(Antes que nada quiero aclarar que los Lambda son un tipo de alfa, solo que son tan fuertes y su lobo está tan presente que pueden cambiar de forma, por ello se les llama "Lambda" haciendo referencia a que son una cantidad mínima de alfas con esa peculiaridad)
No estaba seguro de cuánto tiempo había pasado, podía oler la humedad y suciedad del colchón en el que me encontraba, pronto deduje que estaba en la cárcel gracias a los gritos coléricos de alfas y el olor a metal por todas partes. Abrí los ojos y me senté en la "cama", si es que se le puede llamar así, notando que estaba en una celda individual con una puerta de acero (la cual podría romper si lo quisiera).
—Despertaste, Lambda, tienes suerte de que tu omega vino a declarar o ya estarías bajo tierra— soltó con brusquedad uno de los alfas que estaban haciendo guardia, escuché como quitó el seguro a la puerta y pronto la abrió, mostrándome las esposas. Desde que escuché sobre Joaquín solo quería salir corriendo de ahí y verlo, revisar que estuviera bien, pedirle perdón de rodillas si era necesario. Me levanté y lo dejé ponerme las esposas, seguí cada instrucción con el único objetivo de poder ver antes a mi precioso omega, si es que aún quería ser mío.
Nos encaminamos a una sala con algunas mesas, su olor a fresas me golpeó fuerte y entonces lo vi.
• • •
Joaquín
Cuando salí del hospital mi madre dijo que teníamos que hablar sobre algo en privado, subimos al auto y la vi dudar, vi el temor cruzar por sus ojos una y otra vez antes de que comenzara a hablar.
—Emilio está en la cárcel— estaba listo para gritar algo, pero mi madre levantó su mano mostrándome que quería silencio, mi omega lloriqueando por saber que su alfa estaba sufriendo en un sitio a donde no pertenecía. —Los atacó un Lambda fuera de control, sabes que en la mayoría de los casos sus lobos toman control de ellos y por eso son matados al nacer, pueden ser demasiado peligrosos porque al convertirse su lobo ya no escucha a la parte consciente y se vuelven máquinas de matar.
—¿Por qué Emilio está en la cárcel?, ya sé sobre los Lambdas, no hables más de ellos, he tenido pesadillas por esos monstruos— la cara de mi madre mostró una mueca de dolor. Mi corazón comenzaba a acelerarse, sabía que nada malo saldría de todo esto, de pronto fui consciente del olor a chocolate y menta que venía de mi cuello. El collar tenía el olor de Emilio y eso fue suficiente para despejar mis miedos, no importa lo que pase, estaremos bien, alfa.
—Emilio evitó que los mataran porque se convirtió en lobo, él también es un Lambda, cariño— su tono fue lento y dulce, aun así esas palabras fueron fuertes y la realidad cayó sobre mí como un balde de agua fría. Eso explicaba los nervios de Emilio, su necesidad de realizarse, el cambio en sus ojos, su aroma fuerte y territorial a pesar de los supresores. Ese precioso alfa que me sonreía con ternura, que se manchaba el rostro al comer, ese mismo que me tocaba como si fuera porcelana, aquel que me había sacado mis risas más sinceras y que me había hecho la persona más feliz de este planeta; era un Lambda, era un monstruo que en cualquier momento podía perder el control y matarme.
Nunca. Nunca nos haría daño.
Y ahí todos mis pensamientos frenaron, Emilio nunca me había hecho daño. Hablaba del alfa que me rescató de una posible violación, ese mismo que no se dejó llevar por su celo, el alfa que quiso cortejarme en lugar de solo reclamarme como suyo, ¿acaso alguien así podía hacerme daño?, si era así, entonces prefería que fuera él quien me dañara, tenía miedo, pero ese es mi alfa y es quien tiene mi corazón, es a quien amaré sin importar nada.
—Necesito verlo— mi voz era decidida, estaba molesto con Emilio por no decírmelo antes, tenía miedo de lo que pasaría ahora, mi cabeza solo tenía espacio para la confusión, pero mi omega gritaba por mi alfa.
Mi madre asintió y, sorprendida, puso en marcha el auto para dirigirnos a donde tenían a Emilio, ese niño me iba a escuchar enojado. Todo el camino traté de procesar la información y buscar algún pensamiento que me dijera que debía alejarme del alfa, no había ninguno.
• • •
Emilio
—Hola, alfa— fue lo primero que escuché de Joaquín en cuanto lo vi, estaba ahí sentado con la misma ropa y una preciosa sonrisa en su rostro a pesar de sus ojos irritados, hasta ese momento volví a sentir que respiraba con normalidad, estaba ahí, estaba bien y no demostraba miedo. No me tenía miedo y eso era más que suficiente para que mi alfa también se calmara.
—Joaco, omega, lo siento tanto—quería disculparme por ocultarle la verdad, por dejar que lo dañaran, por no haber estado con él en el hospital; sin embargo, todo quedó atrás cuando Joaquín comenzó a llorar.
—Alfa, estás bien, estaba asustado por ti, todo ya está bien te lo prometo. Sé que tú nunca me has hecho daño, tú eres bueno, pero ahora no podré verte hasta que los agentes estén seguros de que no eres una amenaza y y-yo— lloraba desconsoladamente y aun así se notaba aliviado de verme bien. Me solté del guardia y le gruñí, haciéndolo quedarse quieto del miedo, aproveché eso para acercarme a mi omega y pasar mi nariz por su cuello, calmándolo con mi olor y él aprovechó para abrazarme.
—¿No me tienes miedo?— esa duda me carcomía por dentro, me dolía casi físicamente el pensar que la persona a la que quiero proteger de todo me tenga miedo.
—Te dije que te elegía en esta vida, alfa, soy tuyo y no podría temerte después de todas las cosas hermosas que me has mostrado— una sonrisa boba se formó en mi rostro, esa sonrisa que solo él provocaba, la sonrisa que solo podría tener un enamorado.
-------------------------------------------------------------------------------
¡Holaaaaa!, estoy tratando de apresurarme a escribir para que tengan al menos 3 o 4 actualizaciones semanales, el libro ya debería estar cerca del final, pero le estoy calculando unos 10 capítulos más así que tenganme paciencia.
Por ciertooooo, ya estoy comenzando a escribir un nuevo fic que probablemente publicaré entre el 23 y el 30 de Junio (esperando que este ya esté casi terminado), es Emiliaco y va a ser de romance paranormal el titulo es "Llama extinta", espero que le den una oportunidad.
Lxs amx con todo mi serrrrrr, baiiiiiiiiiiiii
-Cam
ESTÁS LEYENDO
Mi alfa || Emiliaco
Manusia SerigalaEmilio, un alfa, se muda a una nueva ciudad. Joaquín es un omega en problemas. Eso es el inicio de una serie de casualidades que los hace toparse constantemente. Sus lobos no pueden estar más felices por eso. Avisos: +Libro omegaverse. +Contenido p...