¿Por qué lo prohibido siempre resulta lo más interesante?
El pequeño Izuku lo sabía, no debía acercarse al mundo humano y tampoco interactuar con ellos. Lo sabía, pero no pudo evitar soñar despierto hasta que cayó en la trampa de la fantasía.
Sus l...
Capítulo con música Jessie Yun - The Spirit of Adventure
Reproducir ahora
. . .
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El tiempo vuela y yo con él
─ ¡Con su permiso!
Cierto joven de rizos verdosos y pecas perfectamente alineadas en ambas mejillas corre por los pasillos del castillo con tal velocidad que es incapaz de frenar y evitar no chocar con alguna persona u objeto. Llega tarde – otra vez – a la reunión con All Might, se supone que debía estar hace ya una hora en la oficina real. Hora que perdió entrenado en los establos a escondidas con la espada.
─ ¡Príncipe, tenga cuidado! ─ choca con la escalera que usaba una muchacha para limpiar los cuadros más altos con un plumero, haciendo que esta se tambalee en su sitio.
Menos mal tiene esos buenos reflejos, salva a la pobre chica que casi muere de un infarto antes que por la dolorosa caída que le esperaba.
─ ¡Perdona! ─ la pone de pie y toma el rumbo inicial mientras se disculpa.
Cuando llega toca la puerta suavemente con tres golpes, escuchando la voz ronca del Rey diciendo "adelante".
─ Otra vez tarde, Joven Midoriya. ─ su mirada refleja un claro reclamo, aunque le preste más atención al papel en sus manos, pero suspira al saber que no puede enojarse con el joven. Al menos no mucho tiempo.
─ Lo siento mucho, All Might. No volverá a pasar. ─ Izuku junta sus manos al frente y se inclina. Oh sí, pide misericordia.
─ ¿Cuándo fue la última vez que dijiste eso? Claro, fue la semana pasada. ─ porque no lo había hecho esperar no una ni dos veces, sino muchas más que olvido contar.
─ El tiempo se pasa volando en la biblioteca. ─ esa pequeña mentira hace All Might se ría irritado, entonces le presta más atención al pequeño bulto nervioso adelante.
─ ¿En la biblioteca? Al menos te hubieras vestido con ropas pulcras antes de venir ante mí ─ el peliverde mira su traje con miedo, efectivamente, está todo manchado de tierra y lodo ─ ¿Por qué insistes en eso de entrenar?
─ ¿Por qué no? Me gusta la espada, es lo quiero aprender y siempre dice que no... No entiendo eso. ─ para él, el entrenamiento con el arma era genial. Sin embargo, por tanto que insistía en poder empuñarla el mismo Rey Yagi se negaba rotundamente.
─ ¿De verdad quieres entrenar? ─ y es que no puede negarle nada a esa carita a punto de llorar.
─ Sí, quiero ser parte de los Caballeros de Élite de la Guardia Real de Shõri.
Un nombre bastante largo, pero ese era el lejano sueño que tenía Izuku. Ser parte de los Caballeros de Élite era un honor para las familias; hijos bien dotados en magia y fuerza bruta iban a Ihmarym para ser parte de ellos.
