Ya habían pasado cinco años en el mundo mortal desde que la guerra había terminado. Las fronteras entre los distintos países del mundo estaban colapsando poco a poco, pero no de una forma negativa, sino en en la forma en que las personas habían comenzado a unirse como nunca antes, incluso mucho más que en la guerra abisal. America del Sur y del Norte habían formado una coalición de países llamado Federación de Americas Unidas. En Europa y Asia estaba sucediendo lo mismo, conformando así distintos grupos, pero que al final todos tenían un solo objetivo, alcanzar algo que antes no había sido posible: el universo fuera del planeta Tierra.
Con una mayor comprensión del universo, vino conocimiento que se unió a la ciencia para que distintas tecnologías fueran posibles. Honestamente hablando, la humanidad había avanzado en gran medida hacía una nueva era.
Y también estaban las bestias espirituales, que se habían asentado en los distintos bosques del mundo, sobre todo en America del Sur. No había enemistad, de hecho, tenían mucha curiosidad por el otro. Y como el asesinato de bestias espirituales no beneficiaba en nada al cultivo humano, no ha comenzado ningún tipo de matanza o enemistad. De hecho, las únicas bestias que sirven de algo para el cultivo, son las que han ido mutando debido al poder del cielo y la tierra, o también llamada energía del universo. De hecho, algunas bestias mitológicas incluso dejaban cosas importantes.
En cuanto al Reino de Dioses, había pasado poco tiempo en realidad. Como el tiempo entre distintos planos era diferente, la cantidad de tiempo que había pasado en el Reino de Dioses era poca en comparación con los cinco años en la Tierra.
"¡Papá!", una voz alegre y un poco chillona había gritado antes de que Percy sintiera un pequeño cuerpo enredarlo con sus brazos y piernas. Percy abrió sus ojos en su posición de meditación y sonrió alegremente al ver a su pequeña hija.
"¿Qué pasa, Liliana?"
"¡Quiero jugar! ¡Juguemos algo!"
"Lo siento, pequeña. No podemos jugar. En poco tiempo tenemos que salir", Percy sonrió suavemente, divertido ante el cambio de expresiones de su hija. Primero había estado haciendo un puchero por no poder jugar con su padre, pero cuando escucho la palabra salir, entonces sus ojos brillaron como dos gemas hermosas. Como hija del Dios Asura, se había mantenido en el Reino de Dios, y aunque era inmenso, la pequeña simplemente tenía curiosidad sobre el planeta llamado Tierra, sobre el que había escuchado mucho por parte de su padre y otros más.
"¡¿Saldremos todos juntos?! ¡A donde iremos! ¡¿Como es el lugar?!", Liliana sonrió y comenzó a realizar todo tipo de preguntas. Percy se levanto lentamente y extendió su mano para acariciar suavemente la cabeza de su hija.
"Iremos hacía el país donde nació tu padre, pequeña. Es hora de que conozcas a tu abuela, Yijun también"
"Abuela... ", Liliana murmuro antes de que sus ojos brillaran.
"¡Bien, vamos rápido, papá!"
"¡Jajaja! ¡Parece que estas emocionada, bien, eso es bueno! Pero tenemos que esperar hasta que tu hermano llegue primero"
"Uhhh... Esta bien. De todos modos, también extraño al hermano mayor"
Percy tomo la mano de su hija y salió de la gran habitación de meditación. Si bien tenía un gran castillo, solo lo usaba en algunas ocasiones y era el lugar donde algunos de los dioses que habían decidido seguirlo vivían. Él, junto al resto de su familia se quedaban en una casa, una casa grande, pero era algo que Percy apreciaba más que un frío castillo gigantesco.
Entonces, al llegar a una de las habitaciones de la casa, se encontró con sus esposas esperando: Estaba Bibi Dong, Liu Erlong, Artemisa y Gu Yuena. Honestamente, no quería más. Ya tenía todo lo que podría desear.
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Camino de Asura celestial [Terminada]
FanfictionTraicionado, herido y enojado, el cayó en las profundidades del peor infierno. Solo con su cuerpo y espada, se arrastro por la que debería ser su prisión. Con un odio y deseo de venganza por el causante de su desgracia, se arrastro hasta lograr su l...