32. Pasajera 1/2

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CAPÍTULO 32

EIDER.

─Estoy arrepentida, Eider. Discúlpame.──quise cerrarle la puerta en la cara, pero la verdad no podía hacerle eso, y menos con la cara que se traía de haberse frotado 50 cebollas en cada uno de sus ojos.

Brenda después de todo seguía siendo mi amiga, mi hermana, mi confidente.

No iba a abrazarla y llorar como una estúpida y decirle que todo iba a estar bien, porque la verdad me sentía destruida y cansada, y no, no sólo era por lo que acababa de pasar, sino, por todo lo sucedido: la muerte de Margarett, "A", Adelaide y su homicidio y la muerte del señor William que había ocasionado todo el caos. Simplemente, la muerte me rodeaba y ya me cansaba, me dejaba sin ánimos.

Al ver que no tenía la intención de responderle, dijo: ──¿Podemos hablar?──se suena los mocos y se limpia las lagrimas como una niña pequeña.

Mis ojos se sentían pesados. Observé hacia atrás, papá se encontraba durmiendo en el sofa luego de haberme pedido disculpas como por 13 veces, para luego recibir un "está bien" de mi parte.

Le hice espacio para que entre y esta no dudo en hacerlo. Cerré la puerta y ambas fuimos a mi habitación. Nuestros pasos eran lentos y silenciosos.

Una extraña emoción nos envolvía al estar juntas sentadas en mi cama: yo mirando el cielo gris que anunciaba una lluvia desde la ventana, mientras Brenda solo se quedaba mirando el suelo como si eso fuera lo más importante y nuevo en su mundo.

──Lo siento.──susurró luego de que un minuto de silencio pasara.

Respiré hondo. El olor a tierra humeda llegó a mi nariz. Una llovizna se hizo presente en el panorama de afuera.

──Me dejé llevar por... por mis sentimientos, ──arrugue el ceño.

──¿Sentimientos?

──Creerle a Paymon me llevó a traicionarte.──confesó con lentitud.

No dude en girarme y encararla. Ella seguía igual que como había llegado: observando el suelo oscuro de mi habitación. Pero algo había cambiado, y es que, de los ojos de Brenda, caían lágrimas que mojaban sus manos pálidas en su regazo.

──¿Creerle a Paymon?

Asintió con la cabeza, para luego relamer sus labios. ──Ellos fueron quienes te mandaron al frente, quienes le dijeron a los fundadores que tu eras una sospechosa. Yo... yo me dejé caer por sus redes, Eider...

──¿Qué? Habla claro. ──le ordené sin entender nada.

──Está bien, te lo contaré todo...

En resumidas cuentas, mi mejor amiga había sido manipulada por Paymon, un encantador y chistoso baterista. ¿Qué mejor plan que enamorar a la mejor amiga de la quién posiblemente pueda meter a tres hermanos a la cárcel? Brenda había confiado tanto en Paymon, que esta, una noche luego de tener sexo desenfrenado con este y que él le confesara su atracción por ella, ella le confesó mi secreto. Eso fue un gran error, ya que los Agramon no dudaron en convencerla para que contase todo a la policía, hasta estos mismos fueron detrás de los fundadores para confesarles de que yo era una asesina. Cuando me detuvieron, Brenda quiso socorrerme, ser mi testigo al saber que yo no tenía ni una sola prueba en contra de esos hermanos. Los Agramon sabían que ella me apoyaría, ¿cómo no? Si ella después de todo era mi mejor amiga. Pero ellos, ellos siempre tenían un As bajo la manga, y ese As para esa ocasión, fue Paymon quien con su sonrisa y sus ojos oscuros como la noche, logró llegar hasta la mente de Brenda y decirle que ella debía decir la verdad, decir que yo era una asesina sin pruebas.

Sombrío© ✔ (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora