Capítulo 67: Artemisa

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Soltando un suspiro, Artemisa miro hacía el cielo oscuro. Estaba claro que Zeus había ayudado en este ataque, pero realmente no sabía que tanto poder tenía ahora. Con la división de su fusión con Júpiter, entonces había sufrido bastante daño, por lo que no podría usar todo su poder por algún tiempo. Pero ese rayo que cayó sobre el campamento mestizo fue bastante poderoso, y si no fuera por su barrera, entonces todos a excepción de ella habrían muerto.

"A pesar de estar siendo superados en número, han muerto pocos en comparación con el enemigo", Artemisa murmuro mientras la lluvia caía a su alrededor, pero no parecían mojar su cuerpo en absoluto. Sus ojos miraban hacía el frente, donde Annabeth luchaba contra Clarisse. Pero, en poco tiempo, su nariz se arrugo un poco al ver el aura roja rodeando a todo el enemigo.

Como Dios de la Guerra, Marte podía aumentar la emociones de odio de las personas, además de ayudarlos en las batallas para hacer guerreros enfurecidos que carguen matando a sus enemigos sin importar sus propias heridas.

Ella solo observo, por el momento. Artemisa podría haber ayudado desde un comienzo, brindando un aura de vida a todos, para que sus heridas se curaran en poco tiempo. Como Diosa de la Naturaleza, tal cosa sería difícil de hacer, pero su entrenamiento con la Diosa de la Vida no fue en vano.  Artemisa ya estaba en una etapa donde podía sentir el siguiente nivel: Dios-Rey. Las cinco dimensiones se estaban presentando poco a poco mientras su posición de Diosa de la Vida evolucionaba hacía algo más. Lamentablemente, sin el Reino de Dioses que Percy pensaba crear, no podía dejar el otro Reino de Dioses a la que estaba anclada y, por lo tanto, no podía hacer una avance. El hecho de que ya exista una Diosa de la Vida en ese Reino de Dioses se lo impedía completamente.

Pero al estar tan cerca, podía hacer cosas que una Diosa de la Naturaleza no podría.

"¿Qué tan poco te importan tus hijos?", Artemisa pregunto cuando vio a Clarisse morir, pero Marte no hacía nada. Él simplemente se quedo mirando toda la batalla.

"Ah... ya veo", la expresión de Artemisa se volvió llena de odio hacía Marte.

"Escoria... ", ella siseo con veneno.

Como Dios de la Guerra, su poder se volvía más fuerte durante las batallas y la muerte. Mientras más sangre y odio hubiera en una guerra, entonces, más poder podría mostrar. Ahora mismo, Marte estaba usando la batalla y la muerte de todos como catalizador para sacar a relucir su máximo poder.

"Semilla de la vida", Artemisa murmuro mientras la melodía hermosa volvía a sonar por todo el lugar. Sin embargo, las luces verdes no formaron un escudo, sino que llenaron la lluvia con energía vital, causando que todo aliado comenzara a sanar a grandes velocidades. Ella podía controlar el efecto, por lo que el enemigo no sentía el mismo efecto.

Pero, de repente, Artemisa y Marte sintieron un poder desde el cielo. Ambos dioses miraron hacía arriba, notando una luz dorada que lleno las nubes. Artemisa abrió sus ojos sorprendida, sabía lo que era eso, pero no sabía que Percy lo haría tan rápido.

Sin esperar más tiempo, sublimo todo su Qi inmortal de inmediato mientras rompía sus lazos con el Reino de Dioses al que estaba ligada. En ese momento, un enorme sonido estruendoso lleno el campo de batalla, causando que todos se detuvieran. Ese no era un rayo de Zeus, era una advertencia de parte de la Ley del Universo.

Pero Artemisa lo ignoro por completo mientras creaba su posición de Dios una vez más. Esto sería completamente imposible sin la ayuda del poder de la Fe, pero con la ayuda de Percy, pudo ligar su existencia como Diosa de la Naturaleza en poco tiempo y causar que comenzara a dar un paso hacía el nivel de un Dios-Rey.

Un pilar dorado descendió desde el firmamento, tragando por completo la figura de Artemisa. Todos, incluido Marte miraban hacía el pilar dorado sin saber lo que estaba pasando. Los ojos de Artemisa miraron hacía el frente, notando como el tiempo parecía detenerse mientras el espacio se volvía en blanco y negro, antes de que cambiara a tonos purpura y negros con una onda expansiva. Un parpadeo después, los colores del mundo volvieron al blanco y negro y luego a la normalidad mientras toda la vida del planeta parecía cantar ante el nacimiento de un Dios-Rey de la vida.

El pilar dorado se resquebrajo como si fuera vidrió antes de que se desmoronara en pedazos y la luz dorada se convirtiera en motas pequeñas antes de volver a la nada. Artemisa supo que había pasado tiempo en su avance, pero no lo parecía. Parecía ser un abrir y cerrar de ojos, pero también años. Sus ojos ahora tenían un tono verde esmeralda mientras su aura sacudía a todos. 

Ella levanto la mano y, de repente, un aura esmeralda rodeo a todos los seleccionados antes de que sus heridas se cerraran en un instante y sus energías aumentaran incluso más de lo que eran antes de comenzar la batalla. 

Marte se dio cuenta del peligro que ahora era Artemisa, pero cuando intento moverse, sus extremidades fueron amarradas por raíces que no se pudieron romper, incluso cuando llamas surgieron desde las manos de Marte.

"No te matare, ese no es mi trabajo", Artemisa dijo con seriedad mientras sacaba su arco, ahora color verde y plateado. Una flecha de energía verde apareció en su mano y apunto antes de disparar hacía el medio del pequeño ejercito aliado. La flecha se clavo en el suelo y enormes árboles rodearon a todos y los protegieron de cualquier ataque enemigo.

Artemia saltó y llego hacía donde estaba Thalia junto a Annabeth.

"Lady Artemisa... "

"¿Por qué no lucho contra Marte?", Annabeth pregunto e interrumpió las palabras de Thalia. La hija de Athena se sentía un poco enojada, y sabía que quizás estaba siendo imprudente, pero no podía quedarse callada cuando tantos habían muerto.

"Ese no es mi trabajo, Annabeth Chase"

"¿Y de quien es entonces?"

Artemisa apuntó hacía delante y respondió: "De él... "

Todos giraron la cabeza hacía Marte. Ahí, frente a él, vieron a un hombre de cabello largo y negro. Sus ojos eran tan rojos como la sangre en el suelo donde pisaban y usaba túnicas negras. El detalle final, era una corona roja sobre su cabeza.

"Percy... ", Annabeth dijo con incredulidad.

Percy había aparecido en el campo de batalla y miraba hacía Marte con frialdad.

"Hola, escoria", Percy sonrió antes de cortar un brazo del Dios Marte y causar que el lugar se llenara del grito de dolor de un Dios.

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Camino de Asura celestial [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora