CAPÍTULO 27
EIDER.
Creo que llegar tarde un día lunes al colegio era un poco de lo mío, claro, aparte de lo que era curiosear.
Sólo podía pensar: "Mierda, mierda" al verme al espejo. Hace mucho tiempo no me importaba mi apariencia, ¿por qué ahora me importaría? Aún no sabía la respuesta, sólo sé que me ponía una prenda tras otra y nada me quedaba bien, desde un vestido de verano pintoresco, hasta unos pantalones holgados y unos tops donde se podia ver un poco de mi vientre.
Pero repito:
Nada.
Me.
Queda.
Bien.
Así que simplemente opté por usar una sudadera blanca, unos pantalones de mezclilla un poco ajustados y mis super vans desgastadas. Nunca cambié ese look, así que me veía igual que siempre: básica y normal.
Tomé mi mochila a un lado del espejo de cuerpo y salí de mi habitación a las corridas.
Y no, no las corridas que yo quería.
──Hola papá. ──le saludé al verlo prepararse para irse a su trabajo.
──Hola cariño. ¿Otra vez tarde? ──asenti, ¿para qué mentiría? Esto se estaba haciendo costumbre ──te llevaré. ──me dijo, oyendo muy decidido.
──No, papá, iré sola...
Negó con la cabeza──Vamos cariño, llegaras tarde por tu orgullo tonto.
Sin darme opciones de negarme, salí de la casa sin ganas de nada. Me subí al pequeño coche negro de papá, y sin más, nos pusimos en marcha hacia Garden.
──Se ve diferente...──le oí decir luego de unos minutos de andar calle tras calle. Observé por la ventanilla algunos árboles que rodeaban el pequeño atajo para llegar a nuestro destino.
Sin despegar la vista del paisaje a mi lado, le respondí:──Garden sigue siendo lo mismo que siempre.
Una pequeña brisa fría se coló por una ventanilla.
Hizo silencio, pero luego de uno segundos lo rompió──Recuerdo cuando conocí a tu madre en este colegio -posé mis ojos en su rostro llenandose de nostalgia──. Era la más inteligente. ──rió bajito y eso hizo que se formara una sonrisa en mis labios secos.
El rostro sereno de mamá llegó a mi mente y sus ojos oscuros y llenos de vida le hicieron compañía al recuerdo. En ese instante me di cuenta lo mucho que la extrañaba y me hacía falta.
Me hundí nuevamente en un silencio, un silencio donde los recuerdos llegaban como pequeños destellos a mi mente.
──¿Has oído hablar de las hijas Faustinas?──no evité fruncir el ceño.
El recuerdo de ayer en aquel restaurante llegó a mi cabeza.
Eivary y Ayva.
──¿Qué? ──fue lo único que logré preguntar por aquel tema de conversación tan repentino y poco frecuente.
──Los fundadores han dado a conocer a dos gemelas, quienes estaban alojadas en Francia. ¿Puedes creerlo?
Entonces era verdad, no nos habían mentido. ¿Pero por qué no había parecido entre Adelaide y las gemelas?
Las recuerdo perfectamente: ojos azules y ojos verdes, tez pálida las dos, piernas largas y figuras curvilíneas. Eran todo lo opuesto a Adelaide, ya que, esta era una morena de cabello negro, ojos oscuros y un cuerpo de infarto pero no era tan alta como aquellas dos chicas.
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Sombrío© ✔ (EDITANDO)
RomancePRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA LÚGUBRE. [LE#1] SOMBRÍO: UN SECRETO MÁS ALLÁ DEL TEMOR. ... La confusión comienza a merodear el pequeño pueblo Balcanes gracias a la llegada de tres extraños muchachos con unos encant...