¿Por qué lo prohibido siempre resulta lo más interesante?
El pequeño Izuku lo sabía, no debía acercarse al mundo humano y tampoco interactuar con ellos. Lo sabía, pero no pudo evitar soñar despierto hasta que cayó en la trampa de la fantasía.
Sus l...
Capítulo con música Dark vampire music - The vampire masquerade
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Circo "Las mil maravillas"
Izuku nadaba con sus amigos, con su madre viéndolo de lejos, jugando con los peces y riendo sin parar por las cosquillas que estos le hacían. Le encantaba sentir la compañía de sus seres queridos, no había dicha tan grande que derritiera su corazón como eso; por eso en su mente nunca estaba la alternativa de dejar su hogar. Sin previo aviso, el escenario se volvió solitario y oscuro, la soledad era abrumadora que su respiración se vio afectaba debido al miedo, sus muñecas dolieron y sus oídos zumbaban dolorosamente junto a su cabeza.
Despertó de golpe emitiendo un gritillo, mirando a cada ángulo posible para sus ojos y nadó un poco hasta que chocó con una barrera invisible, palmó unas veces y con sus dedos marcó el muro que lo rodeaba, no era más grande que su habitación, ni tan pequeño como su cuarto secreto donde ocultaba cosas interesantes. La barrera invisible retenía el agua, pero era fastidiosa porque al parecer no había escapatoria exceptuando la parte superior ¿Cómo podría escapar? ¿Arrastrándose? Parecía una pequeña cárcel que, aunque tuviera una salida era como saltar a los cocodrilos.
─ ¡Jefe, despertó! ─ gritó un extraño chico humano, el lugar se llenó de tantas personas con ese llamado, logrando asustar al pequeñín.
─ Muy bien, despertó el pez. Está demás decir que no lo golpeen, no lo lastimen, quien se encargue de su obediencia seré yo ─ señaló con un bastón ─ Esto va también para ti La Brava ─ escuchó satisfecho cuando la joven respondió "Sí, no te preocupes" ─ Esta es tu nueva pecera, no intentes escapar porque será en vano, todos aquí te vigilaran con extremo cuidado.
Era de resaltar que Izuku apenas comprendía lo que decía, es decir, apenas estaba aprendiendo la lengua humana y en su cabeza solo se repetía una palabra "peligro". La duda entre todos se hizo se presente al ver que no daba respuesta ¿Le entendió siquiera?
─ Creo que no entiende nada ¿Las sirenas hablan nuestro idioma? ─ una bailarina de cabellera y ropas cian llamativas mezcladas con amarillo preguntó curiosa, nadie contestó.
─ Pues enséñaselo, de lo contrario morirás con él ─ la dejaron sola y sorprendida por el encargo, no quería perder el tiempo, pero seguramente era un tritón con mucho que decir.
Izuku continuó viéndole, no decía nada y tampoco pretendía hacerlo porque los humanos de ese sitio eran una amenaza. Su mirada paseaba junto a los movimientos de la mujer humana, pensando que perderla de vista sería malo.
─ ¡Ja! Bien pequeño pez, mi nombre es Fukukado Emi, pero en el circo me dicen ¡Ms. Joke por lo divertida que soy! ─ todo fue tan rápido que nuestro pequeño Izuku no capto nada de su nueva instructora ─ Moo~ Esto va a ser difícil, Soy Fu-ku-ka-do E-mi repítelo ─ pero nada salió de la boquita del mitad-pez. Repitiendo el mismo proceso por unas horas hasta que por lo menos le diga "sensei".
