esta perfecta, solo que... hum... le faltan algunas hojitas mas para parezca una palmera... puedes ponerle un poco de sombra por aquí... —empieza a retocar mi dibujo—. Mira, tenías que ponerle rayas así al tronco y sombrear de esta manera, no es tan difícil, te lo acabo de enseñar.
—Te ves tan tierna así de concentrada —digo sonriendo—. Tu eres una buena maestra, el problema es tu alumno... yo creo que le va mejor en la música que en el dibujo.
—Pero si lo estas haciendo bien amor —me mira seriamente.
Le doy un corto y rápido beso para luego sonreír como un tonto.
—¿Qué pasa? —pregunta confundida entre risas.
—Me acabas de decir amor, créeme que soy el hombre mas feliz del mundo.
—Y yo soy tan afortunada de poder tenerte a mi lado y decirte amor —confiesa dándome un corto beso en los labios.
—Acabo de recordar que tengo una sorpresa para ti —digo buscando en el bolsillo de mi hoodie un sobre blanco—. Ok... se que te va a gustar mucho, a penas me enteré supe que era el plan perfecto para este fin de semana.
—A ver... —dice sonriendo.
Le entrego el sobre en sus manos para que luego empiece a abrirlo. Su cara de felicidad lo dijo todo, le encantó. Olivia me abraza fuerte y susurra un gracias.
—Es que no puedo creerlo, eres maravilloso, gracias.
—No hay de que —digo besando su mano.
—Bueno, ¿Dónde es la exposición de arte?
—Esa es la mejor parte, creo —digo nervioso—. Es en NY, ¡será el primer viaje juntos!
—Dios mío Louis Tomlinson, no se como convenceré a mamá —dice negando con la cabeza.
—Tranquila, solo es un fin de semana, además tienes que ir, hablé con algunos representantes de arte para que tu seas la próxima en una galería privada.
—¡¿Que?! —grita histérica.
—¿No te gusta la idea? —pregunto un poco nervioso y confundido.
—Es... —respira profundo— Es genial una oportunidad como esa, pero... yo no soy tan talentosa como para mostrarle mi trabajo a un representante, es que no estoy preparada para eso, todavía me falta mejorar mucho.
—¡Buah! ¿pero si no has visto tu trabajo? es perfecto, es impecable, aparte de dibujar excelente, pintas increíble, tan realista, eres experta —reprocho realmente convencido de su talento.
