Sombrío© ✔ (EDITANDO)

20. ¿Ellos dos?

¡Antes de leer! Chicas/ os solo quería dejarles en claro que este capítulo tiene escenas sexuales. De igual forma, solo quiero decir que mi novela esta categorizada como contenido adulto.

Si prefieren no leerlo, puede saltarse el cap o leerlo hasta donde comienza esa escena y empezar con un nuevo capítulo.

Ahora sí, sin más, pueden seguir leyendo uwu.

CAPÍTULO 20

EIDER.

Bien...

Estabamos aqui, los seis sentados en la mesa en medio de toda la cafeteria bajo la mirada de media institucion. Faltaba que solo se presentasen los profesores, y estarian todos para observar la extraña imagen de las desapercibidas amigas y los extraños y apuestos chicos nuevos.

Sentia como todos cuchicheaban a nuestro alrededor, hasta las propias cocineras del lugar.

Si existiera ese metodo de escapar, ese famosisimo "tragame tierra" seria uno de los mejores escapes y el mas eficaz en este momento.

-Asi que Eider y Brenda. Lindos nombres, chicas. -Hablo Paymon, luego de un silencio incomodo, bajo la mirada de los Agramon.

Todo parecia una escena extraña, en otra ocasion tal vez no, en otro lugar paralelo donde los Agramon no son asesinos, y nosotras no estuviéramos siguiendo un plan para probar mi inocencia. Al saber que ellos eran unos monstruos, el panorama era terrorifico y ansioso.

El corazón me latía fuerte y apuesto que el de mi amiga también. Y no, no nos latía por felicidad, ni amor, ni nada de eso. Nos latía de miedo, de extrañeza.

Yo, en todo caso, sentía que uno de los hermanos Agramon se me reía en la cara dentro de su mente. ¿La razón? Uno de estos chicos sabía que yo tenía esa navaja. Uno de ellos me había mandado el mensaje anonimo. Uno de ellos me había visto esa noche en los bosques Asmodeo.

Un poco más, y mis manos iban a comenzar a sudar debajo de la mesa como testigo falso.

Estar sentada frente a esos cuatro chicos, era muy raro. Sus ojos estaban perdidos en sus bandejas. Sus colonias frías y varoniles emanaban de ellos, dando vueltas en nuestra mesa. Y un aura densa nos rodeaba, un aura chispeante de expectación y secretos. La imagen de los cuatro con la sangre de el señor William cayendo en sus rostros, rodeaba mis pensamientos las veces que mis ojos iban a parar a uno de ellos.

-¿Y cuántos años tienen? -Dios, podía sentir la incomodidad calarme los huesos.

El único que hablaba sin cesar era Paymon, mientras que Adriel, Azael y Adonis, no emitían ni una sola palabra.

-Ambas tenemos 18. ¿Qué más? ¿Te pasamos el acta de nacimiento? -Desvie los ojos a Brenda quien se encontraba a mi lado. Esta llevó una de las papas fritas a su boca y la masticó sin sacar sus ojos del pelinegro. Paymon la observó en todo momento, entrecerrando sus ojos mientras que una sonrisa ladina se formaba en sus labios rojizos.

-¿Así de rabiosa es tu perrita todos los días, Eider? -Preguntó él.

-¿Disculpa?-La voz de Brenda se oyó como si esta se hubiera ofendido.

-Debes ahorcarla con la correa. A este tipo de perritas les gusta que las maltraten. -Observe a Adonis, quien tambien se llevaba papas a la boca.

-Es mejor asfixiarlas hasta que se queden sin aire.-Habló Adriel por primera vez.