Capítulo 53: Herramientas divinas y dioses

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Suspirando por lo que parecía ser la decima octava vez, Percy levanto su mano y toco suavemente su torso, donde había una gran cicatriz. La herida, aunque ya cerrada, todavía era de un color rojo casi ardiente. Y a pesar de haber perdido una brazo por la herida, sintió un poco de alivió en el hecho de que una de sus tetillas no hubiera sido borrada, eso si que lo haría verse extraño.

Soltando una pequeña risa por sus extraños pensamientos, Percy saco algunas cosas de su pulsera de almacenamiento. Tomo una pequeña botella que tenía un líquido y lo destapo con la boca antes de volver a dejarlo en el suelo. Él no había dejado el lugar de la batalla, incluso si ya habían pasado días. Las personas que se habían alejado del lugar, habían regresado, pero no se habían atrevido a moverse más cerca. Algunos de hecho intentaron llevarse el cuerpo de Tang Chen, el Rey de la Matanza. Lamentablemente para ellos, Percy los alejo e impidió que tal cosa sucediera.

Si bien no tenía algún tipo de sentimiento amistoso por Tang Chen, había un respeto ante la batalla que tuvieron. Él tampoco quería ver como despedazaban el cuerpo sin vida del hombre mayor. Ya que Tang Chen lo había respetado como oponente y luchador, le daría el mismo tipo de respeto luego de la muerte: entregaría su cuerpo al clan del cielo despejado, incluso si se podrían considerar enemigos.

Tang Chen era un titulado douluo de nivel 99, uno de los tres conocidos llamados douluo inigualables. De hecho, era alguien considerado un semidiós. Los llamados semidioses no eran como los de la Tierra. Cuando alguien llegaba al umbral para alcanzar el rango 99, eran considerados cuasi-semidiós. Al entrar en el rango 99, se consideraba un semidiós. Finalmente, ene l umbral entre el rango 99 y 100, las personas eran denominadas cuasi-dioses.

Lamentablemente, la constante lucha mental de Tang Chen lo habían debilitado.

Pero incluso si pasaban algunos meses, un cuerpo como el de Tang Chen no se descompondría, por lo que tenía el tiempo suficiente para entregar su cuerpo.

Percy saco las vendas envueltas en lo que quedaba de su brazo izquierdo y arrojo el líquido en la herida que todavía se veía mal. Incluso con al absorción de sus alas, todavía no pudo sanar por completo. Él apretó los dientes cuando sintió el ardor y dolor de su herida. Cuanto el sentimiento había disminuido luego de un par de minutos, tomo un pequeño contenedor y volvió a usar su boca para retirar la tapa; dentro había una pasta de color verde que tomo con dos dedos antes de frotarla en la herida cuidadosamente. Cuando termino este proceso, se puso vendas nuevas y limpias y continuó con su herida en su torso antes de vendar con dificultad su cuerpo.

"Esa espada es demasiado poderosa y testaruda... ", Percy murmuro mientras sus ojos de diferente color se clavaban en la espada demoníaca asura que estaba todavía clavada en el suelo. Sin embargo, ahora se veía un poco más de su hoja color sangre. En estos días había intentado tomar la espada como le pedía su prueba. Sin embargo, cada vez que tomaba la empuñadura para sacarla, sentía una intención asesina infinita, el efecto era tan grande y poderoso que incluso con su poder espiritual tan grande, era molesto, doloroso y difícil de resistir.

Percy miro a Anaklusmos sobre sus piernas y sonrió.

"Ojala fuera más como tu, amiga... "

Anaklusmos parecía vibrar por un momento antes de que Percy resoplara por la nariz. La conexión que ahora tenía con Anaklusmos era mucho mayor. No es que pudiera hablar directamente, no, era más como si las intenciones de Anaklusmos se clavaran directamente en la mente de Percy, por lo tanto podía entenderla hasta cierto punto.

Luego de unas horas de descanso y comida, Percy seguía en el mismo lugar. Anaklusmos ahora había desaparecido de sus piernas y él solo se concentraba en la espada clavada en el suelo frente a él.

Camino de Asura celestial [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora