You Changed My Life... (Louis Tomlinson)

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[Gracias, pero aun no he terminado.]

Jenna no me ha dirigido la palabra estos días, cosa que me tiene triste y preocupada. Will, Elle y yo hemos salido a comer helado, fuimos a Hyde Park y vimos películas. Esta semana ha sido entretenida. Mamá ha estado trabajando mucho, se va temprano y llega tarde en la noche cansada, cosa que me preocupa mucho. Nos quedan mas o menos dos semanas de verano y pienso disfrutarlas al máximo. Louis y yo hemos hablado mucho estos días por teléfono, no nos hemos visto porque está trabajando en el nuevo álbum de One Direction. La buena noticia es que hoy nos veremos a eso de las seis de la tarde.

—Oliviaaaa, quiero conocer a Louis —Me dice Elle mientras yo busco que me pondré antes de bañarme—. Te envidio , vas a verlo ahora mismo, a Louis Tomlinson.

—Sabes algo, ya estoy cansada de tu insistencia —digo riendo— ya lo conocerás pronto. Ten paciencia, no puedo decirle de la nada "Sabes Lou, mi mejor amiga esta loca por verte entra a mi casa y salúdala" 

—Si, si puedes, porfiii.

—Buscaré la forma de presentártelo, tranquila.

Elle tiene un ataque fangirl cada vez que lo nombro, o hablo por teléfono con el, la entiendo pero me da mucha gracia.

Louis me dijo que vendría por mi a las seis y media. 

Luego de bañarme me coloque un jean, un pullover blanco, un bolso manos libres blanco y unas vans. 

—Elle, ¿podrías maquillarme natural? —dije un poco nerviosa y sonrojada.

—Ay mi bebé quiere que la maquille, claro que sii —me dijo emocionada.

Cuando Elle terminó de maquillarme, bajé para esperarlo afuera.

—Adiós Will —me despedí y salí de su habitación.

—No llegues tarde —me grita y yo río.

Cuando bajé vi que Jenna estaba sentada en los últimos escalones.

—Adiós Jenna, te amo —le dije para luego salir.

Luego de cinco minutos aparece Lou. 

—¿Cuándo me dejaras tocar el timbre? ya ellos saben de mi —dice riendo.

—Cuando te vean en persona, no quiero que se infarten cuando te abran la puerta —digo riendo.

—Buen punto, y yo no quiero infartar a nadie.

—¿A donde vamos hoy? —pregunto mientras caminamos.

—Es una sorpresa, se que te encantará.

—Me gustan las sorpresas, el único problema es que soy muy impaciente —mi comentario le causa gracia a Lou.

—Me pasa igual. Por cierto, te ves preciosa hoy.

—Gracias Lou  —digo sonrojada.

—Me encanta cuando me dices Lou y cuando te sonrojas.

—Dios —digo riendo porque me volví a sonrojar.

—Si, ya estas sonrojada.

—Sabes, cuando mi hermano me preguntó que con quien hablaba en el aeropuerto, en ves de decirle tu nombre, le dije que eras el chico del beanie de lana.

—El chico del beanie de lana —repite riendo—. Me gusta, yo te coloque la chica rubia.

Luego de un rato de risas, llegamos a el lugar. Primero caminamos por lo que parecía una entrada secreta, llena de ramas y arbustos. Para luego entrar a un especie de jardín, lleno de flores, arbustos y si te concentras mariposas. En el jardín había un árbol y de el colgaba un columpio.