Sombrío© ✔ (EDITANDO)

Epílogo

Dicen que a veces una historia de amor lo es aunque no parezca, también se dicen muchas cosas de lo ocurrido, pero yo sigo pensando solamente en él.

Me llamo Eider Zervas, tengo veintiún años, estoy en la universidad estudiando literatura. Quiero ser una gran escritora para poder redactar a la perfección lo que veo en mis pesadillas cuando recuerdo a Azael Agramon luego de cuatro eternos años en los que nunca más volví a saber nada de él, ni de Paymon, ni de Adriel, ni de Margarett, ni de Adonis.

A mi lado siempre está Brenda, quien conduce un auto heredado y cada veinticuatro de diciembre, cuando la nieve cae, visitamos mi casa y aquel oscuro bosque llamado Asmodeo.

Lo único que me quedó de ti, Azael Agramon, fue una carta en papel hueso. Sabía en ese entonces, cuando la leía, que era una hoja arrancada de mi libro favorito, me recordaba a mi corazón, fue tan similar: lo arrancaste con tus manos y te lo llevaste lejos, y, en su lugar, dejaste una hoja con palabras vagas, lejanas... que aún me mantenían unida a ese extraño sentimiento llamado amor.

"Algún día, Eider, nos volveremos a ver. Quizás no. Quizás si. No fuiste mi error, y tampoco mi gran logro. Fuiste y serás la imagen del amor en mi corazón, aunque creo que carezco de uno, la calidez de tus dedos quedará impregna en mi pecho para toda la eternidad hasta que la máscara ya no exista más.

Espero volver a verte y que nuestra atracción vuelva a nacer de una putrida raíz."

Lo que más odiaba era aquel punto que siempre llevaba al final de sus palabras escritas.

De igual forma, sabía que en algún momento me volvería a encontrar con aquellos extraños y enigmáticos ojos grises y con aquella misteriosa, atrayente y sombría historia de amor.

Cómo él lo dijo: quizás si, o quizás no... quién sabía, tal vez me encontraría a Azael en el camino o tal vez moriría antes de hacerlo, pero lo único que esperaba era volver a encontrarlo sin ninguna máscara de por medio...

Para conocer su verdadero y sombrío ser.