Dìdì Ài Nǐ (YiZhan)

Cap 8: Didi es un niño travieso

Zhan miró la lata de cerveza en su mano, suspiró y con determinación bebió de la lata hasta la mitad. El sabor amargo de la bebida con un toque salobre al final. Inundó las papilas gustativas del pelinegro.

-Vamos Zhan-ge hasta el fondo- instó el menor mientras empujaba el fondo de la lata. Zhan no pudo negarse y terminó por beber aquella bebida que, para su gusto no sabía nada bien.

Tras terminar la bebida, colocó la lata en el suelo. Su didi le miraba con felicidad, y el haría lo que fuera con tal de mirarle siempre así. Con cuidado, llevó su mano hacia la mejilla derecha de su didi. Limpiando el resto de lágrima que había en su rostro. Yibo inclinó su rostro hacia la caricia, disfrutando de los mimos que su gege le hacía.

-Zhan-ge no vuelvas a mimar a nadie más. – Ordenó con una voz baja, Xiao Zhan entrecerró los ojos. Sabía que su didi odiaba compartir sus cosas, y aunque él no se consideraba una cosa. Sabía que Yibo no toleraba que él fuera cariñoso con alguien más.

Esa había sido la principal razón por la que le había pedido a Yubin que no le abrazara en la preparatoria, no quería que su didi se molestara por eso. Pero esta vez había sido atrapado con las manos en la masa.

-Gege, no es alguien a quien puedas monopolizar. – Manifestó mientras retiraba su mano del rostro del menor.

-Pero no me gusta que lo trates como a mí.

-No lo trato como a ti, él no es mi didi.

-Pero no me gusta. Si soy tu didi has lo que te pido.

¿Todavía más?

Se cuestionó internamente. Pero sabía que el menor no abandonaría la idea hasta que obtuviera lo que quería. Sin embargo, Xiao Zhan consideraba que darle todo sin que se esfuerce no era correcto. Sí, él lo consentía y todo, y sabía que hacía mal. Así como cuando le tolera que se acueste con mujeres diferentes a cada rato. Pero aun así a veces trata de ponérselo difícil.

Con ese pensamiento en línea, una idea se cruzó por su mente.

-Prometo que no volveré a mimarlo, si tu prometes ya no acostarte con mujeres.

Los ojos de Yibo brillaron con astucia.

-¿Gege me quiere solo para él?- inquirió mientras retomaba las caricias en la cadera del pelinegro. Xiao Zhan se removió ante el contacto. Había olvidado que aún seguía en ese sillón a horcajadas sobre el menor.

-No digas tonterías, es solo que me preocupa ese estilo de vida.

-Pero ¿no crees que es muy poco a cambio de mi gran sacrificio? ¿Qué tal esto? Yo dejo de acostarme con mujeres y, tú desde ahora solo dejaras que sea yo quien te toque y solo me mimaras a mí. ¿De acuerdo?

Xiao Zhan siempre terminaba por perder. Pero esta vez sentía que el sacrificio no era tan grande. Además, no era como si todos le pasaran abrazando o él se la pasara mimando a la gente. Esas caricias casi siempre eran para su didi.

-Está bien lo prometo- ahí estaba otra promesa hecha por ambos. Yibo estaba feliz, Zhan es feliz si su lindo didi es feliz.

De pronto la temperatura del lugar había aumentado, o por lo menos así era para Zhan. Ese calor que se extendía por su cuerpo sabía porqué era causado. Odiaba beber por esa razón, su cuerpo asimila el alcohol de diferente manera. En lugar de embriagarse Zhan, se pone...

-¿Zhan-ge estas bien? Tienes las mejillas rosadas.

-Estoy bien bo-di, es solo que el alcohol comenzó a hacer efecto- explicó mientras comenzaba a quitarse su suéter. Para quedar solamente en su camiseta blanca.