XIX

30 2 9
                                    

[Tal vez algún día...]


Como ya era costumbre conectamos con nuestras miradas. Cuando me ve, empieza a caminar desesperado hacia mi, gracias a todos eso estudiantes tuve chance de escaparme y perderme entre la gente. Salí corriendo y a la vez jalando a Nat conmigo. Cuando ya estaba fuera del instituto, caminé a paso apresurado de la mano de Nat. Llegamos a un parque cercano al instituto y nos sentamos en unas bancas. 

—Hey ¿Pero que acaba de pasar? —me pregunta confundida y agitada de tanto correr.

—Es que... —empiezo a hiperventilar—. Ahí esta-ba L-Louis. No quería hablar con el... por eso corrí... larga historia.

—Pero... ¡Ay! tuve la oportunidad de conocer a Louis —se queja haciendo un puchero y cruzándose de brazos.

—Luego podrás conocerlo, el punto es que no puedo hablar con el ahora, no quiero —suspiré.

Sé que no podré evitarlo de por vida, pero de verdad que no me siento bien para hablar con el, tengo tanto miedo de encontrármelo o enfrentarlo porque estoy molesta, decepcionada, triste y no controlo lo que digo en ese estado. No se lo que pueda decirle. Nat me acompañó hasta la parada de bus mas cercana a el parque. Luego de quince minutos oprimí el botón amarillo para indicar que ahí era mi parada. Decidí bajarme en Bingfield Park y caminar hasta mi casa un rato. Vivir en Londres es como un sueño, todas esas hermosas estructuras victorianas, los pelícanos de St James Park, la Torre del Big Ben, las cabinas rojas, Covent Garden o The Mall; hacen de Londres una maravillosa e icónica ciudad.

—Pero mira a quien tenemos por aquí.

—Harry —sonrío al verlo—. ¿Me estas siguiendo?  —Bromeé.

—Si, soy un agente del FBI contratado específicamente para espiarte  —dice dramáticamente riendo—. Ven aquí pequeño Hobbit —extendió sus brazos con una sonrisa.

—¿Cómo estas?.

—Mejor ahora que te veo —sonríe—. Por lo que veo estabas en el instituto eh —dice divertido.

—Sip, mi primer día de clases aquí en Londres —le digo sonriendo.

—Ese uniforme te queda precioso —comenta.

—¡Por favor! no digas tonterías Potter.

—No, de verdad, te ves preciosa —insiste sinceramente sonriendo, y al instante sentí mis mejillas arder—. Ese uniforme se parece a el de las hermanas de Louis.

—Hoy las vi, tropecé con una de las dos, y luego las vi con Louis en la salida del instituto —digo mientras comenzamos a caminar.

—Louis me dijo que no contestas sus llamadas, ni sus mensajes desde ayer.

—Es que... —mi semblante cambio por completo.

—Hey, ¿pasa algo? —pregunta preocupado—. Puedes confiar en mi.

Saqué mi teléfono y busqué el articulo que leí ayer. No me salían las palabras organizadamente para hablar de esto, así que solo le mostré. Supongo que por su cara de preocupación entendió todo.

—Louis es un idiota por eso, pero... ¿te has tomado el trabajo de escuchar su versión? —negué—. Solo tienes la versión de los medios, y como dicen por ahí, no todo lo que ves en internet es cierto.

—Tienes razón Hazza, voy a llamarlo para quedar con el. 

—Hablando se solucionan las cosas, ya veras —dijo pasando su brazo por mis hombros.

You Changed My Life... (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora