Capítulo 22

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(Okay, voy a hacer un cambio en las edades, así que quédense con que Emilio tiene 17 y Joaco 18, luego lo editaré en los otros caps)

Ya había pasado una semana, cada día se acercaba más la navidad y, en lugar de que el ambiente fuera alegre y festivo, todo se sentía apagado. No me despegaba de la cama de Joaquín a menos que tuviera que bañarme. No se veían mejoras, la marca de Romina se había ido, pero la salud de mi omega se deterioraba cada día más; la impotencia que estaba sintiendo no se la desearía a nadie, ver como cada día la persona a la que más amas va perdiendo su luz, su vida, poco a poco y no puedes hacer nada, solo rezar a un dios en el que nunca creíste esperando un milagro, porque la desesperación nos vuelve idiotas, nos hace aferrarnos hasta a la mínima posibilidad de que todo vaya a estar bien.

ꟷCreemos que quizá la marca de su destinado podría ayudar, a este paso no sobrevivirá mucho tiempo más y es la última alternativa en la que podemos pensar ꟷme dijo el doctor que había estado buscando la forma de hacer que Joaquín despertara, era solo una posibilidad, una bastante mínima ya que nadie entendía cómo funcionaban las uniones entre Lambdas y omegas.

Pero como dije antes, la desesperación nos vuelve idiotas.

ꟷLo escuchaste, omega, sé que no es la forma en la que querías ser marcado, mucho menos es la que yo quería, pero tengo tanto miedo de perderte. Cuando despiertes te prometo que te lo pediré bien, te daré tus regalos de fin de cortejo, te llevaré a una cita hermosa y volveré a marcarte, te lo prometo, solo despierta ꟷlagrimas caías mientras le decía eso a mi pequeño omega tumbado en la cama de hospital. El doctor ya había salido de la habitación. Miré su rostro tan pálido, sus labios secos y los pómulos tan marcados por el peso que había bajado; aun así se veía hermoso. Moví con cuidado su rostro a un lado y bajé un poco el cuello de la bata para descubrir su cuello, justo donde debía ir la marca. Me acerqué a su fuente de aroma, el olor a fresas tan débil que solo logré llorar más y, pidiendo perdón en mi mente, lo mordí.

Se sintió como un golpe a todo el cuerpo, me sentía pesado, pero por alguna razón sentía un calor en el pecho y una sonrisa se había formado en mis labios sin darme cuenta, entonces lo sentí, una sensación tan extraña, alivio y calor en todo el cuerpo, mi omega me decía que estaba bien, el vínculo se había formado y mi omega estaba bien. Por primera vez en una semana lloré de alivio, de felicidad, de amor. Mi hermoso omega estaba bien, estaba vivo.


• • •


Joaquín

No estaba seguro de cuánto tiempo había pasado desde que Emilio me marcó, pero sí sabía que me sentía mucho mejor, había recuperado la consciencia aunque aún no podía abrir los ojos. Me concentré en sentir las cosas de mi alrededor y noté que Emilio estaba tomando mi mano, también sentía peso en las piernas así que deduje que se había quedado dormido después de checarme todo el día.

Mi omega y yo estábamos felices, teníamos la marca de nuestro alfa por fin, aunque todo lo que quería era poder despertar y ver a Emilio, quería revisar que estuviera bien, que comiera, que durmiera en una cama, quería decirle que me sentía bien, agradecerle por cuidarme tanto. Estaba preocupado por el tema de Romina, pero estaba seguro de que Emilio se había hecho cargo de eso.

Sentí que el peso en mis piernas se iba y escuché la voz rasposa de Emilio. ꟷ¿Cuándo vas a despertar, omega?, te extraño demasiado, extraño verte sonreír y escucharte hablar ꟷSe le cortó la voz y sentí como se me apretaba el pecho, odiaba sentir a Emilio triste, me esforcé en prestar toda mi atención a mi mano y apretarla, no pasaba nada, otra vez, nada. A la tercera vez escuché un sonido de sorpresa venir de Emilio, había funcionado. ꟷ¿Joaco?, corazón dime que puedes abrir los ojos, por favor, necesito verte a los ojos ꟷ¿cómo negarle algo a mi alfa cuando usaba esa voz tan rota y esperanzada?, hice lo mismo que con mi mano, lo intenté cuatro veces y a la quinta los pude abrir.



Emilio

Pasó casi en cámara lenta, vi como las largas pestañas de mi omega revoloteaban y se separaban dejando ver sus ojos marrones, brillantes y desenfocados. Sentí que todo se había arreglado, que la vida por fin tenía color, en ese preciso momento me di cuenta que de verdad daría lo que sea por ver esa mirada marrón el resto de mi vida, quería arrodillarme y pedirle que se casara conmigo porque ya no podía imaginarme sin él, me sentí muerto en vida cada día que estuvo con sus hermosos ojos cerrados postrado en esa camilla de sábanas blancas. Sin él nada tendría sentido, soy un alfa solo para poder ser suyo, nací lambda para poder protegerlo y aprendí a controlarlo por eso mismo, orgullosamente puedo decir que fui creado para este omega, para admirar sus ojos, adorar su sonrisa y esforzarme cada día de mi vida en hacerlo el más feliz.

El vínculo se sentía caliente, se sentía rojo, olía a rosas y miel. El vínculo gritaba "te amo" sin palabras, pero ambos lo entendían, ya podían entenderlo porque por fin se habían unido, por fin alfa y omega estaban juntos y esta vez para siempre.



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Por fin después de un año en un tremendo bloqueo escritor, volví. El capítulo es corto, pero creo que vale la pena, puse todo mi esfuerzo luego de un año sin escribir nada de nada, probablemente mi narración esté algo oxidada, pero nada que no se arregle con práctica.

Quería volver antes, pero no podía ni siquiera levantarme de la cama, no tenía energía ni ánimos de nada y los pocos días que los tenía, los usaba para bañarme y arreglarme un poco. Después de casi dos meses de terapia aquí andamos, me siento mejor y emocionalmente lista para volver a escribir novelas, durante un año he estado anotando muchas ideas para distintos libros y espero que puedan quedarse conmigo para vivir cada una de esas historias. Mil gracias para quienes me esperaron por un año entero, no voy a volver a desaparecer por tanto tiempo, lo prometo.

¿Cómo están ustedes?, ¿extrañaron a estos dos?

Lxs amo muchooo

-Cam

Mi alfa || EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora