XI - ¿Mentira? o ¿Verdad? (2da parte)

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*2 Dias después*

-Necesitas tomar los medicamentos, faltan solamente las aprobaciones del doc. Y puedes salir tranquilamente-Dice Abigail.

Sinceramente, no quiero irme ahorita, necesito tiempo para pensar y enfrentar a Paola, a Kelly y a Nicole, ruego arreglar la amistad con las dos últimas, con Paola quiero arreglar todo, necesito saber la verdad, necesito saber si ella lo hizo o no, pero como lo haría ¡¿Cómo?!

-Eehh… Antonio, hablo contigo-Abigail me  hablo, mientras yo estaba concentrado pensando- ¿Pensando? ¿En qué?

-Discúlpame, es que tengo muchos problemas sentimentales.

-¿Sentimentales?- Se calló, y después lanzo una pequeña risa- Creo que deberías de aprender arreglar tus problemas rápido, si dejas que pase tiempo, las cosas se empeoran-Se calló nuevamente-Me hubiese gustado conocerte un poco más.

-Yo también, eres una buena amiga para habernos conocido hace poco, pero no te preocupes, que vendré a visitarte-Le dije.

Ella se ríe me mira fijamente- Tienes que hacerlo, mira que para ser un paciente y yo tu enfermera, nos hemos vuelto amigos rápidamente, ojala sigamos así.

De repente entra mi madre emocionada, me mira con una cara de alegría y me dice que ya nos podemos ir, que ya podía salir del hospital. Abigail se puso contenta y de inmediato me saco los vendajes y todo lo que tenía puesto encima gracias al carro.

Después de levantarme de la cama, se me hacía difícil caminar, pero comencé poco a poco, no quería salir en silla de rueda ni nada de esas cosas, quería salir por mi propia cuenta.

-Antonio, no olvides que tienes que hacer tu rehabilitación, cuidado con los esfuerzos que hagas-Me dice Abigail, mientras yo salía lentamente de la habitación, me dirigí adonde David a despedirme, y quedamos para vernos en el colegio.

Caminando por los pasillos del lugar, y viendo como todos los pacientes tenían visitantes, compañeros que iban a verlos me di cuenta que mis amigos, no habían ido durante estos días, no los había visto. ¿Dónde estaba Fernanda? Ella era la que mas me importaba, es mi mejor amiga, y no ha venido, me comencé a preocupar ¿Le hice algo? Estoy seguro de que no hice nada… Entonces ¿Por qué no ha venido a verme?

-Espérame aquí Antonio, voy a ver un último permiso para ya salir-Dice mi madre, una vez más contenta.

Me quede parado ahí, pensando, y comencé a caminar en círculos lentamente para poder recuperar la movilidad. De repente veo que entra Kelly, me traía unos dulces. Cuando me vio salió corriendo a verme, me abrazo y le dije: Despacio, porfa.

Ella comenzó a llorar de felicidad- Me alegra demasiado que por fin salgas, aunque no sabía que hoy salías.

-Sí, bueno creo que yo también, quiero solucionar varios problemas de una buena vez 

-¿Problemas?- Se quedó pensando- ¿Hablas de Paola?

Note que ella se comenzó a estar un poco pálida, parecía nerviosa, pero ¿Nerviosa? ¿De qué?

-Seguro que quieres hablar de ella después de lo que te hizo-Lo dio en  tono de pregunta, pero seguía nerviosa, no entendía el ¿Por qué?

-Claro que quiero hablar, necesito respuestas claras de que fue lo que nos pasó-Le conteste.

-Pero… no te apresures- Me dijo en voz un poco cortante, y me dio una sonrisa al final, entonces entendí que ella ocultaba algo, todavía no sabía qué, pero ocultaba algo.

De repente veo que mi madre se acerca,  y la espero ahí con Kelly en un silencio incomodo, no quería responder a lo último que me dijo hasta saber que  le pasaba.

Entonces mi madre nos quedo viendo, y ella grita- ¡Chicos! ¡Hola!

Me doy la vuelta hasta la puerta, y veo que estaba Josua y Alexander viéndome, y alegres me saludaron, fueron y me abrazaron, estaba contento de verlos.

-Te extrañamos- Dijeron.

-Yo también los extrañe-Respondí con una sonrisa.

-A que no adivinas a quien trajimos-Dice Josué.

Mi corazón se aceleró, y les pregunte-¿ A Quién?

Cuando veo entrar por la puerta a una chica hermosa, realmente hermosa. Era…Era… ¡ERA PAOLA! Mi corazón se aceleró demasiado, y me di cuenta que sentía demasiadas cosas por ella.

Por fin la veía pero tenía que arreglar las cosas en este momento... aunque estaba, por así decirse, derretido por ella en este momento...

Pensamientos RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora