Capítulo 9

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—Dame las bolsas y siéntate en la sala, ahorita voy— le indiqué mientras yo tomaba las bolsas de sus manos y caminaba a la cocina para ordenar todo y agarrar un vaso con agua para que pudiera tomar su medicina.

Emilio

Me dirigí a la sala, tal como Joaquín me lo había pedido, mi cuerpo pesaba y dolía, sentía mis ojos cerrarse, pero la necesidad de obedecer las palabras de mi omega era más fuerte.

Casi tropiezo dos veces intentando llegar a la sala y cuando por fin llegué se alcanzaba a apreciar la puesta de sol desde el ventanal que daba al amplio patio trasero de la casa de Joaquín. Tomé asiento en uno de los sillones de cuero negros que estaban frente a un televisor.

Momentos después escuché pasos ligeros acercándose e inconscientemente una sonrisa se formó en mi rostro, Joaquín entró con un vaso de agua en una mano y la caja de pastillas en la otra, hice lo posible para no reír, pero no pude evitarlo al ver lo grande que se veía el vaso en su mano.

—¿De qué te ríes?— preguntó frunciendo el ceño y terminando de acortar la distancia hasta el sillón donde yo estaba sentado.

—No es nada— respondí, rodó los ojos, pero no me cuestionó y solo me entregó ambas cosas.

—Toma una de las pastillas, ¿qué película quieres ver?— se sentó a mi lado esperando mi respuesta.

—La que tú quieras, dudo que pueda mantenerme despierto mucho tiempo— saqué una pastilla y me la pasé con ayuda del agua. Joaquín tomó el vaso y lo dejó en la pequeña mesa que estaba delante del sillón, después siguió de largo hasta el televisor encendiéndolo y volvió con su celular en mano.

—¿La la land?— cuestionó viendo su celular.

—¿Un musical?, está bien— tampoco era muy importante, la cabeza me dolía y ya me sentía mareado, solo necesitaba dormir y tener el olor de Joaquín cerca. De mi omega.

La película comenzó, cerré los ojos pues ya los sentía húmedos por el dolor y los mareos. Sentí la presión de la mano de Joaquín empujándome hacia abajo.

—Recuéstate en mis piernas, no quiero que duermas sentado— claramente no me hice del rogar y me acomodé, recostando mi cabeza en sus muslos, maldita sea, mi alfa se estaba muriendo por morderlos aunque sea un poco, pero me conformé con oler su aroma tan dulce y fresco a partes iguales hasta que todo se tornó negro.

Joaquín

La respiración de Emilio se comenzó a calmar con el paso de los minutos hasta que se podía sentir que estaba dormido, respiración calmada, cuerpo relajado. La película quedó en segundo plano mientras mi mirada de enfocaba en él.

Su rostro estaba tranquilo, los labios ligeramente separados, ojos cerrados con sus pestañas formando una pequeña sobre sobre sus pómulos, su mandíbula marcada, sus cejas definidas, todo su cabello alborotado y rizado. Una obra de arte sin duda alguna, tomé mi celular y tomé una foto de su rostro.

En la foto se podía apreciar su rostro calmado, iluminado por el brillo del televisor frente a él, todo lo demás se veía oscuro pues el sol se había ocultado momentos atrás. Es muy hermoso, pensó mi omega y yo no podía estar más de acuerdo con él.

"—Eres una ternura", recordé la voz de Emilio. Tú también lo eres, pensé.

Acaricié sus rizos mientras veía la película, haciendo lo posible para concentrarme en ella.

—Mi omega— murmuró Emilio, aún dormido.

Y ahí todo cayó como un balde de agua helada, en el momento en el que mi omega quería contestarle, decirle, gritarle que era suyo, completamente suyo desde antes de haber nacido. Pero no, eso no podía pasar, yo no quería un alfa, no necesitaba un alfa, no necesitaba a alguien como mi padre, nunca.

Emilio se removió buscando el tacto de mi mano, abrió un poco los ojos y tomó mi mano, luego se volvió a dormir con ella aferrada. No pude moverme, se sentía cálido, se sentía bien, se sentía correcto.

Una línea húmeda se marcó desde mi ojo izquierdo hasta el borde de mi barbilla. ¿Cómo alguien así puede ser malo?, ¿cómo alguien tan atento, dedicado y decidido puede ser cruel?

—Alfa— dije bajo, un susurró que se lo llevó el viento y más de diez lagrimas cayeron bajo el testimonio de la Luna que brillaba a través del ventanal.



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Capítulo corto, pero esto de hacer capítulos diarios es un poco complicado considerando que aún estoy planeando la trama, aun así me gustó mucho este capítulo. En finnnnnnnnn, todo está progresando mejor de lo que podrían esperar jiji

Los veo mañana o en un rato, no lo sé. 

Los amoooooooooo, bai

-Cam

Mi alfa || EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora